Uncharted: El Legado Perdido, Impresiones Finales
Probamos el spin off de Naughty Dog a menos de un mes de su salida, desgranando todas sus novedades
Despistados y de vacaciones. Con la marca del bañador y la sombrilla de la playa aún sin guardar. Así va a coger Uncharted a muchos usuarios. La próxima parada de la saga, Uncharted: El Legado Perdido, ya está a la vuelta de la esquina. Con un lanzamiento fijado para el próximo día 23 de agosto, queda menos de un mes para recibir al que sin duda es uno de los principales caballos de batalla de Sony lo que resta de 2017.
Sin embargo, y a pesar de tener la fecha tan proxima en el horizonte, parece que no hay nadie con ganas de hablar de él. De esta entrega no numerada de la exitosa franquicia, que estrena personajes protagonistas y mecánicas. Algo que pretendemos solucionar en el día de hoy, contándoos que nos ha parecido la última demostración que hemos probado antes de hacernos con una copia final del juego y ponernos con la prueba del algodón, su análisis.
Aunque en el fondo, si algo tenemos claro tras jugar al título, es que hay ciertos estudios no necesitan carta de presentación.
A menos que uno haya vivido recluido en Shangri-La, La Atlántida de las Arenas, la colonia pirata pérdida de Libertalia, o incluso en la isla secreta en la que yacía El Dorado, a buen seguro habrá oído hablar de la saga Uncharted. Qué demonios, hasta a dichos lugares ha llegado el mito de Naughty Dog y su archiconocida franquicia. Un seguro de calidad y saber hacer, un logo que anticipa que la aventura que tenemos en nuestras manos será sobrecogedora y épica, repleta de personajes carismáticos y grandes momentos, y deliciosa a nivel jugable.
Un mito al que todo apunta que se sumará El Legado Perdido.
¿Qué es Uncharted: El Legado Perdido? ¿Una nueva entrega, un DLC?
Al pan, pan, y al vino, vino. Uncharted: El Legado Perdido es una expansión de Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón. Sin más. No terminamos de comprender muy bien por qué, pero parece haber cierto miedo a definir así el proyecto. Una especie de tabú no admitido según el cuál está prohibido relacionar el juego con el termino «expansión». Bueno, en el fondo sí sabemos el porqué: marketing.
Sinceramente, ¿qué más dará? Blood and Wine no deja de ser un contenido descargable de The Witcher III y, aún así, nadie duda de su condición como una de las mejores experiencias del año pasado. Hasta se llevó el galardón a mejor título de rol de 2016 en The Game Awards. Aclamado por crítica y público, y éxito de ventas, es la mejor de las muestras de que no hay nada malo en hacer gala de semejante etiqueta. Expansión, sí, ¿y?
Por tanto, que nadie os engañe o confunda, Uncharted: El Legado Perdido es una expansión de Uncharted 4. El juego trae incluído el multijugador de este último (con todos sus DLC) y es un déjà vu constante en lo que a mecánicas y propuestas se refiere. Ahora bien, que lo sea no quita para que, creednos, también tenga pinta de ir a ser una de las mejores aventuras que podremos vivir este año en nuestra PlayStation 4. Al fin y al cabo, Uncharted 4 nos pareció un título de 10, y siempre es una delicia ampliar tamaña odisea.
Hay mecánicas nuevas, sí, y ahora entraremos en ellas, pero son muy pocas, y a la hora de la verdad, el título se asemeja más a su antecesor de lo que cabría esperar tras aquellos primeros vídeos y demostraciones. Si os gustó Uncharted 4, os gustará El Legado Perdido. Quizás ya no sorprenda y tenga el mismo impacto, pero la esencia y el sello de calidad de Naughty Dog parecen seguir ahí.
Ejemplificando, hemos jugado una misión que parecía un calco de aquella vivida en Madagascar, a bordo de un jeep con Nathan, su recién descubierto hermano y nuestro querido Sully. En esta ocasión íbamos con Chloe y Nadine, pero por lo demás, todo era prácticamente igual. Hasta el vehículo parecía el mismo solo que con otro color. Se trataba de atravesar en coche (o a pie, según nuestro grado de valentía), un escenario muy amplio con distintos caminos que acababan confluyendo en un mismo punto. Durante el recorrido había zonas donde pararse y bajar a explorar, y puestos llenos de enemigos (a los que podíamos derrotar a base de acción o sigilo, o de los que podíamos huir si preferíamos evitar el conflicto, tal y como ya nos dejaba hacer Uncharted 4).
