Impresiones de Battlefield 1: They Shall Not Pass

Un proyecto principalmente enfocado al ámbito multijugador requiere de constante apoyo por parte de sus desarrolladores. En el caso que nos ocupa hoy, DICE ha conseguido mantener un ritmo constante de actualizaciones con el fin de pulir más si cabe la experiencia base. Sin embargo, sus usuarios pedían a gritos nuevos contenidos que aportasen frescura a la estructura inicial, pues la inclusión de Sombra del Gigante como mapa gratuito —además de un par de dispositivos —  no surtió el efecto deseado. Han pasado poco más de cinco meses desde su aterrizaje en el mercado, tiempo suficiente —un poco tarde según a quién preguntemos— para recibir con los brazos abiertos a su primera expansión previo pago: They Shall Not Pass.

Siendo el ejército francés el principal protagonista del contenido descargable, nos veremos envueltos en varias de las batallas más tristemente célebres de la Primera Guerra Mundial. Es el caso de Verdún, donde la compañía ha tenido especial interés en ocultar el planteamiento del entorno. Además de los cuatro mapas y las cinco armas principales inéditas de rigor, They Shall Not Pass incorpora pequeños añadidos que, en conjunto, terminan por formar un caramelo para aquellos seguidores de Battlefield 1.

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Cuatro mapas, dos estilos de juego

Las dos caras de la Primera Guerra Mundial están representadas en esta expansión. Dentro del cuarteto de mapas se han formado dos parejas con un estilo de juego bastante diferenciado. Colinas de Verdún y Fuerte de Vaux representan el visceral combate entre la infantería de aquella época, sin intermediarios más allá del fusil que empuñemos. Por otra, Soissons y Brecha plantean una lucha más táctica donde los tanques y los cazas juegan un papel fundamental en el transcurso de la partida. Esta división se ha trasladado también a uno de los modos de juego más populares: Operaciones. «Yunque del diablo» y «Más allá del Marne» se incorporan al plantel de misiones, estando formadas por las parejas comentadas con anterioridad —respectivamente—.

Mucho se ha hablado acerca de Fuerte de Vaux, tildándolo como el posible sucesor de Operación Metro —casi se diría que fue el mayor éxito dentro de Battlefield 3—. En parte, las sensaciones son similares, siendo en el modo Conquista un auténtico festival de puntos, pero afortunadamente se ha diseñado teniendo en cuenta los defectos de este tipo de entornos tan ratoneros. Deja atrás el diseño tubular para mantener una forma cuadrada, y dentro de él encontramos multitud de rutas que oxigenan los tiroteos en los pasillos principales. Conocer el mapa a la perfección es crucial para el devenir del encuentro, pues tomando las salidas adecuadas podremos dar con el flanco enemigo con relativa facilidad. Está lejos de ser un mapa de encuentros estáticos; formar pequeñas cuadrillas de asalto en constante movimiento es la principal estrategia a seguir. Varias partes exteriores tendrán su peso en los modos por objetivos.

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Colinas de Verdún es sin duda la estrella de They Shall Not Pass, tanto a nivel visual como jugable. El camino hacia la colina en llamas se convierte en una experiencia única dentro de su operación. El ejército alemán comienza en un pequeño bosque frente a un pueblo, y poco a poco han de forzar a los franceses a replegarse hasta su último bastión, una red de trincheras colina arriba llena de trampas y alambres. En la cima se encuentra una de las novedades: el obús de asedio, capaz de sembrar el caos entre las fuerzas enemigas en manos hábiles. Aunque puede parecer muy grande en un primer momento, el mapa está bastante acotado en la zona central, produciéndose cuellos de botella en donde las fuerzas se han de gestionar muy bien para no dar tregua al bando rival.

Soissons y Brecha son bastante similares entre sí, ofreciendo grandes explanadas y edificaciones donde tanques, vehículos blindados y cazas hacen de las suyas. La infantería a pie tiene que buscar su hueco entre las trincheras y búnkeres, pero no lo tendrán fácil ante la amenaza mecanizada. Es en ellos donde el nuevo coloso hace acto de presencia: el Char 2C, un gigantesco tanque superpesado que proporcionará cobertura a sus aliados. De lento movimiento y gran potencial armamentístico, este gigante de metal resistirá con ferocidad ante las embestidas enemigas. Es especialmente útil contra otros tanques, pero puede limpiar una bandera con relativa facilidad gracias al gran radio de acción de sus proyectiles. También tendrá relevancia la nueva versión del tanque de asalto, llamado Saint Chamond. Entre otras funciones, puede llamar a la artillería para que a su alrededor los obuses aliados destrocen la zona. Esto nos dejará desprotegidos durante unos segundos, pero merecerá sin duda la pena.

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Ampliando horizontes

Si de algo se le ha acusado a Battlefield 1 es por la escasez de armamento en sus inicios. Pese a las variantes que existen en cada modelo, dentro de los combates solían frecuentar los mismos nombres, lo cual a la larga termina desgastando. They Shall Not Pass era la oportunidad perfecta para insuflar frescura al equipamiento básico, y la compañía no lo ha desaprovechado. Cada rol ha visto aumentado en dos el número de armas disponibles, incluyendo la variante del modelo. Esta regla la rompen los Asalto, los cuales han recibido dos diferentes pero únicas.

