Nioh: el Dark Souls del Team Ninja
Jugamos durante varias horas a Nioh, el RPG de acción del Team Ninja (Ninja Gaiden, Dead or Alive) inspirado por la saga Dark Souls y hablamos con su director Yosuke Hayashi.
Hace unos días tuvimos la posibilidad de jugar durante unas horas al próximo gran lanzamiento de Team Ninja, Nioh. Un juego de acción y RPG inspirado, de manera reconocida por el estudio, por el Dark Souls de Hidetaka Miyazaki. Pero el equipo liderado por el director Yosuke Hayashi y el productor Kou Shibusawa ha aprovechado su experiencia en Ninja Gaiden, uno de los grandes exponentes de la acción en tercera persona, para desarrollar un sistema de combate con personalidad.
Pero antes de hablar de la jugabilidad, pongámonos en contexto. Nioh está basado en una historia real. La de cómo un occidental llamado William llega al Japón de la era Sengoku, en torno a 1600, y su camino para convertirse en un gran samurai conociendo en su periplo a grandes maestros de la espada y la guerra. La historia, inspirada por filmes como El último samurai, se adereza con leyendas del país del sol naciente como la de los yokai, espíritus que se creía que residían en el interior de los objetos. Encarnando a Willliam nos tendremos que enfrentar a distintos tipos de yokai y a conocidos samurais reales como Hattori Masanari a través de un argumento oscuro que se nos contará a través de escenas cinemáticas y, como ya hizo la saga Souls, con descripciones de objetos y otros elementos contextuales. A todo ello hay que sumar la ambientación del juego, que nos introduce en el Japón feudal, en su naturaleza, en las montañas coronadas por templos, en bonitos paisajes y grandes caídas al vacío.
En cuanto al sistema de combate, lo primero que hay que decir es que han escuchado al fan, a aquellos que jugaron durante horas a las versiones alpha y beta que estuvieron disponibles en PlayStation Store. Una de las principales quejas era una dificultad demasiado alta porque había muchos enemigos; el juego no ha dejado de ser un reto ni mucho menos, pero ahora los enfrentamientos son más contenidos y rara vez nos veremos teniendo que manejar grupos de más de cuatro adversarios.
Para aquellos que no tuvieron oportunidad de catar las demos previas, el sistema de combate es pausado y táctico; obliga a buscar el punto débil al enemigo y bloquear o esquivar constantemente. Es decir, es un Dark Souls, pero le da una capa extra de profundidad al introducir distintas posiciones del arma (baja, media y alta) que cambian la potencia y velocidad de nuestros ataques ligeros y duros. A ello hay que sumar no tan solo un sistema de combos inspirado en lo visto en Ninja Gaiden, sino también una variedad de armamento que va de katanas a mazas pasando por espadas dobles, lanzas y kusarigama, todas ellas personalizables y basadas en armas reales que existieron en la era Sengoku. No se queda ahí, pues todo esto tendremos que combinarlo con las distintas técnicas ninja y magias que vayamos aprendiendo a lo largo de la aventura. En definitiva, un sistema que nos permite elegir cómo queremos luchar teniendo en cuenta nuestros gustos y también las estadísticas del sistema numérico popularizado por Dark Souls y adoptado por otros como Let it Die.
La parte de Nioh que pudimos probar durante nuestras aproximadamente tres horas de juego se situaba en un punto avanzado de la historia, con un William bastante bien armado y con enemigos que no perdonaban un solo fallo. Pudimos ver como, tras derrotar a ciertos enemigos, puedes invocar a otro más poderoso que en la versión final será el fantasma de otro jugador. Pudimos enfrentarnos a distintos yokai, mucho más complicados que los samurai o pequeños demonios que pululan por los escenarios, hasta el punto de que el mapa suele ofrecer caminos alternativos, recovecos y zonas para esquivar a estas poderosas criaturas que, por otro lado, nos darán grandes recompensas al ser derrotadas. Y, por supuesto, pudimos enfrentarnos a un jefe final que seguía distintas rutinas de combate (una combinación de ataques a distancia y un cuerpo a cuerpo infatigable) que nos obligaba a esquivar y a hacer que se cansara para poder restarle un pequeño porcentaje de la vida. Vimos aquí, eso sí, un aumento de la dificultad muy exagerado respecto a lo que habíamos jugado antes y que en ciertos momentos rayaba lo imposible. La dificultad y la necesidad de repetir el reto una y otra vez probablemente sea la culpable de las más de 40 horas de juego que Yosuke Hayashi nos prometió que duraría Nioh, a lo que hay que sumarle el DLC que llegará y una actualización que añadirá un modo PVP.
Con Hayashi pudimos hablar también de distintos aspectos del juego: la importancia de la historia en la aventura, la posibilidad de jugar a esta junto a otro jugador y sobre los retazos de los otros juegos del Team Ninja que podemos encontrar en Nioh, tanto a nivel de fan service como de mecánicas. Os dejamos con las declaraciones del creativo japonés en el siguiente vídeo:
A pesar de un apartado técnico que en lo visual no hace justicia al apartado artístico y una dificultad con altibajos muy pronunciados, Nioh tiene mimbres de convertirse en uno de los juegos de acción más importantes de la temporada y, aún más importante, mirar cara a cara a Dark Souls diferenciándose en lo que mejor sabe hacer el Team Ninja: dar sopapos. Comprobaremos el resultado final el próximo 8 de febrero cuando Nioh salga en PlayStation 4.
- RPG
- Acción
Las más apocalípticas luchas entre samurais del siglo XVI se recrean en Nioh, un título de acción y rol a cargo de Team Ninja y Tecmo Koei para PlayStation 4, anteriormente previsto para PlayStation 3. Viaja hasta el sangriento periodo Sengoku, una era en la que las tierras niponas se vieron arrasadas por reinos combatientes y fuerzas tan oscuras como malévolas, y ponte en la piel de William, un samurái sin maestro, con el que tendrás desenvainar la espada y abrirte paso allá por donde vayas por la fuerza. Participa en brutales combates cuerpo a cuerpo, blande espadas, hachas, lanzas e incluso martillos de guerra para acabar con tus enemigos, tanto humanos como demoníacos. Enfréntate a desafíos temerarios y aprende de tus errores: con cada muerte, resucitarás, y con cada resurrección, estarás más preparado para acabar con tus enemigos.