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Nights of Azure

Nights of Azure

  • PlataformaPSVPS3PS47
  • GéneroAcción, RPG
  • DesarrolladorGust
  • Lanzamiento01/04/2016
  • TextoInglés
  • VocesJaponés

Nights of Azure, Análisis

Gust regresa al JRPG con un título interesante, que cumple bien en cada apartado aunque no destaque más allá de su acercamiento al romance yuri y la inclusión de captura y evolución de criaturas. Eso sí, no al estilo Pokémon.

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Este año parece especialmente interesante para todos los amantes del JRPG, y es que a la llegada de auténticos titanes como Persona 5, Final Fantasy XV o -en su propio estilo- Dark Souls III hay que sumarle otras propuestas con menor presencia en los medios pero que pueden ofrecer grandes momentos a los aficionados, como Star Ocean 5 o la ración anual de Tales of. Otros ya los hemos visto en nuestras consolas, como el notable Digimon Story: Cyber Sleuth, y ahora se suma este Nights of Azure que, estando lejos de ser una compra obligada, supone un ejemplo de juego bien facturado y que no tiene demasiadas fisuras, ofreciendo una interesante mezcla entre RPG de acción y la captura de criaturas para así poder utilizarlas a posteriori en combate. Su desarrolladora, Gust, ya se ganó el favor de los más acérrimos del género con franquicias como Atelier Iris, Mana Khemia o Ar Tonelico, pero aquí busca reinventarse incorporando elementos nuevos a su buen hacer habitual y el más destacado de todos ellos es la inclusión de la acción en tiempo real: algo que radicalmente su acercamiento a las citadas siglas.

Nights of Azure se lanzó en Japón el año pasado y llega por fin a Europa tras un aceptable recibimiento por aquellas tierras (32/40 en Famitsu). Lo hace eso sí perdiendo dos versiones por el camino y únicamente disponible en PlayStation 4 (en territorio nipón el título también está disponible en PS3 y Vita), amén de completamente en inglés en lo relacionado a textos, con voces en el idioma original (japonés). Curiosamente, aún asumiendo que sería bastante probable que el título nunca hubiera llegado a nuestras tierras de otra forma, es decir, que exigir el español para los textos es más fantasioso que realista, el nivel de exigencia del título es un poco superior al habitual al utilizar ciertas expresiones y frases con construcciones poco habituales, aunque eso sí, el guión es sencillo y no hay mucho que perderse en esta historia. Básicamente, asumimos el rol de una guerrera enviada por la Curia para defender a Lilysee, una chica que va convertirse en la próxima Santa. Nuestro papel es protegerla en un momento en el que el mundo está sumido en la Noche Eterna, un fenómeno que ha hecho que infinidad de criaturas del averno campen a sus anchas por el escenario.



Lo más interesante de la trama de Nights of Azure es la relación entre sus personajes principales, que a diferencia de muchos otros títulos del género se enmarca dentro del yuri, es decir, una relación de amor entre dos mujeres. El guión trata esta situación con normalidad, sin excesos ni extrañezas, de forma que si se cambiarán a los personajes por un chico y una chica, o dos chicos, la trama y la forma en que interactúan seguiría siendo la misma. Esto es bastante importante puesto que la mayor parte del juego se apoya en este punto, y si estuviera tratado de otra forma se vendría abajo como un castillo de naipes. Es cierto eso sí que a veces cae un poco en el cliché, en lo más 'anime' en el peor sentido posible (situaciones algo sonrrojantes), pero son las menos de las veces. El resto de personajes apenas tienen un peso real en el argumento, son más bien pequeños alivios cómicos en forma de secundarios como un tendero llamado Lloyd, un hombre que lleva por nombre Alucard y un botones de un hotel que responde como Simon. Y sí, estos dos últimos son referencia directa a la franquicia Castlevania.

La representación visual de todo lo anterior es otro tema: tanto Arnise como Lilysee muestran pechos descomunales -con físicas que los mueven alegremente como si no formasen parte de sus cuerpos- amén de momentos de fanservice puro en los que las chicas se quedan en camisón o directamente casi desnudas, con tela cubriendo zonas estratégicas de sus cuerpos. Pero es un 'mal menor' porque a fin de cuentas hablamos de un producto salido de un país donde Dead or Alive Extreme o Senran Kagura arrasan en las plataformas en las que aparecen y por lo menos aquí el tratamiento desde el guión es respetable y, además, hay un juego detrás que merece la pena por sus mecánicas más allá de la polémica de la sexualización de sus protagonistas. Como decíamos, Gust se introduce de lleno en el RPG de acción para presentar un título en el que se aplican mecánicas de recolección de criaturas -llamadas Servans- y combates en tiempo real contra criaturas genéricas y algunos jefes de mayor tamaño.