Comencemos por ellos. De nombres difíciles de pronunciar en nuestro país, la Sjögren Inertial y el Ribeyrolles 1918 llegan al arsenal de Asalto para equilibrar la balanza entre las dos vertientes ofensivas dentro de la clase. Con la primera estamos ante una escopeta semiautomática, de gran poder ofensivo en encuentros cercanos, aunque débil cuando nos enfrentamos a enemigos a varios metros de nosotros. Esta pérdida de poder a distancia se debe sobre todo a la dispersión del perdigón, pero al contar con una buena cadencia permite gastar sus cinco balas por cargador sin despeinarnos. Diríamos que es una 12G automática con mayor daño.

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Nuestra experiencia con el Ribeyrolles 1918 es un tanto agridulce. Es cierto que tenemos el factor de que es la única que incluye un bípode dentro de su arsenal, lo que le convierte en un arma útil para el combate estacionario —aceptando que su cargador contiene nada más que veinticinco balas—. Pero sufre de una dispersión alta y que, unido a su cadencia de frecuencia media, no la convierten en una alternativa útil en los cara a cara a distancias medias. Ofrece un buen daño, y el retroceso vertical propicia acabar con los adversarios con tiros a la cabeza, pero el Hellriegel 1915 sigue teniendo la corona. Sin embargo, la manera de utilizarla es realmente divertida. Es uno de esos rifles que no tienen muchas virtudes, pero aun así disfrutas cada vez que aprietas el gatillo.

Los Médicos han sido los mejores parados de la expansión. Su nueva RSC 1917 se ha convertido en uno de los mejores modelos con los que cuenta su equipamiento. Es el único rifle dentro de sus dominios que puede acabar con un adversario de dos balas, gracias sobre todo a su cincuenta por ciento de daño al pecho por cada impacto. Cada cargador incluye un total de seis proyectiles, cantidad suficiente para acabar con tres enemigos en una distancia alrededor de los cuarenta metros. Bien es cierto que la curva de daño desciende cuanto más lejos esté el blanco, pero su control y precisión está fuera de la media; ni siquiera requiere de una óptica para causar estragos, por lo que la mayoría de usuarios se decantarán por la versión de fábrica.

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Quienes frecuenten Apoyo también verán con buenos ojos la nueva incorporación. La Chauchat es una opción realmente interesante para los usuarios de estas ametralladoras. El diseño es un tanto extraño, popular por el peculiar cargador semicircular que luce —con capacidad para veinte balas—. Descartad completamente su versión telescópica, pues el control es menor en comparación con su homóloga de peso ligero. Pese a que perdamos la precisión que proporciona la mira, el control y la movilidad que ganaremos será mucho más importante. Su bajísima cadencia está compensada por el daño que ofrece, descartando las aproximaciones a lo loco con ella; vive de las grandes distancias en una posición donde el bípode se encuentre desplegado.

Los Francotiradores sentirán una pequeña decepción ante el Lebel Modelo 1886. Tan solo destaca por ser el segundo fusil de la clase en capacidad de cargador —máximo de ocho balas—, pero en el resto de apartados se mantiene en la media. No nos malinterpretéis, esto no quiere decir que sea mala ni mucho menos, pero no aporta nada nuevo respecto a las ya existentes. Su uso podría ser habitual entre aquellos jugadores cansados del resto.

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Pero el nuevo contenido no solo queda ahí, pues los pilotos han recibido también el MLE 1903 con cargador ampliado y culata. Es una pena que estas pistolas modificadas pasen tan desapercibidas, pues son bastante competentes en el campo de batalla. También es de justicia destacar las nuevas hojas para el arsenal cuerpo a cuerpo, las cuales requieren completar unos pequeños desafíos para obtenerlas. No tenemos que olvidar al asaltante de trincheras, el nuevo set de élite que pululará por los campos de batalla. Su principal característica es el palo que porta, capaz de acabar con un enemigo de un solo golpe. Está pensado sin ninguna duda para aquellos usuarios que se arriesgan en pleno tiroteo, limpiando edificios o trincheras infestadas de oponentes sin importar las consecuencias.

Un buen momento para volver a Battlefield 1

El Frente ha pasado completamente desapercibido en estos primeros días en el mercado. Este modo de juego es una mezcla de conquista y asalto, donde viviréis las partidas más épicas hasta el momento. Ambos equipos comenzarán luchando por capturar una bandera en el centro del mapa y el ganador empujará al otro bando a retroceder hacia una zona anterior. De tomar esta segunda bandera, el cuartel general enemigo quedará revelado en el mapa y tendremos unos pocos tiques de regeneración para armar y detonar las dos estaciones de bombas. Si el equipo defensor logra acabar con las fuerzas rivales, estos les harán retroceder a la bandera anterior, teniendo una oportunidad de contraatacar. Las partidas suelen prolongarse por encima de la media hora, siendo un modo en el que el juego en equipo es crucial.

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They Shall Not Pass está pensado principalmente para renovar las ilusiones de su comunidad mientras sirve como punto de partida a los recién llegados. En líneas generales es una expansión sólida, con mapas de calidad que se ajustan perfectamente a todos los modos y un nuevo arsenal con el que experimentar. Completar los nuevos desafíos nos llevará un buen tiempo, suficiente para que DICE pueda seguir manteniendo el excelso ritmo de actualizaciones que el juego ha recibido desde el pasado octubre. Y cómo no, capturar la colina en Verdún no tiene precio.