Yakuza Kiwami, Avance
La primera aventura de Kazuma Kiryu vuelve con una remasterización que va más allá de un lavado de cara, introduciendo nuevas líneas argumentales y novedades mecánicas donde Goro Majima tiene especial protagonismo.
Avance de Yakuza Kiwami
Por mucho que guste la franquicia Yakuza a un núcleo importante de jugadores, hay que reconocer que el título de SEGA es, sin lugar a dudas, un juego de nicho. Una historia basada en la mafia japonesa, sus tejemanejes y dramas, contada con decenas de largas cinemáticas. Una variación del mundo abierto que apuesta por un pequeño espacio con mucha atención al detalle más que por territorios hiperbólicos. Un sistema de combate que recuerda más a los beat’em up de antaño que a los actuales. Y todo ello, rodeado por cada costado con un sentido del humor muy, pero que muy japonés.
Pero esa mencionada base de jugadores se lanzan a por cada entrega sin pensárselo dos veces, obviando la falta de traducción al castellano en nuestro país y agradeciendo las claras diferencias culturales entre jugador y obra. Y en los últimos tiempos el boca a boca ha causado efecto. Cada vez más jugadores se lanzan a la saga, y la última entrega publicada aquí, Yakuza Zero, iba dirigida con su carácter de precuela a una iniciación para todos esos jugadores. El título que llega a nuestro territorio a finales de agosto persigue el mismo objetivo.
Yakuza Kiwami es una “remasterización” de la primera entrega que apareció en PlayStation 2 a finales de 2005. Una celebración de los diez años que cumplía la franquicia cuando este se lanzó en Japón. Pero si ponemos entre comillas la palabra remasterización es porque Kiwami va más allá de un lavado de cara de las texturas, la resolución y el sonido. Se trata de una réplica fabricada prácticamente desde cero del juego que lo comenzó todo, usando para ello el motor gráfico usado en Zero, mostrando un apartado visual relativamente actual que funciona a 1080p y 60 fotogramas por segundo junto a un doblaje en japonés inédito en Europa regrabado por las voces originales.
Añade, además, nuevo contenido a la primera aventura de Kazuma Kiryu: 50 historias independientes que lo relacionan con la mencionada precuela; una historia que desarrolla al antagonista del juego, Nishikiyama; un sistema de combate mejorado que retoma las bases de Yakuza Zero y nuevas acciones para los combates contra los jefes finales. Sin embargo, tras poder deambular por un Kamurocho lleno de vida, comercios y neones durante unos 30 minutos, las novedades más importantes nos han parecido otras.
En el código que hemos podido probar, el mismo que estaba disponible en el E3 2017, acompañábamos a Haruka, una niña huérfana que busca a su tía y a la que Kiryu ha decidido ayudar, pues su familiar tiene el mismo nombre que un antiguo amor del protagonista. No pudimos meternos en misiones principales o avanzar en el argumento, sino que nuestra partida estaba enfocada a ir satisfaciendo los caprichos de la niña (“cómprame tal amuleto”, “quiero tal bebida”…) por las tiendas de Kamurocho e ir probando minijuegos.
De estos también se han incluido un buen puñado que no estaban en la versión original. Los minijuegos, ya tengan que ver con recreativas o con juegos de toda la vida, son un recurrente en la saga y uno de los principales alicientes de los que se introducen en ella. Aquí pudimos ir a la bolera, donde hay distintos tipos de bolas cada una con su peso y sus propias físicas. También pudimos participar en carreras de coches eléctricos al más puro estilo Let’s & Go o participar en una especie de juego de lucha basado en el piedra/papel/tijera donde las protagonistas eran luchadoras de MMA con poquita ropa y vestidas como si fueran insectos. Lo dicho, el humor japonés.
La vuelta de tuerca aquí está en Goro Majima, un personaje que conocerá bien quien jugara a Yakuza Zero. El sistema más interesante de los implementados en esta remasterización se llama “Majima Everywhere” y, como el nombre indica, se trata básicamente de que este archienemigo loco de Kiryu puede aparecer en cualquier momento y retarnos. Y su habilidad en todas las áreas es envidiable, ya sea en los bolos o en los coches eléctricos; el efecto que crea, tras caer derrotados una y otra vez, es que sea un rival a batir conforme nos vayamos haciendo más fuertes (y más conocedores de las mecánicas) y a su vez, estar en un estado constante de tensión al estar preocupados de que aparezca. Eso sí, caer derrotados ante él no tiene ninguna penalización, ni en los minijuegos ni en los combates.
Y es que, si Kazuma Kiryu ya estaba suficientemente amenazado al pasear por un barrio donde los grupos de la yakuza, los pandilleros y otras bandas aprovechan cualquier momento para darle una paliza, ahora hay que sumar a la ecuación de las tortas a Majima. Da igual que estemos paseando junto a Haruka. Majima puede aparecer de repente para combatir contra nosotros en un intento de que nos hagamos más fuertes. Y al igual que en los minijuegos, es prácticamente imbatible con sus piruetas, esquivas y una barra de vida inacabable. Eso sí, tras cada confrontación vamos aprendiendo de él, obteniendo combos de su sistema de combate que harán que mejoremos poco a poco y complementemos los cuatro estilos de lucha de Kiryu.
En definitiva, si de Yakuza Zero ya decíamos en su día que era la mejor entrega para entrar en una saga tan personal y diferente como esta, tras unos minutos con Kiwami solo podemos decir que apunta a lo mismo pero con sistemas muy interesantes que habrá que ver cómo se desarrollan en el tiempo. Es decir, que necesitamos más horas con el título para responder a preguntas como “¿se harán las constantes apariciones de Majima pesadas?” o “¿ha evolucionado lo suficiente el combate?”. Lo sabremos el próximo 29 de agosto cuando Yakuza Kiwami llegue para PS4 a precio reducido.
- Acción
- Aventura
Yakuza: Kiwami es un remake de la aventura de acción original Yakuza de PlayStation 2 a cargo de Sega para PlayStation 4, PC, Xbox One y Switch con notables mejoras gráficas. Conviértete en Kazuma Kiryu, un integrante de la yakuza que asume la culpa por el asesinato de un jefe del crimen organizado. 10 años después, sale de la trena y se encuentra un mundo muy distinto al que dejó.