Avance Dark Souls III: The Ringed City
El próximo 28 de marzo se cierra uno de los capítulos más celebrados de la historia reciente del mundillo. The Ringed City, segundo DLC de Dark Souls III, pone el punto y final a la trilogía de From Software.
No podemos negar que cuando el pasado 25 de octubre recibimos Ashes of Ariandel, primera expansión del genial Dark Souls III, el sabor de boca resultante fue un poco agridulce. Esta aventura, ambientada en una zona nevada con reminiscencias al Mundo Pintado de Ariamis del primer Dark Souls, era tan buena como breve. Con apenas un par de jefes y una extensión que permitía explorar cada rincón en menos de cuatro horas, Arandiel quizá no logró causar el mismo impacto que otros DLCs de la saga, así que en cierto modo aumentó la presión sobre su continuación: el mes que viene, The Ringed City tendrá como objetivo redondear la experiencia de aquellos que adquirieron el Season Pass (tarjeta de entrada a ambas expansiones) y a la vez actuar como epílogo satisfactorio para una de las franquicias más exitosas de esta década. Casi nada.
Aunque todavía faltan varias semanas para descubrir las sorpresas que reserva From Software para esta despedida oficial (Hidetaka Miyazaki, presidente de la compañía y creador de la saga, ha dicho que por ahora no hay planes de darle continuidad), los tráilers, imágenes y diferentes tipo de información que han aparecido en la red a lo largo de los últimos días (From ha dejado probar una parte a un grupo reducido de personas) nos permiten hacernos una idea de cuál es el propósito de The Ringed City. Mientras que Ashes of Ariandel daba un paso al lado para explorar su propio tema (si bien enraizado en títulos anteriores), en esta ocasión parece que volvemos a meternos en el gran arco central de Dark Souls III, que en su día retomara el abierto en 2011 por la entrega original para luego llevarlo hacia un desenlace con tantas respuestas como nuevos interrogantes.
Dada la naturaleza narrativa de los juegos de Miyazaki es posible que ocurra lo mismo en The Ringed City, para disgusto de aquellos que busquen alguna revelación que de haga encajar todas las piezas de golpe. Las prioridades del estudio siempre han estado claras, y el regreso de conceptos o personajes conocidos por norma han funcionado más como elementos para crear familiaridad que como parte de un plan maestro orquestado desde que From nos encerrara en una celda del Refugio de los no muertos. Dicho esto, tampoco es menos cierto que The Ringed City es un evento especial, y al igual que Dark Souls III parece decidido a cruzar la línea que separa al guiño de la verdadera relevancia argumental. Esta historia sobre ciclos de fuego y oscuridad está a punto de terminar de una vez por todas, así que resulta apropiado que la última página tenga algo interesante que decir.
Por supuesto, la mayor parte de la gracia como siempre residirá en explorar las nuevas localizaciones, dar con las tácticas adecuadas para enfrentarnos con éxito a los enemigos y jefes que allí habitan (aún se desconoce su número, pero varias fuentes aseguran que habrá más de dos), comprobar si algunas de las armas, magias o piromancias de estreno se acomodan a nuestro estilo de juego (en las imágenes destacan grandes escudos, como uno con forma de cabeza de dragón), descubrir la historia de algún NPC que pase por allí, y seguramente también ampliar la selección de arenas para el multijugador. Pero mientras esperamos a datos más específicos (From o Namco todavían no han facilitado una lista desgranando el contenido), al menos podemos buscar por nuestra cuenta algunos de los lazos que The Ringed City utilizará para atar esta esperada conclusión.
Aviso de SPOILERS: A partir de este punto trataremos en cierta profundidad detalles argumentales de The Ringed City y el resto de la saga, especulaciones incluidas.
