Tacoma, el sucesor de Gone Home

Fullbright, quienes en 2014 nos trajeron el emotivo walking simulator Gone Home, ha anunciado en este E3 2017 la fecha de salida (el 2 de agosto a Xbox One X, Xbox One y Windows 10) de su nueva y esperadísima aventura, de la que hoy os traemos un pequeño avance. 

Durante la feria angelina de este año, el estudio nos ha permitido hacernos una idea sobre la ambientación del juego: una aventura gráfica en primera persona dentro de una nave espacial. En ella encarnaremos Amy Ferrier, una contratista independiente que ha sido enviada a la estación de transferencia lunar Tacoma y cuya tripulación ha desaparecido en misteriosas circunstancias, que deberá desvelar.

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Reconstruyendo la historia mediante recuerdos

El juego promete mecánicas similares a Gone Home. Exploraremos el entorno e iremos conociendo la historia y personajes a través de los detalles con los que interactuemos durante la partida. De Fullbright esperamos un cuento interactivo tan lleno de emotividad como Gone Home, en el que accedíamos a las vivencias más íntimas de sus personajes —y, de concreto, de Sam— mediante cartas, fotografías y objetos personales como frascos de tinte o tampones. Con cada uno de estos recuerdos, se desbloqueaba un audio con nuevos detalles sobre la historia.

En Tacoma se seguirá una mecánica similar, pero con un añadido: en la nave encontraremos grabaciones que activarán hologramas en tiempo real que se podrán pausar, rebobinar y reproducir tantas veces como se quiera, y en los que contemplaremos vivencias de la tripulación. De este modo, podemos apreciar nuevos matices de cada secuencia en cada visionado, o refrescar recuerdos nuevos al obtener nuevas pistas para comprenderlos mejor. La exploración será libre, y las vivencias que recolectemos no seguirán un orden lineal, con lo que se promoverá la idea de reproducir los hologramas más de una vez para completar el puzzle sobre el misterio que envuelve a Tacoma y a la desaparición de su tripulación.

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Un walking simulator de ciencia ficción

Como es habitual en los walking simulator, no habrá enemigos, ni amenazas que pongan en peligro nuestra vida, ni siquiera nos enfrentaremos a un desafío jugable que ponga a prueba nuestra habilidad con el mando. El alma del juego residirá en la narrativa, en las emociones que vivamos durante la exploración; una exploración en la que podremos emplear el tiempo que deseemos. Amparados por la soledad descubriremos una Tacoma magistralmente ambientada gracias en parte a su apartado sonoro, que será, en gran medida, silencio. Un silencio interrumpido únicamente por el ambiente, las voces de los personajes y, sobre todo, la voz de Odín, la inteligencia artificial que dirige el funcionamiento de la estación. Asímismo, habrá secuencias en gravedad cero, en las que podremos examinar objetos flotando junto a nosotros, lo cual supone un ingrediente interesante más para este cuento interactivo de ciencia ficción espacial. Dicha gravedad cero nos permitirá acceder a pasillos y secciones que antes no estaban disponibles, e incluso a contemplar la nave desde nuevos ángulos que nos proporcionen nuevos elementos para examinar y, por lo tanto, nuevas pistas.

A nivel visual el juego presenta unos gráficos humildes, pero efectivos y cuyos detalles aún pueden pulirse. Cabe mencionar que, al igual que Gone Home, las fotografías de personajes (tanto a las que tengamos acceso como a las que figuran encima de los hologramas) poseen unas texturas muy detalladas y realistas, lo cual les dota de mayor humanidad y cercanía, pese a no estar presentes en el espacio de juego. A su vez, se aprecia una elogiable diversidad racial y estética en la tripulación, lo cual aporta autenticidad a la historia y sus personajes. A nivel sonoro, además del acertadísimo efecto de no incluir banda sonora más allá de las voces y el ambiente, Tacoma ofrece un doblaje muy naturalista, tanto en los humanos como en el propio Odín.

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Con lo poco que hemos visto, Tacoma promete un título al que jugar sin prisas, en el que perdernos mientras desenvolvemos poco a poco una historia que, dentro de la fantasía contemplada en un mundo de ciencia ficción, resultará tan cercana y viva que nos derretirá el corazón.