Asímismo, también estaban todas las herramientas y posibilidades de su antecesor: el gancho, la hierba alta para esconderse, saltar desde una plataforma superior para noquear al instante, el sistema de plataformas de siempre, armas y enemigos cortados por el mismo patrón... Hasta los elementos que desaparecieron en Uncharted 4, como la posibilidad de devolver las granadas a nuestros enemigos, siguen en las mismas, perdidos en combate. Se juega tal y como se hacía en el último capítulo de la franquicia. A nivel jugable no hay nada nuevo de peso, nada inédito que debamos aprender o probar. Las novedades que hemos visto están en el planteamiento y el peso de la exploración.
El juego no ha cambiado su propuesta, que conste. Sigue siendo una aventura lineal y muy cinematográfica, que se centra en la acción y cuenta con secciones de plataformas guiadas, así como con ligerísimos puzles, como siempre. Ahora bien, esta ocasión Naughty Dog ha querido darnos algo más de libertad y ha dado mucho más protagonismo a la exploración de los escenarios. Eso ha sido lo que ha querido mostrar en la última demostración a la que nos ha permitido acceder, pocos días antes de que nos hagamos con la versión final.
El nivel del coche de Nadine y Chloe del que hablábamos antes es el más grande que se haya visto nunca en Uncharted, por ejemplo, hasta el punto de que tenemos un mapa desplegable con el touchpad que nos recuerda al de Far Cry 2 y nos permite decidir qué camino tomar. Sin él hasta podríamos perdernos. Quién nos iba a decir a nosotros que podríamos llegar a necesitar semejante herramienta en un título de la saga Uncharted.
Según íbamos recorriendo y explorando el escenario, Chloe iba escribiendo y apuntando más y más cosas en el mapa, dejando marcas en los lugares ya explorados y señalando aquellos aún pendientes. A veces llegábamos a unas ruinas no marcadas y, tras explorar su interior, salíamos, no solo con más tesoros, sino también con nuevos objetivos en nuestro plano. Y sorprendentemente, a veces hemos ido a lugares que sí estaban marcados y nos ha costado comprender cómo proceder y conseguir lo que habíamos ido a buscar. Hay mucha más sensación de exploración, y es más satisfactorio. Se acabó aquello de entrar en la cueva, esperar el destello cegador que nos dice dónde está el objeto buscado, cogerlo y volver por el mismo camino por el que habíamos entrado.
Muchos de los objetos son secundarios, pudiendo ir al grano con facilidad si lo que queremos es progresar en la historia, pero a diferencia de los coleccionables de anteriores entregas, ahora sí tenemos la sensación de estar descubriendo nosotros las cosas al recogerlos (y no de seguir una mera guía), incitándosenos a seguir buscando y explorando. Había que destruir muros que daban a cámaras secretas, esquivar patrullas de enemigas que paseaban justo encima de los objetos, subir atalayas que parecían no poder escalarse por la vegetación... etcétera.
Eso sí, como decíamos, el juego no ha cambiado su propuesta. Esto no es la tónica general, que presuponemos más marcada por los tiroteos y la adrenalina. Después de todo, este era el nivel más grande y explorable y apenas nos ha llevado una hora. Que nadie espere un sandbox a pequeña escala o una nueva experiencia centrada en solventar complejos puzles y recorrer cada rincón del escenario. Aunque todo esto está por ver.
Al igual que el mapa y los nuevos y satisfactorios coleccionables, ahora paseando por los escenarios hemos descubierto nuevas formas de introducir la narrativa. En The Last of Us y Uncharted 4 salía un triangulito sobre la cabeza de nuestros compañeros y debíamos pulsar dicho botón para iniciar un diálogo. Aquí es más natural, y se simula con Chloe tirando fotos. Podremos tomar instantáneas de momentos concretos que darán lugar a más líneas de conversación con la que conocer más detalles de la trama y profundizar en ella. La última novedad está precisamente en la búsqueda de nuevos coleccionables, donde ahora habrá que forzar arcones militares con un minijuego de ganzúa de inédito.
Lo cierto es que es demasiado sencillo como para siquiera suponer un reto, pero se agradece la inclusión de cosas nuevas en el juego.
¿De qué va la historia? ¿Por qué Chloe en lugar de Sullivan?
El estudio empezó a trabajar en El Legado Perdido en julio de 2016. Evidentemente por aquel entonces no sabían que se llamaría así, ni quién lo protagonizaría. Apenas eran conscientes de sus ganas de ampliar la experiencia de juego para un solo jugador. Dado el final de Uncharted 4, descartaron emprender nuevas aventuras con Drake y Elena, con los que por el momento consideran haber cerrado un ciclo. Entonces empezaron a buscar entre su enorme abanico de secundarios. Les gusta mencionar, que por valorar, hasta llegaron a considerar que el nuevo personaje principal fuera Eddy Raja, al que recordaréis del primer título de la saga.
