Análisis Bloodborne: The Old Hunters (Antiguos Cazadores)

Bloodborne es uno de los juegos del año. Y lo es con el mérito añadido de aguantar la comparación habiendo salido en febrero y que la gente todavía lo recuerde a pesar de la cantidad de novedades y nombres Triple A que han salido estos dos últimos meses. El exclusivo de From Software para Playstation 4 hizo un giro a la fórmula Dark Souls enfocándose más en la acción y un sistema de combate que es el principio y final de casi todo. Fue un gran acierto que lo ha convertido en uno de esos exclusivos que todos desean para su plataforma. Ahora llega Antiguos Cazadores, primera y última expansión del juego en el que nuestro cazador debe seguir navegando en medio de las pesadillas.

The Old Hunters (Antiguos Cazadores) llega a la venta el martes a un precio de 19,99 euros o en forma de pack con la versión GOTY del título de From Software. Se trata de una expansión que nos añade un camino hacía nuevas localizaciones, enemigos, obsequios y jefes finales, además de toquetear otros elementos del juego principal en forma de nuevos NPC que podremos encontrar e interactuar con ellos a lo largo del juego. La experiencia, vaya por delante, no supone ninguna revolución dentro del concepto Bloodborne ni estamos ante algo que se pueda considerar superior al juego original. Estamos, simplemente, ante más contenido que, eso sí, ofrece algunas novedades que los fans de los cazadores atormentados agradecerán.

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Aunque para entrar en la expansión simplemente tenemos que haber llegado a cierto punto no muy avanzado de la trama (vencer a la Vicaria), sí es cierto que se recomienda afrontar estos nuevos desafíos cuando tengamos un nivel alrededor del 65, algo que significa estar ya en el tramo final del juego o casi. De hecho, este escenario que se describe es seguramente el ideal para poder disfrutar al máximo de la dificultad de Antiguos Cazadores, que destaca por ofrecer nuevos enemigos muy duros y otros que tal vez no lo son tanto pero que aparecen en abundancia complicando más de la cuenta nuestro avance.

De hecho, este es uno de los problemas que hereda Antiguos Cazadores de otras expansiones de juegos de From Software y que no se ha sabido dar respuesta: la dificultad según nivel. En una primera partida, estando a un nivel superior a 80 el reto no es tan exigente como se puede pasar. Nosotros por ejemplo en una build de nivel 125 en NG+ no hemos tenido casi problemas en todas las localizaciones, siendo solo los jefes los que realmente nos han dado un toque de atención importante. Encontrar la fórmula para equilibrar la zona, teniendo en cuenta que mucha gente lo jugará con personajes de nivel elevado ya que han pasado meses de la salida del juego es complicado, pero puede afectar a la experiencia del juego.

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De hecho, es en el elenco de nuevos enemigos donde radica parte de la gracia de Antiguos Cazadores. Los enemigos ya conocidos no tienen demasiado secreto, pero la presencia de estos mencionados y otros, como una especie de Ogro blanco que salta como si fuera un ninja o manadas de monstruos amorfos con flechas y lanzas que se combinan con perros molestos, hacen que tengamos que ir con cuidado en varias zonas. Sobre todo en dos localizaciones que brillan por su diseño artístico: un edificio lleno de demencia al más puro estilo Iosefka y una aldea pesquera repleta de secretos.

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Pero son los cinco jefes finales (pueden contarse como cuatro y uno intermedio) los que realmente aportan reto a nuestra aventura. No entraremos en detalles de cómo son ni a que responden –hay guiños a nombres que hemos escuchado que nos gustarán- pero sí desgranaremos el porqué de su atractivo. Básicamente se tocan todos los palos del clásico jefe final de From Software. Los de gran envergadura, los que son varios en pantalla y los que nos brindan enfrentamientos como si fuera un uno contra uno contra otro jugador. Además, tienen una particularidad todos ellos –menos el intermedio- que es la siguiente: cuando queda un tercio de enfrentamiento hay una variación drástica que cambia la manera de afrontar el combate, haciendo que morir cuando les queda uno o dos golpes de vida es tan desesperante como habitual.

Antiguos Cazadores tiene una duración muy variable. Nosotros acabamos con todas las presas en algo más de seis horas, contando que nos encallamos en exceso con un par de jefes por lo que el tiempo puede reducirse o puede alargarse, ya que dependiendo del nivel superar según qué zonas no es tan sencillo. Además, también hay que tener en cuenta que hay una decena de nuevas armas por descubrir, y aunque es cierto que no hay grandes zonas por explorar, en el tramo final tenemos algo más de libertad para husmear por zonas que esconden tesoros y algunos enemigos de más. También tiene algo de backtracking, aunque es muy evidente y casi anecdótico.

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Entre las armas, si sois de los que tenéis un personaje generoso con el perfil Arcano estaréis de enhorabuena porque se han añadido algunas magias poderosas que permiten abrir el elenco de posibilidades de esta build, también algunas armas que exigen un nivel elevado de este apartado. En todo caso, hay para todos y no faltan elementos como el martillo explosivo –podemos activar que deje una explosión en un golpe- o la Espada Sagrada, donde tanto la fuerza como la destreza son importantes para dominarlas al máximo. No obviamos la Hoja Arco de Simon, una espada curvada que se transforma en arco (¿hay algo más molón que esto?). Pasa lo mismo con algunas armas de fuego, algunas nos invitan a jugar tipo TPS, donde la viveza de sangre es importante para poderlas usar. Una decena de armas en total que son otro de los atractivos -seguramente el que más- del juego porque se adaptan a todo tipo de maneras de jugar. Eso sí, no hemos encontrado una Roca de Sangre para poder mejorarla al máximo (+10), así que tocará buscar más o dar otra vuelta para completarla al máximo si ya lo habéis hecho con una de las originales.

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