Heroes of Skyrim: Los dragones llegan a The Elder Scrolls Legends

Con poco más de cuatro meses desde su lanzamiento en su versión final, The Elder Scrolls Legends ya ha recibido dos expansiones de cartas. La primera de ellas vino en forma de historia para un jugador con una temática basada en uno de los gremios más carismáticos de este universo: los Asesinos fueron los protagonistas de La Caída de la Hermandad Oscura, una manera de expandir el juego muy cercana a lo que eran las aventuras de Hearthstone, pero que el juego de Blizzard ya parece haber desechado definitivamente, y con la cual Bethesda podría seguir el mismo camino.

Para elegir la temática de su segunda expansión, Bethesda no lo tenía precisamente difícil. Si preguntáramos a cualquier persona con un conocimiento mínimo de los videojuegos sobre la entrega más célebre de The Elder Scrolls, pocos jugadores no eligirían la quinta entrega: The Elder Scrolls V: Skyrim. Con un port en camino para Nintendo Switch e incluso una versión para realidad virtual, hablamos de la iteración más popular de una franquicia que cuenta ya con más de 20 años a sus espaldas y que a buen seguro ningún fan del rol se habrá quedado sin probar. Dicho esto, ¿qué mejor que ambientar las nuevas 145 cartas en esta fría comarca donde tantos hemos pasado decenas, tal vez cientos de horas? Seguramente sea la mejor decisión posible para que The Elder Scrolls Legends se popularice entre el gran público, ya que ha conseguido atrapar a muchos aficionados al género gracias a su profundidad.

No creo que sea necesario ahondar mucho en las mecánicas de The Elder Scrolls Legends, ya que nuestro análisis es suficiente para ello, y es bastante recomendable echarle un vistazo antes si has llegado a este artículo por ser fan de Skyrim y sin embargo, no conoces el juego de cartas. El caso es que Dire Wolf Digital -que es el estudio a cargo del juego- ha sabido plasmar muy bien este maravilloso universo, con sus comarcas, sus razas, gremios, etc... pero nunca está de más dar la bienvenida a dragones, gritos, nuevas mecánicas e importantes personajes que todos conocemos gracias a nuestras andanzas por la comarca más al norte de Tamriel. Con solo unas semanas entre su anuncio en el E3 y su lanzamiento, os contamos todas las novedades que Heroes de Skyrim introduce en The Elder Scrolls Legends.

Cualquiera que haya jugado The Elder Scrolls V. Skyrim -es decir, prácticamente...cualquiera- recordará cómo funcionaban los Gritos: cada vez que encontrábamos una parte de uno de ellos, este se hacía más poderoso, y es justo eso lo que ha hecho Bethesda en forma de naipes, y de manera muy acertada, dicho sea de paso. Pongamos como ejemplo Aliento de Fuego, probablemente uno de los mejores, perteneciente al atributo Inteligencia: la primera vez que lo jugamos, infligiremos 2 puntos de daño a una criatura, la segunda, 4 puntos de daño, y la tercera -solo podemos llevar tres copias de cada carta como máximo-, 10 puntos de daño. Esta peculiaridad no solo ofrece una representación de los Gritos muy bien implementada, sino que añade un plus de estrategia en el sentido que puede que en los primeros turnos no sea necesario usar esos dos puntos de daño, pero con la partida avanzada, es muy probable que nos hagan falta los 10 para deshacernos de alguna mala bestia del rival.

Desde el punto de vista de un juego de cartas, los Gritos se han implementado de manera fantástica, aunque no todos están al mismo nivel de jugabilidad, evidentemente, y como ocurre en todo título del género.  Sin embargo, The Elder Scrolls Legends es un juego realmente exigente para quien quiera competir en rangos altos debido a la cantidad de cartas que podemos llevar en nuestro mazo, con las posibilidades en cuanto a sinergias que eso conlleva, algo que no ha hecho sino aumentar con esta expansión que le sienta realmente bien al juego.

En este sentido, si hay una especie de bestia que se hizo icónica en The Elder Scrolls V: Skyrim son los dragones, que entran con una fuerza inusitada en TES: Legends, tanta que desde ya mismo es posible hacerse una baraja muy competitiva basada en estos grandes reptiles. Llama la atención, desde un prisma negativo, la poca sinergia que había hasta ahora en las razas -salvo los orcos-, pero es algo que parece cambiar radicalmente con los dragones. Hablemos, por ejemplo, del emblemático Alduin, el Devorador de Mundos, un esbirro tremendamente poderoso que llama la atención por su gran coste de magia: nada menos que 20. Sin embargo, costará 2 puntos menos por cada dragón que  haya perecido durante la partida, y su efecto de Invocación -habilidad que ejecuta al entrar en juego- es devastador, ya que destruirá todas las demás criaturas en el tablero, además de, al principio de cada turno, invocar un dragón más de nuestro montón de descartes. También están presentes otros reconocibles como Paarthurnax o Eco de Akatosh, en el que valdrá la pena detenerse más adelante, así como algunos dragones más con atributos de todo tipo como Guardia, Profecía, Regeneración o incluso la posibilidad de conseguir un punto más de Magia, movimiento típico del atributo Resistencia.

Heroes de Skyrim destaca además por otros dos aspectos. Uno de ellos es, obviamente introducir personajes del videojuego tales como el daedra convertido en perro Barabas, Aela la Cazadora o Brynjolf, el miembro del Gremio de Ladrones que conocemos en Riften todos ellos, claro, representados en forma de carta legendaria. El otro es añadir, en general, nuevas cartas que fomentan el juego estratégico, centrado en definitiva más en el control que en la agresión, aunque esta también sea una opción. Bethesda sabe que si quiere competir con Hearthstone -es más competencia directa que Gwent en cuanto a mecánicas-, al fin y al cabo debe ofrecer algo diferente, y un metajuego más lento y con menos jugadas desequilibradas seguramente sea el camino más acertado.

En cuanto al balanceo, hay que destacar la rapidez con la que Dire Wolf ha reaccionado al detectar algunas cartas que presentaban mecánicas o habilidades que suponían un desequilibrio claro durante las partidas. Una de ellas era, como decía antes, Eco de Akatosh, que asignaba un rasgo al azar a cada carta de nuestro mazo, así como Comandante Pretoriana, que a pesar de un cuerpo débil para su coste (3/3 por 6 de magia), sumaba +2/+2 a las restantes cartas de la baraja. Si podíamos mantenernos con buena salud hasta el momento de jugar cualquiera de ellas, nos asegurábamos un juego tardío realmente potente… hasta ahora. La reacción del estudio ha sido rauda y el nerfeo a ambas -y a varias más- no se ha hecho esperar, lo que nos deja dos lecturas: por una parte, tal vez no se hubieran testeado lo suficiente en su momento previo al lanzamiento de la expansión, y por otro lado, quieren asegurarse de que los jugadores de The Elder Scrolls Legends se encuentran en todo momento un juego perfectamente equilibrado sin esperar a la reacción de estos, actitud que contrasta con la de Blizzard.