Impresiones de Conan Exiles
¿Un juego de supervivencia basado en el universo de Conan el Bárbaro con elementos de rol? Eso es Conan Exiles, cuyo Early Acess hemos podido probar durante un puñado de horas. Os contamos nuestras impresiones de este título con claroscuros.
Impresiones de Conan Exiles
Los juegos de supervivencia, tal y como su nombre indican, son propuestas jugables duras y no aptas para todo el mundo. Hay una barrera de entrada importante y que muchos jugadores no son capaces de superar ya sea por falta de tiempo, de pericia o una mezcla de ambas. Es algo que sucedió en los primeros tiempos de Minecraft, en sus versiones alpha y beta. Mojang arrojaba al jugador a un mundo abierto generado proceduralmente donde debía construir y sobrevivir a los peligros de la noche, pero el mayor enemigo del que se ponía a los mandos no era otro que su desconocimiento. Hasta el sistema de misiones introducido hace relativamente poco, el juego no guiaba al jugador de ningún modo. Era la comunidad, a través de foros y wikis, la que descubría cómo se jugaba y transmitían ese conocimiento a otros interesados.
Con el boom de juegos de supervivencia de los últimos años, esta sustitución del tutorial por la comunidad se ha mantenido en mayor o menor medida en la mayoría de títulos. Conan Exiles no es una excepción, pero los jugadores deberán enfrentarse a un reto mucho mayor que el aprendizaje paulatino. Como en otros tantos títulos del género en PC, el juego de Funcom inicia su exposición al público en una fase en la que aún no se ha terminado, pero en este caso el Early Access deviene en ser el mayor enemigo del jugador y del propio juego.
Tras crear un personaje altamente personalizable - podemos elegir desde su tamaño o rasgos faciales al tamaño de su miembro o pechos, o incluso la religión del universo de Conan El Bárbaro que predica -, el juego nos lanza a un mundo desértico, ruinoso, peligroso y hostil. En él deberemos no solo sobrevivir, sino hacernos un nombre. Debemos crear nuestra propia historia de superación, ira y venganza, pasando de ser aquel desconocido crucificado del comienzo del juego al señor con decenas de esclavos que vive en una gran fortaleza y que arrasa con las de sus enemigos invocando a los mismísimos dioses para ello.
Pero hasta llegar a eso, lo primero que deberemos hacer es encontrar agua para restablecer nuestro medidor de sed, teniendo que esquivar por el camino hasta el oasis bárbaros, animales y horrendas bestias. Luego habrá que construir nuestras primeras herramientas para recolectar piedra o madera, nuestras primeras ropas para dejar de enseñar las verguenzas o una cama de ramas y hierbas, que debemos usar si no queremos empezar desde el principio cada vez que muramos - y moriremos muchas veces.
Todo ello lo haremos con un sistema de crafteo sencillo que cuenta con más de 100 objetos por construir aún estando en Early Access. Cada vez que subamos de nivel podemos mejorar la fuerza, agilidad y otras características de nuestro personaje, pero también podremos usar un punto de crafteo para aprender a construir un nuevo ítem, y este nos dará acceso, como si un árbol de habilidades se tratara, a otros tantos. Sin embargo, su presentación es confusa al principio, como el resto de la interfaz. En ella podemos ver constantemente fallos que denotan que el juego está lejos de estar acabado: frases que combinan palabras en español e inglés, pantallas de controles que mezclan ni ton ni son los comandos de teclado con los de mando…
Más pronto que tarde el sistema de crafteo nos da acceso a los elementos que nos permiten construirnos un hogar. El sistema de construcción es uno de los puntos en los que más brilla Conan Exiles y donde más potencial se le ve. Los muros, suelos y otros elementos se adaptan a la orografía del terreno, por lo que es posible construirnos una pequeña casa donde solo quepa una cama en el hueco de una montaña y poco a poco ir expandiéndola, haciendo que nuestra fortificación crezca a lo largo de la ladera de la montaña. La comunidad está haciendo auténticas obras arquitectónicas en Conan Exiles, dibujando planos, haciendo documentos compartidos donde comparten las medidas de cada elemento...
