Crackdown 3, Impresiones E3 2017

Crackdown 3 fue uno de los nombres importantes de la conferencia de Microsoft. A falta de grandes Triple A -salvo Forza 7- el juego de Sumo Digital se presentó con ganas de rememorar las partidas que disfrutamos en la primera entrega: como un juego gamberro, desenfadado y con mucha acción. Y explosiones. Por eso el tono humorístico durante la conferencia de Xbox fue tan acertado. Porque se demostraba que la compañía sabía perfectamente qué franquicia tenía entre manos y qué errores no debían reproducir de la segunda entrega. Durante el Xbox Showcase en el Galen Center hemos podido probarlo y hay algo que queda claro, para lo bueno y para lo malo: Crackdown vuelve a los orígenes.
 
Es una idea que está más que reconocida por los propios desarrolladores. Durante el evento ya se nos preguntaba si habíamos jugado a la primera entrega. Es significativo que los propios miembros del equipo apunten hacia esa versión y no hacia la secuela, bastante menos inspirado. También nos indicaron dos cosas a tener en cuenta: el tamaño del mapa será dos veces y medio más grande que el de la primera parte de la saga y a nivel de verticalidad será dos veces más alto. La escala es importante en un juego de estas características, ya que nuestra capacidad de movernos libremente permite disfrutar de situaciones únicas que vamos a relatar durante nuestra experiencia.

 
El juego es frenético y te obliga a estar pendiente de todo lo que te rodea, con múltilpes enemigos, muchos de ellos en zonas elevadas que no vemos en un primer momento. El sistema de combate se basa en un lock-on para marcar enemigos que funciona bastante bien y que denota su espíritu arcade: marcas enemigo, disparas (puedes precisar con el stick derecho para darle en la cabeza), marcas a otro, vas hacia él y le golpeas a tortazos, sigues corriendo hacia otro al que le lanzas una tubería, un coche o el cuerpo de un enemigo, y sigues buscando objetivos. Aunque puede parecer que meterle un Lock-on a un juego de acción en tercera persona es limitarle parte de la gracia, lo cierto es que en este caso, como en muchos otros ejemplos similares, la fórmula funciona porque lo que exige el juego no es tanto la precisión (o matas a los dos enemigos de delante o mueres) sino la multitud de objetivos y acciones a realizar.
 
También hemos visto varios momentos up your boom en los que empezamos a combatir en medio de la carretera ante 3 o 4 enemigos, decidimos saltar, apartarnos y lanzar un misil que impacta en la zona y genera una cadena de explosiones espectacular con todo tipo de vehículos volando por los aires. Las misiones que pudimos probar eran bastante livianas. Iban desde desactivar unos generadores en medio de una gran cantidad de enemigos o hacer explotar un coche concreto que estaba resguardado en una zona a la que debíamos acceder desde el aire. El resto, matar enemigos con varias armas y equipo. Algunos llevaban un escudo que los hacía impenetrables a los golpes cuerpo a cuerpo, otros contaban con armas de media distancia desde las azoteas y otros tenían armas tipo escopetas para el cuerpo a cuerpo. Entre el arsenal disponible, destacar una pistola de pulsos que empujaba a los enemigos haciéndolos caer desde las azoteas con suma facilidad, incluso los de mayor tamaño.

 
Crackdown no pretende ser el salvador del catálogo de Xbox, pero sí un retorno importante dentro de un ecostistema que necesita ir recuperando nombres que triunfaron en el pasado (y más si, como en este año, no toca ni Gears of War ni Halo). El título quiere ofrecer diversión inmediata a base de mucha acción, saltos imposibles, combates cuerpo a cuerpo y explosiones. Y esa base parece sólida. Aunque no jugamos demasiado, sí que pudimos ver que a nivel jugable el título era sencillo y adictivo desde el primer momento. Faltará ver claro está como evoluciona esto en forma de misiones principales, tareas por realizar, extras multijugador y demás. A nivel audiovisual, nada destacado, cumpliendo sin más y con algunos efectos (explosiones) convincentes, aunque en términos generales no sería el juego pensado para explotar al máximo las características de Xbox One y menos de One X.