Berserk and the Band of the Hawk - Impresiones TGS 2016

No es ningún secreto la extraordinaria capacidad de Omega Force para lanzar al mercado una cantidad abrumadora de juegos, hasta el punto de que la media de sus lanzamientos estos dos últimos años nos da un resultado de un nuevo juego cada dos meses. Con tal ritmo de lanzamientos, más propio de una compañía de juegos para móviles que de un estudio de grandes títulos de los denominados triple A, es un reto casi imposible diferenciar los juegos sin caer en la repetición de mecánicas y controles. Y esta esa quizá la principal pega que podemos encontrar a este, por otra parte atractivo título que es Berkserk and the Band of the Hawk. (Berserk Musou en tierras niponas)

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Con 30 años a sus espaldas y una legión de fans, muchos de ellos esperando a una nueva entrega en forma jugable de la franquicia, desaparecida del campo interactivo desde los tiempos de PS2 y Dreamcast; Berserk es probablemente una elección muy acertada por parte de Tecmo Koei para adaptarse al género musou, con sus enormes entornos y sus personajes capaz de acabar con ejércitos por sí mismos.

Si bien en la demo de la feria el protagonismo recayó sobre Guts, el juego nos permitirá meternos en la piel de un amplio elenco de personajes del universo del manga. Kiaska, Judeau o Schierke son algunos de los confirmados por ahora. También se sabe que habrá tramas nuevas entre personajes creadas específicamente para este título.

Dentro de un mundo tan amplio y basto como el creado por Berserk en estas décadas, el juego se centra entre los arcos argumentales la Edad de Oro y el Halcón Milenario, centrándose en la banda que da título al juego en occidente. Un amplio periodo que debería dar para un argumento completo y repleto de situaciones que combinen la rememoración de momentos importantes de la trama con algunas de las nuevas historias creadas para el juego.

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Más allá de historia y argumento, y como viene siendo habitual con Omega Force, cualquiera que haya jugado a algún título anterior de esta compañía no tendrá problemas en hacerse de inmediato a los controles, incluyendo armas principales y secundarias o la capacidad de utilizar ataques especiales. En este sentido una de las características anunciadas más destacadas es la posibilidad de los personajes de transformarse en formas más poderosas de sí mismos para lanzar ataques devastadores contra los enemigos.

Tampoco varía la distribución de las misiones. Por lo que se pudo observar en la Makuhari Messe, de nuevo contaremos con amplios escenarios en los que el foco no estará en acabar con la multitud de enemigos que los pueblan sino en completar pequeñas misiones que nos saltarán constantemente en pantalla. Una vez completemos todos estos mini objetivos, al menos en la demo un jefe de mayor tamaño aparecía para complicarnos las cosas.

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Como es también común en los Musou de Tecmo Koei, nuestros compañeros de aventura irán desgranando la historia a partir de viñetas de texto que nos irán asaltando durante la propia partida.

Gráficamente el juego es víctima de su multiplataformidad, saliendo simultáneamente en PC, PS4, PS3 y Vita, y adoptando los gráficos de esta última como base, por lo que podemos esperar escenarios y enemigos con una baja carga poligonal, aunque gracias al estilo gráfico utilizado estas carencias quedan algo disimuladas.

Con una franquicia tan respetada y con tantas posibilidades de adaptación al mundo del videojuego, no hay duda de que ningún fan de los trabajos de Omega Force y el mundo Berserk debería perderse este título, pero quizá sea una pena que una franquicia con tanto potencial no pueda generar su propia franquicia jugable más allá de otro skin de Dinasty Warriors.

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