El desarrollo de la acción funciona de la siguiente manera: disponemos de un mapa con varias zonas en el que tenemos que elegir un destino, explorar la situación, cumplir un objetivo en un tiempo estimado de quince minutos y hecho esto, volver a la base (un hotel). Estos pueden ser desde acabar con un montón de enemigos genéricos, hasta hablar con un personaje en varios momentos, recoger un objeto o por supuesto, derrotar a un boss. Pero esto se mantiene una y otra vez, contando además con que vemos todo en pantalla en los mismo sitios -a través de scripts fijos- y al final todo consiste en memorizar las conexiones entre zonas, ojear el mapa por si nos perdemos y seguir avanzando sin mucho más miedo. Cada capítulo de los disponibles en el juego cuenta con varios segmentos a realidad y cuando lo superamos todo pasamos al siguiente, abriendo así nuevos desafíos. Todo muy sencillo, sin grandes innovaciones.

Las batallas son ágiles y dinámicas, aunque es cierto que cuesta un poco hacerse las mecánicas del juego porque aunque hay tutoriales, realmente no se aclara del todo como hacer según qué cosas. Arnise cuenta con tres botones de ataque, y partiendo de su arma básica -una espada- puede cargar y hacer un placaje con Triángulo, atacar normal y así encadenar golpes con Cuadrado o hacer un especial en el que se alza y ataca a los enemigos en rango, con X, eso sí a costa de gastar puntos de magia. En total llegaremos a tener cuatro tipos de armas -cuchillas, un martillo y una pistola- y los botones sin idénticos, cambiando eso sí las animaciones y ataques a realizar. Contamos también con opciones evasivas, como una voltereta -con Círculo-, guardias, contraataques si lo hacemos en el momento preciso, etcétera. Es decir, tiene chicha aunque se queda un poco corto y al principio se hace algo reiterativo, hasta que desbloqueamos nuevas habilidades y la cosa va ganando a nivel de variedad.



Y por supuesto está lo ya comentado, el uso de criaturas. Podemos llevar un equipo de cuatro en total (en todo el juego podemos conseguir hasta veinte) asignadas a un 'deck' o mazo, y para que aparezcan necesitamos gastar puntos de invocación mientras mantenemos R1 más su botón asignado en una ruleta. Una vez en el campo de batalla tienen una IA asignada que funciona moderadamente bien, aunque por supuesto podemos en todo momento darles una orden concreta para que hagan su ataque especial (que puede ser ofensivo, curativo, etc) si bien esto, como no podía ser de otra forma, está limitado a ciertos usos. Según vayamos avanzando en el juego podremos llevar hasta cuatro mazos repletos de criaturas, y teniendo en cuenta que cada una de ellas cuenta con propiedades específicas, podremos usarlo a nuestro favor para desbloquear transformaciones para Arnise que funcionan a modo de límite: cuando una barra se llene al máximo, presionando L2 nos transformaremos en un demonio, una guardiana, etc, para ser mucho más poderosa durante equis tiempo. Todo esto viene motivado por los Servans, que pueden subir de nivel, aprender técnicas, equiparse objetos, etc. El sistema funciona muy bien.

Más allá de combates, el juego ofrece la posibilidad de hacer ciertas cosas como mejorar a la protagonista a nivel de estadísticas, pudiendo subirla de nivel y enseñarle habilidades gastando puntos que obtenemos haciendo actividades secundarias, y que tienen que ver más con la 'vida normal' que la sobrenatural, tales como ir de compras, pescar o bailar. Todo esto se gestiona por menús, así que tranquilos, no hay minijuegos ni nada similar que impliquen estas acciones. Nights of Azure, por su parte, encuentra uno de sus grandes agujeros en su factor rejugable: carece de él, en realidad. No es muy largo para el estándar del JRPG -15 o 20 horas- y apenas tiene cosas por hacer tras completar la historia, aunque eso sí cuenta con varios finales dependiendo de las decisiones que tomemos en ciertos momentos. Tampoco es muy difícil, no a nivel de un Souls sino que en general, exceptuando un par de jefes al final en los que el desafío se escala de forma abrupta, es un camino de rosas y dificilmente verás la pantalla de game over; especialmente teniendo en cuenta que automatiza checkpoints en cada pantalla.

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.