Monster Hunter X

Los Monster Hunter hasta ahora eran un poco como las lentejas: o los tomabas, y acababas echando cientos de horas, o los dejabas, si no acababas de adaptarte a su especial control. Conscientes de esto, y en busca de conquistar a un público aún mayor, Monster Hunter X abre como nunca antes el abanico de posibilidades que pone en manos de los jugadores, pero sin alienar a su enorme base de fans, que a su vez encontrarán atractivas novedades.

Las más destacadas son las nuevas formas de jugar. La primera, por supuesto, la que los jugadores han podido disfrutar hasta ahora, la que han llamado modo Gremio, y que además se supone es la más equilibrada. Un estilo perfecto para quienes no quieren cambiar su forma de jugar. Permite equipar dos movimientos especiales (las nuevas “artes de caza”).

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Quienes tengan un buen pulso y mucha práctica a los mandos pueden arriesgarse con el modo Bushido. En él, el jugador debe estar atento a los ataques de los monstruos para esquivarlos y combinar poderosos contrataques. A cambio solo se puede equipar un arte de caza. Con este estilo los más hábiles veteranos podrán cazar de forma más eficaz, aunque no es recomendable para novatos. 

Para ellos se adaptan mejor los estilos Atacante, que permite asignar tres artes de caza para ejecutarlos de forma sencilla; o el más espectacular visualmente, el estilo Aéreo. Con él, el jugador podrá usar los movimientos en salto que hicieron su debut en Monster Hunter 4 para lanzar ataques devastadores contra los monstruos. Esta vez incluso un compañero será suficiente para trepar y atacar desde las alturas. Como contrapartida, este último modo solo permite equipar un arte de caza.

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De esta forma, las 14 armas disponibles (las mismas que en Monster Hunter 4 Ultimate) multiplican sus posibilidades y se adaptan como nunca a los distintos gustos de cada usuario, transformándose según el estilo escogido. Además, dependiendo de ellas variarán también los antes mencionados artes de caza. Entre ellos habrá algunos tan útiles como un sangriento giro, capaz de acabar con gran cantidad de pequeños monstruos de forma sencilla, posible si tenemos equipadas las espadas dobles; o el ataque Supernova, devastador y capaz incluso de destruir partes del escenario, disponible con la Ballesta pesada. Todos ellos aportan un nuevo nivel de acción y espectacularidad a las cacerías. Se mantienen, además, novedades de las entregas anteriores, como la posibilidad de montar sobre los monstruos, o las variaciones entre día y noche.

Pero no solo hay nuevos estilos de juego. También hay una nueva “especie” de cazador. Y es que los queridos Feline ya no solo están presentes para dar apoyo, sino que ahora el propio jugador puede ser uno de ellos. Usando estos personajes se puede, por ejemplo, evadir ataques escavando por el suelo.

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Pero más que por sus novedades, Monster Hunter X destaca por servir de recopilatorio de lo mejor de la saga hasta ahora. Así, de las 12 zonas de caza, 11 provienen de entregas anteriores, combinando paisajes tan variados como la Selva Jurásica, las Cumbres Borrascosas, las Montañas Nevadas, el Volcán de Monster Hunter 2… Y a ellos hay que añadir un área boscosa completamente nueva.

Repiten también 3 aldeas de juegos anteriores: Kokoto, Pokke y Yukumo, a las que se añade la principal de este nuevo juego, Beruna. Haciendo honor a las cuatro esquinas de la X que le dan título, el juego por primera vez incorpora no a uno, sino a cuatro monstruos como enseña, Dinovaldo, Gamuto, raizekusu y Tamamitsune. Junto a ellos, más de 60 monstruos forman un enorme plantel que proporciona innumerables combinaciones para hacer cada cacería única. 

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En resumen, Monster Hunter X supone un buen vistazo hacia atrás que se regala la saga a sí misma, introduciendo algunas mejoras que permiten a quienes hasta ahora no han acabado de disfrutar con las entregas anteriores darse una segunda oportunidad y pasar a engrosar la creciente lista de cazadores.