The Evil Within 2, Impresiones jugables Gamescom 2017

The Evil Within 2, Impresiones jugables en Gamescom 2017

Parecía imposible que el género del terror en tercera persona fuese a sobrevivir en esta generación teniendo en cuenta que sagas como Resident Evil se habían pasado a la vista subjetiva. Pero Shinji Mikami estaba convencido de que The Evil Within no fue sino la cimentación de algo grande, de una idea y un convencimiento. Tras su presentación en el E3 2017, hemos viajado a Colonia, Alemania, para probar The Evil Within 2 en su versión de PC en una sesión a puerta cerrada en la Gamescom.

Bethesda y Tango Gameworks han tomado el riesgo de recuperar lo que es ya una saga y tomar como base claramente el último gran título de Capcom que había apostado principalmente por el terror: Resident Evil 4. El primer The Evil Within contaba con demasiados puntos flacos para poder consolidarse como un referente o estándar en este género, tan explotado y con una comunidad de fans alrededor tan exigente; pero el equipo de antes dirigido por Mikami ha sabido congeniar muchas de esas ideas y nos ha convencido, al menos por ahora, tras haber completado el Capítulo 2 del título.

Sebastián Castellanos está de vuelta y lo hace con una aventura continuista, una apuesta de terror en tercera persona donde hemos percibido un fuerte énfasis en la acción, la tensión y algo más de exploración, sin tener la sensación de estar recorriendo un enorme pasillo en el que es casi imposible sentirse perdido. La inmersión era más sensible en esta ocasión. Nos esperan puzles, nos esperan momentos de disparos y cambios de ritmo en los que la presentación de enemigos en forma de jefes finales darán un cambio de perspectiva a la hora de afrontar los niveles, cuyos escenarios están ahora diseñados con más formas de interactuación. No podemos olvidar la gestión de la munición, que será escasa en prácticamente todo momento.

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Capítulo 2: Poniéndonos en contexto

La demo comenzó con Sebastian despertando de una especie de pesadilla. Al poco de darnos cuenta, estábamos bajando varias plantas en un ascensor, pero no sabemos qué ha pasado antes ni por qué estamos ahí. Lily ha ‘desaparecido’ y son varias fotos las que se van mostrando ante nosotros, con flashbacks algo confusos y secuencias que nos ayudan a sentirnos inmersos en una tensión constante. Tango ha pueso mucho empeño en mejorar el sistema de iluminación, aportando así más realismo a los escenarios. Al llegar a una sala, aparecerá una mujer enorme poseída y con cuchillas en las manos; tendremos que sortear sus movimientos y escabullirnos justo por el camino de dónde ella venía, ya que es la única salida de esta sala en la que aparecen decenas de personas colgadas del cuello. La ambientación está muy conseguida.

Es de rigor decir que la jugabilidad es más ágil, no tan cómoda como nos gustaría pero sí más rápida que antaño, con más opciones para superar algunas plataformas. Por ejemplo, en esta escabullida podíamos optar por pasar por encima de algunas cajas, derribarlas o esquivarlas, todo depende del criterio del jugador. Intentamos preguntar a los representantes de prensa del lugar para ver si podían profundizar más en este sentido, pero la respuesta fue que eso es algo que dependerá de los niveles; es decir, que el grado de implicación del jugador a la hora de tomar decisiones con lo que sucede en el escenario está por decidir. Esperamos que sea algo recurrente. A continuación vamos a comentar algo que puede ser considerado spoiler, así que evitad leer el siguiente párrafo si no completasteis el primer The Evil Within.

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Al parecer, Juli Kidman –antigua compañera de piso de Sebastian- no deja de ofrecernos indicios sobre la vida de Lily, que no está muerta. EL leitmotiv de los primeros compases del juego, incluyendo este capítulo dos, es continuar con esa investigación, trabajar por encontrar más pruebas que les lleven al programa SEM, que es capaz de conectar en la distancia las conciencias humanas. Pero claro, no tenemos certeza de que las palabras de Kidman sean ciertas, así que hay que indagar por los escenarios, recabar información e ir matando en el camino a los enemigos. A pesar de que Mikami ya no dirige el título (lo hace John Johanas), Mikami ejerce de productor ejecutivo, así que esperamos que se mantenga intacta la forma de contar los hechos de este último por el bien de la inconclusa historia que ahora aparentemente se verá finalizada.

A lo largo de este capítulo 2 serán un total de 4 las escenas cinemáticas completamente dobladas (en esta ocasión al inglés) las que veremos, siempre con planos cercanos cuando hablan los personajes y algo más de fuerza en los diálogos, mostrando quizá más profundidad en el desarrollo de personajes que se presentan importantes en el futuro de la historia de esta secuela. The Evil Within 2 no será un juego de sustos necesariamente, de momentos en los que tengamos que levantarnos de la silla, sino de un constante encogimiento de hombros por la incesante sensación de peligro, de que si nos damos la vuelta podremos tener alguien amenazándonos. Es lo que ahora podemos llamar terror psicológico, que mantiene la línea de tensión sin tantos sobresaltos pero sin tantas caídas.

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Cosas por pulir, pero un gran paso hacia delante

Nos pareció algo innecesario tener que recorrer escenarios algo vacíos para dirigirnos desde la casa que comentábamos inicialmente hasta el lugar en el que termina el episodio. En ese camino se abrirá una pequeña rampa con varios coches; solo tendremos unas tres o cuatro balas, así que toca acercarse a los enemigos con sigilo para no ser descubiertos. Un indicador en la parte superior de la pantalla mostrará cuán pendientes están los zombis, si nos han descubierto o si están completamente distraídos. Es entonces cuando el título nos explica la mecánica del acercamiento por detrás para degollar a uno de estos seres. Eso sí, insistimos que las formas de acabar con los enemigos eran muy diversas.

Cabe mencionar algo que nos habéis preguntado en más de una ocasión por redes sociales, y es si habrá o no bandas negras: no las hay. El juego ocupa el cien por cien de la pantalla, toda la diagonal. Al fin y al cabo, no era necesario optar por ese recurso cinematográfico para hacer que The Evil Within 2 se sintiese como una película, porque podemos decir con sinceridad que las secuencias eran impresionantes. Al menos en la versión de PC y con el equipo que nos mostraron, el juego lucía impresionante, apoderándose en todo momento de la situación y sin dejarnos dejar de mirar a la pantalla.

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La presentación es fantástica, con muchos recursos del séptimo arte a la hora de grabar las escenas tanto en planos como en la utilización del sonido de fondo respecto a lo que se muestra en pantalla. Sebastian es un personaje con el que es fácil empatizar, que piensa en voz alta y que no oculta sus miedos: es una persona con temores, con inseguridad, con imperfecciones. El control está mejorado, aunque esperamos que termine estando todavía más pulido. En ocasiones aparecían los comandos de acción en pantalla cuando ni siquiera se podían ejecutar, algo que suponemos se debe a un problema de la build actual. En definitiva, The Evil Within 2 nos ha gustado mucho, más que la primera entrega a pesar de haberlo jugado durante solo una hora. Solo le pedimos a Tango que no haga demasiado guiado el progreso por los escenarios y que dé motivos para seguir confiando en el terror en tercera persona.

El próximo 13 de octubre The Evil Within 2 llegará a las tiendas para Xbox One, PlayStation 4 y PC, una de las grandes bazas de Bethesda para este año 2017.

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