En cualquier caso un mes después, en agosto de ese mismo año, ya lo tenían claro: Chloe y Nadine.
Les agradaba la idea de que fuera Sullivan y veían con más sentido hablar más del hermano de Drake, pero no se perdonaban haber reducido a Chloe a un papel tan nimio en Uncharted 3, así como haber prescindido de ella en la cuarta entrega. El personaje, que irrumpió en Uncharted 2 y se ganó el cariño de propios y extraños a pesar de ser la rival de Elena (en el corazón de Nathan y de todos nosotros tras la primera entrega), no había dado más señales de vida aún con todo lo que podía llegar a ofrecer.
Y del mismo modo su compañera no podía ser otra sino Nadine, uno de los más llamativos de Uncharted 4, cuya última acción en pantalla dejó cuentas pendientes y ganas de saber más de ella. Por lo que hemos visto nosotros la química entre los personajes funciona y el choque de personalidades nos va dar grandes escenas y momentos a lo largo de la aventura.
Se sitúa tras los acontecimientos de Uncharted 4. En esta situación, Shortline, la empresa de mercenarios de la que es líder Nadine, está prácticamente acabada. Los hermanos Drake han diezmaron demasiado sus filas e hicieron estragos en el grupo paramilitar, por lo que Nadine está al acecho de un trabajo que le permita resurgir y levantar de nuevo su ejército personal. A su vez, Chloe sigue haciendo de cazafortunas y anda detrás del Colmillo de Ganesha, un poderoso objeto de la Dinastía Hoysala (parte del impersio del sur de India entre los siglos X y XIV), que parecía tener el poder de hacer obedecer a los subditos de sus distintos reyes.
Ambas aunarán fuerzas para buscarlo, para lo que primero colaborarán con otro grupo de soldados, encabezados por Asav, nuestro nuevo archienemigo (y parece que algo por encima de la media de los últimos). Como ya sabemos, no hay honor entre ladrones, y a base de traiciones, Chloe y Nadine acabarán juntas y huyendo de Asav al tiempo que emprenden la buscan del Colmillo de Ganesha, cubierto de oro.
La historia estará muy centrada en los valores de Chloe, que acostumbra a no darle importancia a las cosas, se debate entre la arrogancia y la insolencia, y cuenta con su humor tan socarrón. Le cuesta comprometerse y suele salir por patas cuando las cosas se complican. Parece que la búsqueda del objeto le tocará de manera personal, estando relacionada con su padre y sus orígenes, y esta vez no podrá huir, teniendo que enfrentarse a sus miedos y emociones.
A pesar de los personajes protagonistas y de la cantidad de caras nuevas, parece ir a ser tan emotiva como siempre, y tiene una pinta magnífica. Las pocas cinemáticas que hemos visto ya confirman a Chloe como un personaje más que a la altura del legado a sus espaldas.
¿Cuánto dura Uncharted: El Legado Perdido?
Hemos tomado la mala costumbre de hablar una y otra vez de la duración de los videojuegos cuando, al fin y al cabo, lo que importa es la calidad y no la cantidad. Sin embargo, hay veces en la que se trata de una cuestión ineludible. Ocasiones como la presente en la que, con el sello de Naughty Dog detrás, la calidad parece un hecho garantizado, quedando solo por ver cuánto tiempo podremos disfrutar de ella.
La semana pasada el juego fue presentado en sociedad en Madrid, y durante el evento hubo ocasión de preguntar a la propia desarrolladora sobre este mismo tema. El estudio californiano no se atrevió entonces a dar una cifra aproximada, aunque sí confirmó que, si bien el juego no alcanzará la duración media estimada para Uncharted 4, sí que superará a los primeros tres títulos de la saga en dicho apartado. Nosotros suponemos, por tanto, que se situará en torno a las 12 horas. Nada mal, la verdad. En HowLongToBeat se apunta a una media de 15 horas para superar el modo historia de Uncharted 4, por las 9 horas del tercero, las 10 y media del segundo, y las 8 y poco del primero.
Por lo que, lo dicho, imaginamos que se situará entre las 10 y las 15 horas de duración.
Se trata de uno de los principales motivos que han llevado a Naughty Dog a no querer tildarlo de expansión. Left Behind, el contenido descargable de The Last of Us que sí fue considerado como tal, contaba en su día con una longevidad que lo situaba entre las 2 y las 4 horas de juego.
