CONOCE TU MÓVIL
Por qué lo que borramos del móvil no se elimina del todo
¿Sabias que lo que eliminas aún estará un tiempo guardado? Todo depende del uso que hagas del teléfono.
Para hablar, para navegar, para comprar, para sentir que estamos conectados, para llamar, para postear, para fotografiar, para ligar, para aprender, para despertarse, para saber. El móvil es algo más que lo que era hace una década solamente. El móvil es un elemento que ya forma parte de nosotros porque hemos delegado en él tareas que requerían de un PC, y porque ya el concepto de móvil queda desfasado. Es prácticamente un ordenador de bolsillo multitarea tecnológicamente muy avanzado al que confiamos incluso las fotos más íntimas, las contraseñas financieras, numeraciones de tarjetas, etc.
Por qué lo que borramos del móvil no se elimina del todo
Pero en caso de que nos arrepintamos de haber metido un archivo, imagen, vídeo o dato de cualquier tipo demasiado privado, o que queramos estar más seguros en caso de perder el móvil, entonces lo borramos y ya está, se acaba el problema. ¿Se acaba? Técnicamente no, porque lo que hemos borrado de la unidad flash de almacenamiento del teléfono, ya sea interna o una tarjeta microSD, no se ha borrado del todo. Y usando programas de recuperación de datos, aquello que desapareció puede volver a aparecer de nuevo. ¿Por qué? Porque la memoria no borra en realidad el archivo hasta que no necesita espacio para guardar otra cosa.
Imaginad el almacenamiento flash del smartphone como una cuadrícula enorme, y todo lo que se guarda ocupa una casilla. En este caso, si quitamos una foto, el espacio que ocupa en la cuadrícula se marca como vacío y el sistema lo desindexa, se olvida de que está ahí. Por tanto la foto sigue en la casilla, pero el móvil piensa que esa casilla en realidad está vacía. Y así sigue hasta que el sistema necesite esa casilla para guardar otra cosa, momento en que de verdad la foto se borrará y desaparecerá de la unidad de almacenamiento.
Depende del uso
Para hacerse una idea, lo más reciente que hayamos borrado es lo que más probabilidades tiene de seguir en la memoria. Si la foto de la que hablamos se borró la semana pasada, lo más seguro es que ande todavía por ahí ‘olvidada’ por el sistema. Pero si la borramos hace varios meses entonces es posible que sí esté ya eliminada. Todo depende del uso que le demos al teléfono, cuanto más intenso más cosas necesitará guardar el sistema de archivos y por tanto más rápido eliminará aquello que borramos previamente.
Gracias a esta particular forma de guardado-borrado, los forenses, agentes, policías y especialistas que necesitan acceder a un teléfono en busca de pruebas, recurren a métodos en forma de herramientas de hardware y software capaces de rastrear lo que el sistema cree que está borrado pero que en realidad sigue ahí escondido. De hecho existen apps en las tiendas digitales que podemos bajar y que seguirán este principio para encontrar y enseñarnos cosas que pensábamos se habían eliminado hace mucho. Ideales por si hemos borrado algo por error y queremos recuperarlo.
Borrado permanente
Pero si lo que queremos es asegurarnos de que algo ha sido borrado en el acto y no dentro de varios meses, también existen apps en el mercado para ellos. Apps como este Secure Delete, que como muchas otras se encarga de sobreescribir en el espacio vacío (o supuestamente vacío) del móvil con bits aleatorios de datos para asegurarse que lo que queríamos eliminar es ya imposible de recuperar. Ideal para los que por ejemplo quieran vender su teléfono sin que nadie pueda cotillear que tenían guardado.