Fire Emblem Warriors, Impresiones E3
Probamos la versión de Nintendo Switch de esta nueva adaptación de la saga Fire Emblem al mundo de los musou desarrollados por Omega Force. Primero fue Hyrule Warriors, ahora es el turno de la saga de Intelligent Systems.
Ya hemos probado Fire Emblem Warriors
Fire Emblem Warriors se anunció como una de las primeras propuestas que iban a llegar a Nintendo Switch. Además, con todo el sentido del mundo: hace tiempo que Omega Force está apostando por exportar el formato Musou a licencias de renombre. Lo hemos visto con Hyrule Warriors o con los todavía mejor adaptados Dragon Quest Heroes. Si a eso añadimos que el elenco de personajes míticos de la saga da para un juego de acción -solo hace falta verlos en movimiento en Smash Bors- la unión parecía más que cantada de hacía tiempo. Estamos hablando de una saga consolidada con más de 25 años de historia a sus espaldas, una larga decena de títulos lanzados hasta la fecha que, precisamente ahora, es cuando mejor estado de salud tiene gracias a su consolidación en Occidente tanto a nivel de crítica como sobre todo de ventas. Su adaptación al formato musou es algo que sobre el papel suena a las mil maravillas, pero no por ello va a ser fácil realizarlo. Fire Emblem Warriors, por una parte, es lo que se puede esperar de esta fusión; pero por otra, tal vez se presenta -al menos en la demo que hemos podido probar- más conservador de la cuenta.
Y es que si algo había demostrado la compañía en sus últimas aventuras es que sabía combinar los mundos que se mezclaban con acierto. Por ejemplo: en Hyrule Warriors veíamos mecánicas de la saga Zelda como ciertas armas y maneras de acabar con los jefes finales (ese Dodongo y las bombas). En Dragon Quest Heroes iban más allá y teníamos elementos roleros bien introducidos en lo que no dejaba de ser un juego de acción masivo. Pero en Fire Emblem Warriors no hemos encontrado, al menos en estos compases, esas pequeñas características de la saga de estrategia por turnos. En cambio hemos dado con un beat’em up masivo frenético y muy vistoso.
Lo primero que se nos explican son los controles, repletos de opciones para el jugador. Tenemos dos tipos de ataque, más flojo y más fuerte, un botón para hacer las evasivas y un cuarto para los ataques especiales. Son característicos de los personajes que controlamos y quien haya jugado a los juegos de la serie lo verá al momento. Por ejemplo, Corrin se convierte en bestia para destrozar a sus enemigos. La barra de ataques especiales se carga en dos fases, de tal manera que esta habilidad puede usarse más o menos a menudo o se puede guardar para un ataque súper devastador. El juego cuenta con lock on para marcar a los enemigos importantes, cambio al momento entre personajes con tan solo pulsar la cruceta y gestión de inventario con varios objetos.
Los cuatro protagonistas que pudimos controlar a lo largo y ancho del mapa son Rowan, un personaje creado para esta entrega; Marth, de Fire emblem: Mystery of the Emblem; Chrom, de Fire Emblem Awakening y Corrin, de Fire Emblem Fates. Cada uno tiene sus ataques especiales propios, pero no hemos visto grandes diferencias en el control como podía pasar en otros de los juegos mencionados donde no es lo mismo atacar con uno que con otro. Eso sí, están recreados con fidelidad tanto a nivel de diseño como en sus movimientos característicos. Ante ellos nos encontramos otros nombres relevantes de la serie como pueden ser Ryoma y Lianna, que al menos en la demostración que jugamos estaban como enemigos a vencer en cierto momento del título.
La acción se desarrolla de una manera muy familiar. El juego nos va indicando varias misiones que debemos realizar a lo largo de un mapa donde hay centenares de enemigos esperándonos y enfrentándose también a nuestro ejército. Desde ir a acabar con un bastión hasta defender una zona concreta, ayudar a un aliado que se encuentra en peligro, matar un objetivo concreto antes de que llegue a cierta zona y acabar con el jefe final de turno. No hay ninguna sorpresa en un juego en el que básicamente todas las misiones que hemos probado durante nuestra demostración se reducían a aniquilar a todo lo que se nos ponía por delante. Es aquí donde hay cierta ambivalencia ante lo que nos encontramos. Por un lado, tenemos una acción veloz y muy bien ajustada, con probablemente la mejor gestión de ataques especiales y de combos que recordamos en Omega Force por lo bien hilvanadas que están las acciones que podemos hacer. Pero por otro, no deja de ofrecer pocas sorpresas en lo que desarrollo de la fase se refiere, con objetivos básicos y muy conocidos para el usuario del género.
A nivel audiovisual el juego cumplía sin más. El rendimiento era bueno, tal vez hemos notado algún pequeño tirón en cierto momento, y con un diseño de personajes, sobre todo los protagonistas, perfectamente adaptado a su diseño en la saga de Nintendo. Son reconocibles, se mueven de manera fluida y tienen un moveset fácilmente identificable con ellos. Eso sí, a cambio teníamos un escenario algo vacío y de poco detalle -algo que acostumbra a ser habitual en los juegos de Omega Force- y lo que son los ejércitos de soldados, clones entre ellos sin apenas diferencias salvo algún que otro mid-boss.
Fire Emblem Warriors llegará a Nintendo Switch a la vez que la versión para New Nintendo 3DS el próximo otoño, aún sin fecha concreta. El juego está ahora mismo a un 70% de su desarrollo de acuerdo con Omega Force; además, tendremos compatibilidad con amiibo, de la cual se esperan conocer más detalles próximamente.
- Acción
Fire Emblem Warriors, desarrollado por Omega Force y distribuido por Nintendo para Nintendo Switch y New Nintendo 3DS, es una entrega de acción de corte beat'em up similar a Dynasty Warriors y basado en la saga Fire Emblem.