Más allá del final
Dark Souls III es un juego de finales. Por fuera, como pieza de ocio electrónico, supone el final de su trilogía; por dentro, como historia encargada de cerrar los eventos iniciados en tiempos de Gwyn, supone el final de un mundo en el que los constantes ciclos de fuego y oscuridad han hecho mella. El escenario al que accedemos tras derrotar a los cinco Señores de la Ceniza es una representación tan metafórica como literal de esta idea, una versión distorsionada de Lothric en la que muros, tejados y torres se revuelven en una maraña de escombros. The Ringed City, como final del final (menudo lío), nos lleva de vuelta a ese lugar para permitirnos ir todavía más allá y adentrarnos en la caótica colisión de tierras, edades y dimensiones con la esperanza de encontrar más respuestas sobre las propiedades de este universo, así como de la “Ciudad Anillada” que la narración nos adelanta en el tráiler.
Retomando el hilo de Ariandel
Algo curioso respecto a The Ringed City es que no sólo funciona como prolongación del juego base, sino también de Ashes of Ariandel. El primer DLC introdujo una historia hasta cierto punto contenida (aunque irremediablemente ligada a Lothric y el enlace de la Primera Llama), pero su final abierto demuestra ser intencional al enganchar ahora con esta segunda expansión. El Caballero esclavo Gael, encargado de abrirnos la entrada al Mundo Pintado, desaparece tras ayudarnos a derrotar a Friede. La joven pintora que lo trata como tío nos dice que ha ido en busca de un pigmento, e incluso llega a mencionar el Alma Oscura. Días atrás la propia From confirmó que el jugador acudirá a la Ciudad Anillada en busca de Gael, así parece que la pequeña aventura del cuadro acabará por cerrar el círculo y conectar de forma directa no sólo con el resto de Dark Souls III, sino también con el primer Dark Souls.
El Alma Oscura y el Furtivo Pigmeo
Y es que no se puede hablar de Almas Oscuras sin pensar en el original. A pesar de ser uno de los elementos más importantes de la saga, tanto por darle nombre como por ser el origen de la raza humana en su mitología, el concepto de Alma Oscura, así como de la figura del Furtivo Pigmeo, es algo por lo que se ha pasado bastante de puntillas. Por un lado es una buena forma de mantener el misterio (a día de hoy se sigue debatiendo si este ser dio lugar a Manus, el jefe final de Artorias of the Abyss). Por otro, sería interesante recibir una pizca más de información antes de poner el punto final. La misión de Gael ya de por sí es un buen indicio de que se retomará el tema, pero además también sabemos que el término pigmeo (completamente ignorado en Dark Souls III) reaparece en boca de un nuevo NPC durante nuestro camino hacia la Ciudad Anillada. A ver si no se queda sólo en eso.
Con la Iglesia (de Londor) hemos topado
Un tema entroncado en el Alma Oscura con el que Dark Souls III sí no escatimó en detalles, hasta el punto de dedicarle su propia subtrama y un final opcional, es la Iglesia de Londor. Esta organización, seguidora de la Serpiente Primigenia Kathee, tenía como objetivo usurpar la Primera Llama y reclamar el mundo para los Huecos, algo que puede lograr con nuestra ayuda. Sin embargo, parece que esto no supone el final de la historia, ya que su símbolo (el mismo de la espada ceremonial con la que ejecutamos a Anri en esa subtrama) se deja ver con claridad en el material promocional. De hecho, es uno de los elementos más característicos de la gran catedral/torre que protagoniza el artwork principal, y uno de los peregrinos con caparazón, también pertenecientes a dicha iglesia, es el primer personaje en mostrarnos el camino hacia ella. Huele a gato encerrado.
Ángeles y mariposas
Más allá de la Iglesia de Londor como institución, algo que quedó sin respuesta fue la relación exacta entre sus peregrinos y las grandes mariposas que sobrevuelan Lothric hacia el final del juego. Poco se sabe de ellas, aunque el nombre (literalmente Mariposas peregrinas) y el timing de su aparición invitan a pensar que los cadáveres son los capullos de los que brotan. The Ringed City vuelve sobre esto, aunque no tenemos claro sin con la intención de aclarar o complicar más las cosas: frente al organismo esquelético, como de insecto que tenían las mariposas, estas nuevos seres que aparecen en el DLC presentan un cuerpo más antropomórfico, lo que unido la presencia de plumas y rayos de luz en sus ataques, nos llevan hacia el terreno de Gertrude (doncella encerrada por extender un culto angelical). Sin embargo, se ha reportado que no pueden ser destruidos a menos que ataquemos a criaturas que surgen de los caparazones de los peregrinos, cimentando la teoría del capullo, aunque al mismo tiempo creando confusión por la diferencia en el aspecto.
