Jugamos a The Last Guardian

Ampliar

The Last Guardian está en la recta final de su lanzamiento, de cara a su lanzamiento el 25 de octubre (resulta raro escribir esta frase). Y como parte de este momento, Sony está llevando la demo del E3 a prensa de todo el mundo para que todos tengan su oportunidad de catar la última obra de Fumito Ueda.

En Meristation ya tuvimos la oportunidad tanto de probar la demo como de entrevistar a su director en Los Angeles, pero aún así resulta difícil rechazar una oportunidad de probar el título, por los que nos adentramos una vez más en la cueva donde despierta el niño protagonista con la "bestia come-hombres", Trico. Narrado en primera persona con la voz adulta del protagonista, como si fuera una historia pasada, y en ese lenguaje inventado que es propio de los juegos de Ueda, nuestro primer objetivo es ganarnos la confianza de la bestia, cuya primera reacción es hostil a nosotros. Una vez hecho esto y liberada a la criatura de su cadena, encontraremos el ya conocido espejo que nos permitirá obligar a Trico a usar su demoledor rayo de energía, fundamental para destruir estructuras que impiden nuestro paso.

Sólo con estos primeros minutos se aprecia la complejidad y la medida de la ambición de Ueda. Mecánicamente combina elementos esenciales de ICO y Shadow of the Colossus, tratando de profundizar en retos técnicos ya de por sí complicados como un compañero manejado completamente por IA, o un sistema de animaciones hechas a mano con el que poder engancharse en una criatura móvil enorme. Este planteamiento es seguramente el que hizo imposible el juego en PS3, y tambiñen de unos controles que pueden ser un reto hasta que te acostumbras a ellos. El hecho de que Trico sea fundamental para avanzar pero también una presencia autónoma hace que el control no tenga la habitual precisión que se le presume a un videojuego. Igual que había veces que Yorda nos sacaba de nuestras casillas, Trico lo va hacer tambiñen casi seguro (aunque se nos ha advertido que la demo es temprana y tiene cosas por pulir).

Y como han dicho casi todos los que han pasado por la demo antes en el E3, está claro que una de las mayores atracciones del juego es el propio Trico, sus comportamientos, actitudes y la vida que desprende. Se nota que se ha puesto una increíble cantidad de trabajo en esta criatura, a todos los niveles, es un espectáculo verla, especialmente cuando muestra comportamientos como el miedo al agua.

Ampliar

El final de la demo nos deja con la miel en los labios, ofreciéndonos uno de esos paisajes misteriosos, sugerentes y cargados de ambientación que este equipo ha sabido ofrecer desde ICO. No sabemos cómo habrá afectado este largo desarrollo a The Last Guardian, o si aguantará el peso de la expectación de ser el sucesor de ICO y Shadow of the Guardian, esa obligación de experiencia mágica que se le atribuyeron a esos títulos (no por todo el mundo, pero es un sentimiento bastante extendido). No es el lugar ni el momento para responder a esa pregunta, pero ciertamente estamos deseosos de conocer la respuesta.