Memory Card #30: Contra

Konami nos tenia calados. Los críos que fuimos soñaban con despachar criaturas espaciales emulando a sus héroes del celuloide -ésos que se blandían el cobre a pecho descubierto ante una legión de enemigos luciendo palmito- y en la Konami que tanto echamos de menos supieron darnos lo que queríamos con una saga legendaria en la que los protagonistas no necesitaban más que sus bíceps y una ametralladora para salvar al mundo del yugo extraterrestre.

Hoy ponemos en la batidora del tiempo aquellos mitos arcade, sus muchas revisiones para las máquinas del momento, y un chorro de la esencia simplista pero tremendamente efectista con que Konami confeccionó su particular visión del run-and-gun, para recordar cómo nos sentíamos al tratar de sobrevivir esquivando la lluvia de balas constante con que los primos chungos de E.T. nos obsequiaban a lo largo de nuestra heroica epopeya bidimensional.