Doom: Unto the Evil

Probablemente el multijugador desarrollado por los ex-Bungie Certain Affinity de Doom no sea la parte más brillante de Doom. De hecho, puede quien piense que sea un tanto genérico ya que, excepto por la inclusión de las Runas Demoniacas y la posibilidad de transformarte en un demonio, no incluye nada que lo diferencie demasiado del típico multijugador que se añade a un juego centrado en el modo campaña. 

Precisamente por ello muchos arqueen las cejas al ver que el primer DLC del juego, Unto the Evil, se centra en el multijugador, como también lo harán los otros dos que nos promete el Season Pass. Sin embargo, y aunque es cierto que esta faceta del juego no roza el nivel de excelencia del frenético y calculado shooter que es la campaña, es lo suficientemente divertido para querer tener una excusa que te haga volver.

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Si tan solo lo probaste un puñado de horas en el lanzamiento del juego, te darás cuenta que el excepcional diseño de niveles, la rapidez y la necesidad de skill están ahí. Y todo ello se ve acrecentado con este Unto the Evil, que incluye tres mapas con un diseño excelente, un arma que hará las delicias de los experimentados en el multijugador, una mina cinética que amplía posibilidades estratégicas, un nuevo demonio (El Cosechador), nuevos potenciadores y, por supuesto, piezas de armadura y gran variedad de burlas con las que dejar en ridículo al adversario, además del PartyPlay, que permite probar el DLC a aquellos que no lo hayan comprado pero sí cuenten con amigos que lo tengan.

Entre los mapas, probablemente el más destacable sea Cataclismo, con zonas de ambientaciones diferenciadas a las que se acceden a través de portales, funcionando como un mapa que aglomera varios. También se agradece cuando en el modo de búsqueda de partida Unto the Evil que han habilitado aparece Ofrenda, que gracias a sus plataformas motiva el combate vertical. En Ritual un gran demonio intervenido por unas máquinas preside el escenario, bastante más abierto que los otros dos. 

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La mina cinética, que puedes acoplar a las paredes o el techo y que estalla cuando un enemigo pasa por delante, es realmente efectiva ahora mismo, pues muchos no se la esperan. El nuevo arma, la pistola EMG de la UAC, es un arma secundaria perfecta para los expertos. Desenfunda muy rápido y el disparo cargado es potente, pero necesitas precisión con ella. 

El nuevo demonio, El Cosechador, sigue en la misma línea que el resto del contenido: no es tan fácil de manejar como un Barón del infierno o un Revenant debido a su baja salud (350, algo más que el Revenant pero este tiene más posibilidades para evadir los ataques), pero en las manos adecuadas puede causar estragos con sus rayos a distancia y una explosión que lanza varias bolas de energía en arco. Los nuevos módulos de pirateo (Estabilizador de blindaje, Tirador a la carrera, Tesoro escondido, Velocidad primaria y Sabueso de las ejecuciones) no suponen un gran añadido, excepto en el primero de ellos, que durante cierto tiempo te permite mantener una armadura superior a 50 sin que esta baje gradualmente, por lo que puedes convertirte en un tanque para el equipo en algunas situaciones. 

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En definitiva, Unto the Evil no se trata de un contenido que cambie el multijugador, pero es una excusa perfecta para volver a un modo de Doom que puede haber sido pasado por alto y que, a pesar de no ser lo mejor del título, tiene muchos ingredientes que lo convierten en una experiencia única. Y aún queda por llegar el Todos contra todos.