El regreso del Príncipe Demonio
Un cabo que no quedó necesariamente suelto, pero que The Ringed City ha decidido retomar de todas formas, es el del Príncipe Demonio. En Dark Souls III sólo lo conocimos por su nombre, ya que a él se atribuye el fuego del espadón de Lorian, pero parece que su derrota a manos de uno de los príncipes de Lothric no fue mortal y ahora nosotros también nos las tendremos que ver con él. Es un modo ingenioso de aprovechar lore preestablecido para dar vida a un jefe (el primero de este DLC) que inicialmente se presenta con otro nombre (la fisionomía recuerda más a los demonios que nos metieron a volandas en Anor Londo que a los vistos en Izalith Perdida), y que tras sorprender con un combate doble (aparece un compañero tras quitarle suficiente vida), escala para convertirse en una batalla de tres fases que alcanza el clímax cuando se revela su verdadera identidad. Apunta a ser la clase de desafío que pone en serio peligro la seguridad de nuestro mando.
Drangleic también cuenta
Puede que Dark Souls sea una trilogía, pero no es un secreto para nadie que la entrega intermedia no termina encajar del mismo modo con las otras dos. Creado mientras Miyazaki ya tenía su atención puesta en Bloodborne, Dark Souls II a menudo es relegado al papel de segundón por su origen, ciertas decisiones de diseño y la escasa conexión argumental. No obstante, los fans pueden respirar tranquilos, porque From no se olvida de él y el reino de Drangleic también va a dejar su huella en este conglomerado de regiones que dan forma a The Ringed City. Las aspas de molino que se dejaron ver en el primer tráiler recordaban al Pico Terrenal, y ahora además sabemos que una de las primeras zonas hacen alusión directa por su nombre (aunque evidentemente en estado de ruina total, como todo en esta convergencia de mundos), e incluso que también podremos utilizar los ropajes y armas que portaban las hechiceras pirománticas en aquella época.
Huelga decir, antes de terminar por hoy, que todo esto no deja de ser una porción de lo que nos espera en The Ringed City. Hay bastante contenido que no ha trascendido, así como incógnitas que todavía son un misterio a pesar de mostrarse a plena luz. ¿Quién es la doncella que sujeta una especie de huevo resquebrajado? ¿Y el gigante que invoca apariciones en nuestro camino hacia la catedral? Es posible que, fiel a la tradición, el equipo de Miyazaki deje sin contestar preguntas cuyas respuestas damos por sentado al mismo tiempo que sorprenda con soluciones para problemas que ni nos habíamos planteado. El enigma, al igual que el desafío, ha sido uno de los principales aliados de Dark Souls, así que sería una traición dar de repente todo mascado. De lo que sí no cabe duda es de que este DLC, mejor o peor en su ejecución (eso ya lo juzgaremos llegado el momento), parece venir con intención de aprovechar su posición como desenlace para recordarnos por qué hemos llegado de tan buen gusto hasta aquí. No es una responsabilidad precisamente pequeña.
La descarga de The Ringed City se activará el 28 de marzo paraaquellos que lo compren de forma individual o como parte del Season Pass. A partir del 21 de abril también saldrá a la venta en formato físico junto a Ashes of Ariandel y el juego base (pack “Game of the Year”).
Dark Souls III - The Ringed City
- RPG
- Acción
Dark Souls III - The Ringed City, es la segunda expansión para el título de acción RPG Dark Souls III a cargo de From Software y Bandai Namco para PC, PlayStation 4 y Xbox One, en la que visitaremos una nueva región, la Ciudad Anillada, para hacer frente a nuevos enemigos y jefes finales, además de contar con nuevas armas y equipo.