¿Sabes lo que hacen tus hijos en Internet? Según esta encuesta, no
Un estudio patrocinado por Microsoft arroja como resultado que muy pocos padres saben realmente lo que sus hijos hacen cuando estan conectados.
Uno de los videos virales protagonistas de este verano que acabará simbolicamente en unos días mostraba a una madre con un enfado monumental mientras le quitaba el móvil a su hija adolescente repitiendo una frase que se hizo tan viral como el video, "ni Periscope ni ostias". Y se hizo viral precisamente porque la niña estaba emitiendo y la grabación no se cortó, y a la madre no le gustó el hecho de que su hija viese "un tio con la polla al aire". Es una muestra más del enorme desconocimiento que muchos padres tienen de las actividades de sus hijos en esta era prácticamente 3.0 de smartphones y tablets. Y como apoyo a esta creencia tenemos los resultados de una encuesta patrocinada precisamente por Microsoft.
Desconexión digital
Así es como la National Cyber Security Alliance ha descrito el resultado de la encuesta, reseñando que existe una "desconexión digital" entre padres e hijos motivadas o bien por el total desconocimiento de los progenitores en cuanto a las nuevas tecnologías, o bien porque estos prefieren centrarse más en sus propias redes sociales y obviar lo que hacen sus hijos en las suyas. De los 804 adolescentes entrevistados con edades entre los 13 y los 17 años, el 60% admitió tener cuentas online de las que sus padres no saben nada, y un 13% señaló que sus padres sí están al tanto de todo lo que ellos hacen por la red.
Reglas Familiares
Un 67% de los padres encuestados señalan que tienen la regla familiar de que los niños deben decirles si les han ocurrido sucesos o incidentes preocupantes en la Red, pero sólo un 32% de los adolescentes señala la existencia de tal regla. De forma sincera un 70% de los progenitores admite que sus hijos tienen problemas con seguir las normas sobre el uso de aparatos en casa. El desconocimiento tecnológico es un motivo de peso, aunque en otros casos está claro que no es tanto problema del adolescente que está pegado al móvil y al PC como de sus padres que hacen lo propio con sus smartphones al llegar a casa.