Dark Souls III - Juegazos de 2016
La tercera entrega de la obra de Miyazaki quiere encumbrarse en la nueva generación de consolas con un combate más dinámico, novedades jugables y sorpresas a base de muerte y destrucción.
Dark Souls 3 es uno de los Juegazos de 2016 que están por llegar. Al menos sobre el papel y con una herencia recibida y un legado que invitan al optimismo. El juego de From Software quiere brillar con luz propia en una nueva generación de consolas que ya ha visto de lo que son capaces con Bloodborne y, en menor medida, con la revisión Scholar of the Sin de Dark Souls 2. Pero esta tercera entrega numerada de la serie de Miyazaki es algo más que el estreno ‘oficial’ de la franquicia: es la consolidación de una manera de entender los Action RPG que se ha demostrado exitosa y sólida desde que Demon’s Souls saliera en exclusiva para Playstation 3 hará pronto siete años. Dark Souls 3 promete recuperar la esencia de la saga que quedó en el limbo con Bloodborne, un juego más enfocado al combate, pero evolucionando con todo lo que han aprendido de sus predecesores. Que no es poco.
En todo caso, la tercera entrega de la saga llega con muchos retos por superar en esta entrega. Por un lado tenemos la obligación de compararlo con Dark Souls, el original. Para muchos la secuela de dicho juego dejó por el camino matices y detalles que le hacían perder algo de fuerza. Y posiblemente tuvieran razón en ciertos elementos que van desde un mundo no tan bien interconectado (en eso, Dark Souls era simplemente brillante y te hacía plantear, con una mezcla de interés y asombro, cómo sería un mapa del mundo del juego plasmado en papel) a cierta accesibilidad en las primeras horas, conexión entre las hogueras mucho más ágil y algunos jefes no tan inspirados en patrones. Pero no nos engañemos, Dark Souls 2 era para muchos, entre los que me incluyo, un juego excelente que también sabía, o pretendía, equilibrar ciertas propuestas confusas de la primera entrega. ¿Y Dark Souls 3? Seguramente seguirá este camino pero recuperando parte de lo que hemos enumerado anteriormente.
Pero es el combate lo que realmente hereda alguna de las virtudes del juego de PS4. No es lo mismo, pero habiendo jugado a la saga Souls y al título de PS4 queda claro que si hubiéramos hecho el ejercicio a la inversa, pasar de Bloodborne a Dark Souls, el resultado final sería el de un sistema de combate muy similar a lo que tendrá la tercera entrega numerada de la saga. Un movimiento de personaje mucho más ágil, con saltos y dashes que se ejecutan de manera más suave y dinámica y la posibilidad de optimizar la barra de brío de mejor manera que antes. El resultado es satisfactorio, ya que no se convierte en un Bloodborne donde el movimiento, los parries y las evasivas mandan, pero tampoco estamos tan encorsetados como antaño. Además, la disposición de los enemigos nos obliga a plantear los combates de manera distinta a la de la Pesadilla del Cazador.
El escudo vuelve a ser protagonista, también tipologías de arma mucho más convencionales como la alabarda, las espadas dobles o los grandes espadones, además de los arcos y, cómo no, el retorno de la magia como un elemento imprescindible que se potencia y ofrece muchas más posibilidades. También tendremos mecánicas nuevas como los Arts, ataques especiales que tienen las armas de nuestra mano derecha y que varían en posición y en efecto según cada momento y tipo de arma. Los ítems y otras sorpresas que nos aguardan, se ha prometido que volveremos a tener una gran cantidad de armas por buscar y rebuscar a diferencia de Bloodborne, completan una oferta conocida pero con detalles pensados para evolucionar la fórmula de toda la vida.
Uno de los elementos que se le pide a Miyazaki es creatividad y capacidad de reinventar situaciones que hemos vivido intensamente durante años. Han desfilado decenas de jefes finales, algunos de opcionales, otros de imposibles, y Dark Souls 3 tiene aprendida la lección de varios de los jefes que vimos en Dark Souls 2. De momento hemos visto pocas cosas pero nos han gustado. Monstruosidades que no responden a proporciones lógicas, patrones que varían en combate más veces de la cuenta y golpes que te pueden dejar fuera de combate con tan solo rozarte. Faltará ver como se mueven los demás (ya hemos visto que hay dragones y caballeros que golpean antes de preguntar) pero las expectativas en este sentido son también elevadas.
Respecto a Bloodborne, la última de las entregas, volvemos a los entornos de fantasía medieval donde los grandes castillos, las estructuras solemnes y el bestiario clásico de dragones, ogros, esqueletos y otros seres abominables se presentarán ante nosotros. El toque victoriano y más inquietante de la última obra de PS4 no parece estar tan presente, aunque relativamente. Miyazaki ha confirmado que el juego se ubicará en pleno apocalipsis, algo que puede decir muchas cosas o puede no significar demasiado. Lo que queda claro es que en nuestra aventura, de la que se desconocen las motivaciones que tenemos para adentrarnos en este infierno, no habrá ningún camino sencillo y el contexto puede tener un toque más oscuro de lo que estábamos acostumbrados hasta la fecha.
Dark Souls 3 sale el 12 de abril en PC, Playstation 4 y Xbox One. En Europa tendremos que esperar ya que será durante el mes de marzo cuando salga en Japón, por lo que el degoteo de información y gameplays del juego desde esa fecha será mucho más insistente. Y podremos empezar a comprobar si estamos ante uno de los Juegazos de 2016.
- Acción
- RPG
Dark Souls III es la tercera entrega de la saga de acción y rol Dark Souls a cargo de From Software y Namco Bandai Games para PC, PlayStation 4 y Xbox One. Adéntrate en un universo lleno de enemigos y entornos descomunales, un mundo en ruinas en el que las llamas se están apagando. Los jugadores se sumergirán en la atmósfera épica de un mundo de oscuridad gracias a un juego más rápido y una intensidad de combate ampliada.