Monster Hunter World, la sorpresa del E3

Monster Hunter World de la mano de Ryuozo Tsujimoto 

Fue en la conferencia del E3 cuando tuvimos constancia que Monster Hunter volvía a las plataformas sobremesa y lo hacía con World. Varios años de desarrollo y tomado como la quinta entrega numerada -aunque sin número- podemos decir que este juego multiplataforma (saldrá en PC, PS4 y One) es una de las gratas sorpresas que nos deja el E3 de 2017. Sobre todo tras haber poder comprobado como su jugabilidad pretende dar un salto cualitativo importante respecto a sus predecesores. Esto es lo que hemos visto de la mano de su creador, Ryozo Tsujimoto. Mucho más que salir de caza.

Capcom ofrecía sus slots a los medios de comunicación para probar sus productos con un pack: por un lado, jugar a la demo de Marvel vs Capcom: Infinite. Por otro, conocer de primera mano una nueva IP no anunciada. Tras la conferencia de Sony quedaba claro que esa nueva entrega desconocida era Monster Hunter World, un juego que quería proponer al jugador, en palabras de la compañía, un mundo totalmente interactivo donde no solo se sale de caza sino que se debe aprender a interactuar con el entorno a la hora de combatir contra los monstruos. El hands off mostrado durante más de 20 minutos convence de las posibilidades de esta nueva iteración.

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Todo empieza en un campamento donde el protagonista recibe el encargo de cazar a un monstruo de dimensiones considerables en una zona bastante alejada de un mapa de tamaño considerable. A la que empezamos la aventura vemos como un enorme escenario repleto de vegetación y animales nos rodea. Ahí se muestra como la naturaleza actúa de manera autónoma, con animales atacándose entre ellos. Y dejando la sensación que el protagonista pasa totalmente desapercibido en medio de estos bichos. Es entonces cuando aparece un lagarto de enormes dimensiones y se come un dinosaurio como si nada. Ni uno ni otro son hostiles con el cazador, que decide seguir a dicho lagarto gigante. Llegados a cierto punto, se ve como el animal escupe parte de lo que se había tragado para que sus pequeños puedan comer. Visto esto, toca seguir el rastro del objetivo.

Por el camino el creador de la saga muestra varios elementos a tener en cuenta. El primero, que podemos recolectar todo tipo de recursos (hierba, setas, comida) mientras vamos avanzando. El segundo, que las luciérnagas sirven para marcarnos el camino a seguir. También que contamos con un dispersor que permite despistar enemigos o hacerlos mover a nuestro antojo para crearles una trampa. Cuando llega al objetivo, esta especie de T-Rex al que tenemos que vencer se encuentra dormido. Aunque sería lógico pensar que lo mejor es aprovechar el momento, lo cierto es que la zona es especialmente cerrada y podría ser el fin del cazador. Por eso lo que hace es despertarlo de un ataque, esconderse en los matorrales cercanos a lo Assassin’s Creed y esperar a que salga de la cueva.

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Una vez en una zona mucho más amplia, empieza la batalla. Entre las mecánicas que el jugador tiene disponibles está la de saltar encima del monstruo como si de Shadow of the Colossus (en el caso de Capcom, como Dragon’s Dogma) se tratara mientras la enorme espada del protagonista se clava en el lomo y cabeza del enemigo. Es en ese momento cuando el dinosaurio queda atrapado en unos matorrales y cae al suelo, permitiendo atacarlo con más fuerza. Es una de las situaciones que más repiten desde Capcom: aprovechar todo lo que hay a nuestro alrededor para acabar con los objetivos y, como el hecho de tener un entorno vivo, provoca que haya situaciones diferentes en cada partida. Tras golpear al enemigo varias veces, éste enfurece y pasa a un nuevo estadio, más agresivo y capaz de lanzar fuego por la boca.

Aquí vemos más mecánicas contextuales. A base de guardias y evasivas atraer al dinosaurio a una zona desde la que hacemos caer unas rocas encima de él o, contra pronóstico, la aparición del anterior lagarto gigante que intenta comérselo… Sin éxito. Mientras ambos bichos se dan de lo lindo, el usuario aprovecha para engancharse a una zona elevada con una especie de gancho y dejarse caer para golpear de manera crítica la cabeza del dinosaurio.

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En este punto, y cansado de luchar, el objetivo empieza a escapar del jugador, pero lo mejor está por llegar. El creador del juego intenta medio guiar al monstruo hasta llegar a una zona elevada. Allí, hastiado, intenta atacar al personaje una vez más… Hasta que aparece un enorme Rathalos, una bestia voladora que ve como le han invadido su nido. Empieza a atacar y golpear al dinosaurio, que acaba escapando de allí cada vez más moribundo.

En este punto, Tsujimoto decide volver al campamento antes de asaltar definitivamente al monstruo, que ha vuelto a su guarida, y cambia por completo el equipo. Lo que parecía una build de espadón y fuerza digna de Souls pasa a ser una especie de máquina de matar con metralletas. trae consigo un arma pesada repleta de proyectiles de todo tipo con la que prepara el golpe final. Vuelve a la guarida y allí prepara una trampa eléctrica. Se acerca al dinosaurio, lo provoca, se deja caer por un hueco  y espera pacientemente que venga corriendo… Hasta dicha trampa. Una vez electrocutado ahí, empieza el show más digno de un shooter que de un Monster Hunter. Ensalada de disparos con todo tipo de balas hasta que el monstruo, finalmente, cae. Objetivo cumplido.

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Del juego ya se sabe que no tendrá zonas separadas sino que todo será un mundo unificado sin tiempos de carga, ciclos de día y noche que afectarán al tipo de enemigos que encontremos según cada momento y un modo multijugador que todavía no se ha mostrado al detalle pero que ya se sabe que permitirá hacer equipos antes de empezar, tener “invocaciones” a media partida y partidas de un total de cuatro jugadores a la vez. También vimos el uso de algunos trajes (por ejemplo uno de camuflaje que permitía escapar a la visión del dinosaurio) y Capcom confirmó la cifra dada por Gematsu el día anterior: habrá 14 tipos de armas diferentes para usar. El juego llega en 2018, y las sensaciones son más que buenas salvo algunos detalles técnicos que se pudieron ver en la demo: clipping en varios momentos y algunos monstruos flotando sin tocar suelo firme en ciertas zonas, algo que eso sí se corregía a los pocos segundos.