Botrl, el robot que te trae toallas y café en el hotel
Si te alojas en el Aloft Cupertino cerca de la sede de Apple podrás ver al invento de la compañía Savioke en marcha, que ya está desplegado en seis hoteles.
¿Os imagináis estar alojados en un hotel, pedir una toalla o un café, y que al abrir la puerta de la habitación en vez de la camarera de piso o el camarero veáis a un robot? Esto pasa en el Aloft Cupertino, un hotel de lujo que está al lado de la sede central de Apple y que cuenta en su plantilla de trabajadores con Botlr, a simple vista una especie de sofisticada papelera con LEDs que en realidad es un robot-mayordomo.
BOTLR
Construido por la compañía especializada en robótica Savioke, Botlr forma parte de una flota de "ayudantes autónomos" creados para el servicio y la industria de la Restauración/Turismo. Y como tal, este camarero robótico es capaz de llevar a la habitación de un cliente desde una botella de agua a un cepillo de dientes, toallas, galletas o un café. Pero a diferencia de lo que muchos podrían llegar a pensar, no ha venido al 'staff' del hotel a quitarle el puesto a nadie, sino que ha sido concebido con dos objetivos en mente. El primero es hacer entregas para que el personal del hotel pueda centrarse en otras tareas más importantes, y el segundo es el de poner una sonrisa a todo cliente que abre la puerta de su habitación y ve al simpático Botlr.
Cómo funciona
Usando el Wi-Fi que lleva implementado, Botlr llama al ascensor para subir a las habitaciones, anunciando su llegada al cliente mediante una llamada al teléfono de la habitación. Y gracias a su cámara 3D, el robot reconoce cuando el cliente está abriendo la puerta, abriendo la tapa en el acto para presentar el producto. Por si fuera poco, Botlr se marca unos pasos de baile cuando el cliente coge lo que ha pedido, se queda quieto por si este quiere hacerse un selfie, y le pregunta qué tal la estancia hasta ese momento.
Actualmente hay seis hoteles en Los Ángeles y la Bay Area de San Francisco al norte de California que tienen un Botlr entre sus filas, aunque eso sí, el precio de una habitación en estos lugares no es precisamente barato. Pero ciertamente la idea de conocer en persona a Botlr es bien atractiva.