¿Será 2017, por fin, el año de Sonic?

¿La última oportunidad para Sonic?

La discreta, siendo generosos, acogida de la subsaga Sonic Boom, ha hecho que esta haya sido probablemente olvidada dentro de la propia Sega, y es que tanto Sonic Mania como Sonic Forces, otrora Project Sonic 2017, marcan un nuevo comienzo para el popular erizo azul. Después de tantos altibajos, de hecho tal vez sea el último, un punto de no retorno al que se ha llegado por culpa de una mala adaptación -o inadaptación- del personaje a las tres dimensiones, y que se ha mantenido al pie del cañón gracias a otros títulos más que dignos como Sonic Colors o Sonic Generations.

Hay que reconocerle algo a Sega, y es que la apuesta es fortísima, definitiva. No hay medias tintas. Por una parte, Sonic Mania viene a responder a la demanda de quienes hacen alusión a la célebre y ya manida esencia de la franquicia, una excusa permanente para esas ocasiones en las que falta valor para romper con lo establecido en una licencia. La crítica fácil sería decir que este título es una apuesta segura, y que a Sega no le ha quedado más remedio que crear un revival de una trilogía con más de dos décadas a sus espaldas para que su mascota continúe en boca de todos, pero la presencia de Sonic Forces desmiente esta teoría.

Desde el propio Sonic Team no han dudado en hablar de este como la evolución de Generations y Colors, y evidentemente no es casualidad, ya que menciona nada menos que dos de las entregas más valoradas por crítica y público de entre las últimas protagonizadas por el erizo, a pesar de que ninguna de ellas alcanza el notable en Metacritic. Ambos juegos se encuentran rozando una media de 80, lo que deja bien claro que la tónica mantenida por otras entregas como Sonic Boom: Fire and Ice, Sonic: Lost World o el peor parado, Sonic Boom: Rise of Lyric. Vista la reacción de toda la comunidad de jugadores a estos títulos, fans o no, nadie podría culpar a Sega de haber tirado la toalla, por eso resulta aún más sorprendente que la apuesta sea doble.

Ambos anuncios son tremendamente esperanzadores. Sonic Mania invitaba al optimismo, y su ligero retraso de tan solo unos meses no debería hacer temer nada grave, ya que tampoco olvidemos que está confirmado su lanzamiento para una consola recién lanzada al mercado como Nintendo Switch. Pero sin duda es Sonic Forces el que tiene que cargar con el peso no solo de devolver a su protagonista al lugar que hace tiempo perdió, sino de confirmar que por fin, este puede funcionar en una fórmula tridimensional. A tenor de lo visto en el gameplay mostrado, hay razones para creer que por fin puede ocurrir. Esta es la clave, ya que si funciona, aún quedará un futuro para Sonic, mientras que si solo lo hace Sonic Mania, quedará demostrado que su mejor época pasó hace ya mucho tiempo.

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