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Enter the Gungeon

Enter the Gungeon

  • PlataformaXBO8PS48NSWPC8
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorDodge Roll
  • Lanzamiento05/04/2016 (XBO, PC)06/04/2016 (PS4)18/12/2017 (NSW)
  • TextoEspañol
  • EditorDevolver Digital

Enter the Gungeon, Análisis

Si alguna vez te habías preguntado cómo sería The Binding of Isaac si se basase (aún) más en la habilidad de el jugador que en la acumulación de objetos, o cómo sería Nuclear Throne con un acabado técnico extraordinario... deja de buscar: entra a la Gungeon.

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En diciembre de 2014, un pequeño estudio llamado Dodge Roll publicó en Steam un juego gratuito llamado Fork Parker's Holiday Profit Hike. Era un plataformas 'injusto', de esos que buscan tocar las cosquillas al respetable, hecho con aspecto pixel art, una historia ligera y centrado, así, en la existencia de los saltos y el dominar las mecánicas por encima de todo. Aquel juego sigue estando disponible (click!) y de alguna forma sentó las bases de lo que el estudio era capaz de hacer: tomar una idea, llevarla al límite y plantearla como un verdadero desafío. Enter the Gungeon hace exactamente esto con los rogue-likes enfocados a la acción, pero además, lleva las cosas tan lejos que casi, sin pretenderlo, puede mirarse de tú a tú con los titanes del género.

Si habéis jugado a The Binding of Isaac o Nuclear Throne ya estaréis familiarizados con lo que puede ofrecer este Enter the Gungon, al menos en su base. No obstante, el juego de Dodge Roll ofrece algunas particularidades que lo hacen diferenciarse de los dos mencionados. La primera y más importante, es que a pesar de ser un juego con mazmorras, armas y enemigos generadas de forma aleatoria en cada "run" o partida -o quizá precisamente por ello-, en Gungeon no importa tanto lo que tienes sino cómo lo utilizas. Es decir, que es un juego más dependiente de la habilidad del jugador que del hecho de tengas buenos drops en cada zona.



En Binding of Isaac, una run podía empezar mal pero según ibas entrando en habitaciones, abriendo cofres, recogiendo drops de los enemigos, etcétera, había margen de mejora. En Enter the Gungeon esto cambia, porque apenas hay un par de cofres por nivel, lo más normal es que únicamente tengas una llave y lo que toque... tocó. Puede ser un objeto defensivo, un amuleto o en el mejor de los casos un arma extra, pero esto ocurre pocas veces y cabe la posibilidad, claro está, de que no sea especialmente buena. Es decir, que el juego va poniendo trabas mediante este sistema aleatorio para que lo importante no sea tanto el qué llevas como el cómo lo usas.

Y es que Gungeon es bastante exigente a este respecto, hasta el punto de que su mecánica principal, casi tan importante como disparar, es hacer la 'dodge roll', es decir, la voltereta para esquivar proyectiles. Haciendo esto seremos invencibles durante un frame y evitaremos ser golpeados por las docenas de balas que escupirán cada uno de los enemigos y más importante, los jefes. Aunque hay otras formas de limpiar el escenario, como usar los cartuchos que disipan automáticamente cualquiera de los que estén en pantalla, la voltereta es el único recurso gratuito con el que contaremos para llevar a cabo nuestra misión de sobrevivir en las mazmorras.



La aleatoriedad del juego lleva a veces a que las mazmorras comiencen de forma salvaje y descontrolada, poniendo multitud de enemigos en pantalla sin tener en cuenta el inicio de la fase; lo mismo puede pasar a la inversa, claro está, pero es un juego frenético y alocado, que no da cuartel. Con todo, como los mejores rogue-likes, ofrece un control absoluto sobre lo que plantea y da las herramientas básicas para contrarrestar cualquier cosa que se nos ponga por delante. O casi cualquiera. Por los escenarios, por ejemplo, encontramos unas mesas que podemos tirar abajo y usar de cobertura. También, situarnos tras paredes o tirar a los enemigos a fosos pueden ser buenas opciones cuando la vía más convencional falla.

Enter the Gungeon es un juego de números. De conteos de muertes, de partidas buenas y malas, de vicios sin descanso y de variedad, porque sí, es cierto que el arranque es un poco duro, en parte por el propio sistema económico del juego -encontraremos muy, muy escasas balas que sirven como intercambio para comprar ítems en la tienda, a precio de oro-, a medida que progresamos y descubrimos que podemos toparnos con más de un centenar de objetos, amén de armas diferentes -algunas buenas, otras nefastas; depende de la suerte- el juego pica a seguir jugando una y otra vez. Por ejemplo, una partida podemos encontrar en un cofre un arma que sea letal, que mate a los jefes de cinco tiros, mientras que en el peor de los casos nos veremos atrapados con la pistola básica durante toda la run.



También hay que tener en cuenta un detalle, y es que las mazmorras están repletas de secretos. Desde habitaciones ocultas en las que podemos toparnos con corazones para restaurar vida, cofres o -cómo no- más enemigos, hasta personajes que se unen a nuestra causa abriendo una tienda en el castillo inicial o dando pequeños consejos. Desde este centro de mando es donde podremos elegir a uno entre cuatro personajes con los cuales partir en la aventura, cada uno de ellos con sus particularidades. Por ejemplo, el Marine cuenta con un casco que le otorga un punto extra de defensa, la Convicta se vuelve loca tras recibir un impacto y potencia mucho sus disparos, el Piloto esquiva mejor y la Cazadora cuenta con una ballesta como segunda arma y va escoltada por un perro que puede encontrar tesoros escondidos.

A todo lo anterior, que no es poco, se le suma un modo multijugador únicamente disfrutable a nivel local. ¿El handicap? El segundo jugador no puede elegir personaje, sino que tendrá que usar uno prefijado que añade alguna mecánica extra, como la posibilidad de disipar balas cada equis segundos y de esta forma servirnos de escudo humano una vez muere. Eso sí, como siempre en PlayStation 4 -a diferencia de la versión de PC-, podemos aprovechar esta funcionalidad en modo cooperativo online mediante la herramienta del Share Play, sin que necesariamente la otra persona disponga del título. Un detalle, obvio por otra parte: jugando con alguien, la dificultad se escala pero los dropeos de los cofres y enemigos no, así que hay que andarse con ojo.

8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.