Por comparar ambición y envergadura.
Un nuevo alarde audiovisual
Cada vez es más difícil verse sorprendido por los los trabajos de los estudios first party de Sony, que han logrado que empiecen a verse con naturalidad los espectaculares despliegues audiovisuales de sus distintas obras y proyectos, que siempre buscan sacar el máximo partido posible a la plataforma de la compañía. Es el caso de El Legado Perdido, que volverá a deleitarnos en PlayStation 4 con un apartado gráfico de escándalo.
Está en la línea de Uncharted 4, y es posible que haya menos diferencia con él de la que había entre Uncharted 2 y Uncharted 3, pero lo cierto es que el cierre de la saga apenas ha celebrado un aniversario y a día de hoy aún tiene de qué presumir. Por tanto, y a pesar del parecido, el título será de lo más puntero a nivel técnico de la consola, aunque por desgracia se quedará otra vez con una tasa fija de 30 imágenes por segundo. Por lo demás, nosotros hemos tenido ocasión de verlo en una PS4 Pro haciendo uso de la resolución 4K (dinámicos) y el HDR (High Dynamic Range), y qué podemos decir, es un auténtico portento.
Quizás sí valga la pena mencionar que también hemos visto más popping del habitual, algo que podría deberse bien al escenario del que hablábamos antes, aquel en el jeep con Chloe y Nadine, que era el más amplio que se haya visto nunca en la franquicia, o bien a que estábamos probando una versión que no era la definitiva. Dicho popping y el pelo de Chloe, algo raro, serían quizás las mayores pegas que le encontramos, pero solo valdría la pena citarlas en caso de ponernos puntillosos y querer buscar los tres pies al gato.
El juego luce de miedo y hasta se ha evitado reciclar animaciones. Todos los movimientos de Chloe son genuinos, para intentar evitar la sensación de que se trata de un skin de Drake. Los gráficos no es un campo donde palidezca, precisamente. Sobra decir que el conjunto audiovisual viene aderezado con un excepcional doblaje al castellano y una banda sonora a la altura de la franquicia, que nos ha puesto los pelos de punto en más de una ocasión con sus geniales temas principales. Siempre amoldándose a esa nueva ambientación, ahora india.
Como decíamos, hay ciertos juegos no necesitan carta de presentación. Que a menos que uno haya vivido recluido en Shangri-La, La Atlántida de las Arenas, la colonia pirata pérdida de Libertalia, o incluso en la isla secreta en la que yacía El Dorado, habrá oído hablar de la saga Uncharted. Qué demonios, hasta a dichos lugares también ha llegado el mito de Naughty Dog y su archiconocida franquicia. Un seguro de calidad y saber hacer, un logo que anticipa que la aventura que tenemos en nuestras manos será sobrecogedora y épica, repleta de personajes carismáticos y grandes momentos, y jugablemente... deliciosa.
Sí, seguimos insistiendo en que, lo llamen como se llamen, es una expansión de Uncharted 4 dados sus orígenes, los pocos cambios que presenta y, en definitiva, todo lo que bebe de su antecesor. Pero aún así, ¿qué más dará? Tiene al estudio californiano detrás y esa es cuanta etiqueta necesita. Hubo títulos como Crash Bandicoot 4: La Venganza de Cortex o Jak & Daxter: The Lost Frontier que eran títulos totalmente nuevos y no por ello innovaban o mantenían el estándar de calidad de sus respectivas sagas. Que no por ser "nuevos" ofrecían más que El Legado Perdido.
El juego ha hecho menos ruido del que quizás merezca, y se antoja un imprescindible de PlayStation 4 para este final de 2017. Esperemos que en cuestión de días rubrique semejante estatus en su análisis y, quién sabe si no nos sorprenderá con más novedades y pinceladas de genialidad de las que esperamos.
Confiamos en Chloe. Fe ciega en ND.
- Aventura
- Acción
Uncharted: El Legado Perdido es una nueva entrega de la saga de aventura y acción Uncharted a cargo de Naughty Dog para PlayStation 4 protagonizada por Chloe Frazer y Nadine Ross. Para poder recuperar un mítico artefacto indio e impedir que cierto especulador bélico se haga con él, Chloe Frazer debe hacerse con los servicios de la famosa mercenaria Nadine Ross, de quien no se sabía nada desde Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón. Ambas tendrán que dirigirse al corazón de las montañas de la India y aprender a trabajar en equipo para poder resolver el misterio del artefacto, abrirse camino a través de una fiera oposición y evitar que toda la región termine sumida en el caos...