Dragon's Dogma: Dark Arisen
Probamos las primeras horas del Action RPG de Capcom, que tras dos años sale en PC con mejoras gráficas y todo el contenido que ya vimos en su momento.
Dragon’s Dogma Dark Arisen llegará a PC. Es una de las noticias que se dieron a principios del mes de septiembre y que no deja de ser una buena noticia aunque llegue algo tarde. El juego de Capcom sorprendió en su momento por una fórmula realmente divertida y con contenido para dar y tomar que supo pulirse y mejorarse con la expansión Dark Arisen. Un Action RPG capaz de alejarse de las comparaciones a las que se acostumbró en 2013, desde Dark Souls hasta Kingdoms of Amalur, para mostrar un estilo de rol occidental desde un punto de vista nipón interesante. Con influencias de los reyes del género y con mucha personalidad, Dragon’s Dogma sigue siendo una gran propuesta dos años después.
La premisa desde la que arranca Dark Arisen es la de un Action RPG que nos invita a recorrer un gran mundo repleto de enemigos de enormes dimensiones –el combate también tiene algo de Shadow of the Colossus- mientras sudamos sangre para ir avanzando debida a la alta dificultad inicial del juego. Todo empieza idéntico en PC, con la pequeña aldea de CAssardís asaltada por un enorme dragón rojo que de manera cíclica ataca este mundo. En ese momento aparecerá nuestro protagonista, que recibirá una estocada mortal del dragón con un solo mensaje: si quieres enfrentarte a mí…” Y allí empieza todo.
Dragon’s Dogma Dark Arisen destacaba por el sistema de combate, y aquí vuelve a ser elemento clave. Debemos escoger un tipo de personaje entre las tres clases disponibles de inicio: luchador, Strider o mago, y empezar a movernos por el escenario mientras vamos desarrollando a nuestro héroe. El sistema de combate responde perfectamente a lo que esperamos de él (el juego es compatible con los mandos Xbox en PC) y eso se traduce con botones superiores y gatillos para habilidades especiales y ataques, un botón para hacer agarres, otro para lanzar objetos y en definitiva, suficiente variedad para atacar enemigos de nuestra envergadura y colgarnos de las barbas de los más grandes de Cassardís.
La versión de PC que nos ocupa llega también con el contenido extra Dark Arisen que se publicó en la primera y única revisión del título y que nos permite disfrutar de una nueva zona a partir de un nivel elevado (50). Esto amplía localizaciones, monstruos, jefes finales importantes y también buena cantidad de equipamiento y tesoro que se añade al ya generoso elenco de objetos y elementos que encontramos en el juego principal. Estamos hablando de unas 15 horas de expansión, que sumadas a las 25 de inicio de Dragon’s Dogma dan un resultado más que convincente en longevidad… y nos referimos a una duración sin completar el 100% ni tampoco pretenderlo.
Durante la preview a la que hemos tenido acceso no hemos podido llegar todavía a lo que ofrece Bitterblack en todo caso, pero sí ver como todo funciona como lo habíamos dejado hace un par de años. El juego funciona con un sistema de peones que vienen a ser NPC que podemos invocar para que combatan con nosotros. Esto se mantiene, como también algunos errores de IA a la hora de afrontar algunas batallas. La falta de opciones para ordenarles ataques concretos sigue siendo un problema que se nota en los primeros compases de juego, pero que va diluyéndose a medida que avanzamos y conformamos un equipo con peones equilibrados según nuestro estilo de juego y lo que ofrece cada uno de ellos. Los peones se comparten online para conseguir recompensas y consejos, y además también se pueden pedir prestados peones con habilidades concretas para superar ciertos enemigos.
Las mejoras gráficas
La gran novedad de esta entrega que sale a la venta el 15 de enero es en el apartado gráfico, un punto que no destacaba demasiado en el juego original con varios problemas técnicos evidentes. El título no es nada exigente a nivel de hardware y su requisitos recomendados están formados por Intel Core i5 660/AMD Phenom II X4 840, 4GB RAM y una Radeon HD 5870/GeForce GTX 480 por lo que estará al alcance de la mayoría de jugadores. Pero ¿serán suficientes las mejoras visuales posibles en PC? Relativamente.
El título luce mejor que en las versiones de la pasada generación de consolas, de eso no hay duda. Tenemos un acabado muchísimo más nítido en general y podemos escoger entre una tasa de framerate de 30, variable o 60 que al menos a nosotros en las primeras horas no nos ha fallado en ningún momento. Esto hace que sea más fluido en general, y las opciones gráficas permiten tener un acabado más sólido. Efectos especiales como explosiones, las luces-sombras en espacios decrépitos y demás lucen mucho mejor. Las criaturas a las que nos enfrentamos también destacan algo más por la mayor nitidez. Pero a pesar de todo esto, tampoco estamos en un gran cambio. Podemos activar V-Sync, toquetear Anti Aliasing, rango dinámico, calidad de las sombras, detalles, calidad y filtros de texturas y cuenta con mejor escalado a distancia y poder activar profundidad de campo. Pero Dragon’s Dogma es lo que es, y los personajes siguen teniendo una carga poligonal justita -ya lo era en su salida hace un par de años- y algunas texturas, tanto de detalles de personajes como de detalles en los escenarios siguen estando por debajo de lo que sería suficiente a finales de 2015. En todo caso, luce mejor y más pulido, pero con una estructura ya conocida.
Dragon’s Dogma Dark Arisen llega el 15 de enero adaptado perfectamente a las funciones Steam, incluidos los logros. Un juego que no destacará por ser un portento técnico, pero que ofrece mecánicas y una propuesta jugable que no es tan habitual en compatibles, algo que seguro que los amantes de los Action RPG sabrán apreciar. Más allá de lo que se ve, sigue siendo muy divertido. Y exigente.
- Acción
- RPG
Dragon's Dogma: Dark Arisen es la primera gran expansión del título de acción RPG Dragon's Dogma con nuevos contenidos como personajes o misiones inéditas. A cargo de Capcom y Koch Media para PlayStation 3, Xbox 360, PC, PlayStation 4, Xbox One y Switch. Desarrollado en un mundo abierto de gran extensión, Dragon’s Dogma: Dark Arisen ofrece una gratificante experiencia de combate. Los jugadores se embarcan hacia una épica aventura en un fabuloso mundo lleno de vida junto a tres compañeros controlados por la IA y conocidos como peones. Estos luchan de forma independiente, demostrando habilidades y aptitudes que han desarrollado basándose en rasgos aprendidos del jugador.