Otro punto original y con mucho potencial de cara a una versión final de Conan Exiles es su narrativa y la forma de contarla. Aquí no nos enfrentamos a un mundo vacío con algunos peligros aquí y allá, sino que todo está lleno de construcciones de antiguas civilizaciones, campamentos vacíos, catacumbas y otros lugares que dan a intuir una historia que es superior al jugador y que se ve complementada en ocasiones con documentos que el personaje lee en voz alta. Se puede comparar, aunque a un nivel aún muy subdesarrollado, con la manera de contar el lore de la saga Dark Souls.
El problema es que explorar todos esos escenarios no es satisfactorio, ya sea por un apartado gráfico pobre y mal optimizado o por un sistema de combate que parece de finales de los años 90. Encontrarnos con un enemigo es más un incordio que un reto, pues tanto los ataques de los adversarios como los nuestros se sienten vacíos, poco rotundos; algo que jamás esperaríamos de un juego basado en el mundo de Conan. A ello hay que sumar multitud de bugs que afectan al combate. A veces el juego nos indica que un enemigo nos ha detectado cuando no es así, otras veces no lo hace cuando estamos siendo perseguidos por varios enemigos. En otras ocasiones, las animaciones de los enemigos son inexistentes, quedándose estáticos mientras avanzan hacia nosotros, cuando no se quedan bloqueados por culpa de una rama en el camino.
Y estos defectos, lamentablemente, afectan en un juego que es difícil artificialmente. Aunque podemos configurar decenas de elementos de la jugabilidad al crear nuestra partida, las opciones predeterminadas, que en principio son como los desarrolladores quieren que juguemos, son directamente injustas: ciertos materiales necesarios aparecen con poca frecuencia, así como los animales de los que debemos alimentarnos si no queremos que nuestro nivel de hambre llegue a 0. Sin embargo, como decimos, podemos modificar estos y muchos otros parámetros al comenzar una nueva partida en modo de un jugador.
Eso sí, la experiencia más divertida, como en la mayoría de títulos del género, es jugar con amigos. El multijugador de Conan Exiles nos propone tres tipos de partida; una en la que los jugadores pueden atacarse entre ellos, otra en la que el objetivo primordial es la guerra entre jugadores y, finalmente, una más enfocada al juego de rol sin combate entre jugadores. Pero el Early Access vuelve a ser un problema una vez más. Los servidores oficiales estuvieron caídos durante bastantes días mientras probábamos el juego, y los privados, cada uno de ellos con sus reglas, tienen problemas de conexión, tanto lag u otros problemas dentro del juego, como problemas para acceder a ellos, con tiempos de espera de minutos.
El problema fundamental de Conan Exiles ahora mismo es que es un Early Early Access. Tiene muchísimo potencial en algunos de sus aspectos (construcción, lore…), pero falta desarrollar otros tantos (combate, ajustes de dificultad, servidores, bugs….). Los desarrolladores están lanzando nuevos parches constantemente, mejorando y arreglando, y comunicándose con la comunidad. Pero a pesar de su esfuerzo, no podemos evitar pensar que Conan Exiles necesitaba unos meses más en barbecho. Veremos cómo evoluciona en las próximas semanas.
Conan Exiles está disponible en Steam Early Access desde el 31 de enero. En primavera llegará a Xbox One Game Preview.
- Acción
- Aventura
Conan Exiles es una aventura de acción ambientada en el fantástico universo de Conan a cargo de Funcom para PC, PlayStation 4 y Xbox One, un título enfocado a la supervivencia en modo multijugador ambientado en un mundo abierto lleno de peligros. Te han exiliado, desterrado y oprimido, estás sentenciado a vagar por un desierto salvaje en el que los débiles son aplastados y solo los fuertes pueden vivir. Debes luchar para sobrevivir, construir y dominar el mundo de tu propio servidor en solitario o colaborar con tus aliados para acabar con enemigos en el multijugador en línea.