Dragon Quest Heroes
Primeras horas con la versión final de este musou inspirado en la exitosa saga de rol de Square Enix. Acción sin descanso, pero también elementos roleros y mecánicas únicas para un título que busca triunfar en Europa como lo ha hecho en Japón.
Dragon Quest Heroes sigue la misma estela que vimos en Hyrule Warriors. Eso significa coger la mecánica Musou (Dynasty Warriors) de los desarrolladores Omega Force y adaptarla y trasladarla a un universo distinto al de las propuestas originales. Con la saga de Nintendo el experimento no salió nada mal, y con la saga creada por Yuji Horii el camino a seguir parece estar bien encarrilado. No en vano, el propio Horii está al frente de un proyecto para Playstation 3 y Playstation 4 que ya ha visto la luz en Japón y que saldrá el próximo mes de octubre en Europa. En Meristation estamos jugando ya con la versión final y estas son nuestras impresiones con las primeras, y prometedoras, horas de juego al frente del variado y carismático elenco de pesonajes de un Dragon Quest Heroes que ha triunfado, como era de esperar, en Japón, y quiere hacer lo propio en occidente.
Vaya por delante que a pesar de que la fórmula de Omega Force con esta entrega es similar a la que se hizo con Hyrule Warriors, lo cierto es que el resultado de ambos juegos es bastante distinto. Mientras en el spin-off de la saga Zelda se intentaron respetar algunos elementos como ciertos ataques especiales o el uso de varios ítems identificativos de la franquicia, aquí se apuesta por introducir un sistema de juego y de personalización del personaje que intente acercarse a la esencia de la saga Dragon Quest, que no es otra que el género JRPG de corte más clásico y hardcore. Eso se nota desde un primer momento. Que no se nos malinterprete, estamos ante un juego de acción donde matamos decenas de enemigos, pero con un punto de vista y unos elementos que difieren de Hyrule Warriors y, claro está, de los mismos Dynasty Warriors de la compañía.
Al inicio del juego escogemos el héroe o heroína que queremos que sea nuestro protagonista principal, algo que da un poco igual porque más avanzada la trama podremos jugar indistintamente con uno o con otro. Una vez elegido, y sin querer entrar en demasiados destripes, entramos en calor: se celebra una clásica feria medieval a las puertas del castillo del mundo en el que estamos hasta que por unos extraños acontecimientos, los monstruos que han convivido en paz con los humanos empiezan a atacarlos. La situación es caótica y nuestros protagonistas, que son guardias reales, se apresuran a intentar poner a salvo al rey de la población. Aquí empieza una trama en la que se irán sumando varios personajes y se empezará a descubrir el embrollo que ha hecho que los monstruos pasen a ser enemigos cuando nunca había sido así.
La fórmula es la clásica de un Musou: acción cuerpo a cuerpo en tercera persona con un botón de ataque, otro más fuerte, un botón de salto, evasivas y cubrirse como elementos principales. Los combos son muy sencillos, ya que son secuencias de cuadrado que acaban en triángulo o al revés. Destacar que por un lado tenemos este sistema, que ya es fácil de por sí, y que incluso se ha añadido un sistema más automático donde un botón hace combos automáticos y el otro también usando ataques que gastan puntos de magia. Porque sí, Dragon Quest Heroes funciona con una barra de MP que se gasta según hacemos ataques especiales con nuestros personajes (tenemos tres en un principio según desbloqueamos en el árbol de habilidades de cada luchador). La presencia de la barra de magia es liviana, y matando enemigos recargaremos puntos. Simplemente, sirve para equilibrar y evitar el abuso de ataques mágicos.
La fórmula de combate nos permite atacar masivamente a enemigos con golpes verticales o horizontales, hacer combos que podemos ir direccionando a un lado u otro para alcanzar a más enemigos y arrasar con hordas de monstruos que tienen sus particularidades, pero que no destacan precisamente por patrones demasiado complejos. Una de las primeras premisas que aprendemos es que tenemos que acabar con unos enemigos “guardianes” de puertas dimensionales para que dejen de aparecer monstruos en una zona concreta. Los objetivos de las primeras misiones, claro está, es limpiar zonas de contrincantes. Aunque hay ciertas particularidades.
Por ejemplo, en Hyrule Warriors -comparamos con el Musou más reciente- teníamos que ir controlando las zonas donde teníamos que limpiar enemigos, ganar fortalezas para que decenas de personajes de nuestro ejército se enfrentaran a los enemigos y correr de un lado para otro. Aquí, correr a tanta velocidad no es posible, y además la estructura de los niveles hace que sea complicado estar en todos los lados a la vez. En las primeras misiones tenemos que cubrir una estructura que tiene que colocarse en un punto del mapa, y tenemos dos o tres frentes abiertos desde los que salen enemigos. Como la IA aliada de los personajes que nos acompañan nos acompañan siempre, hay que buscar soluciones. Y una nos la da un personaje que conocemos al poco de empezar: monedas de monstruo.
A medida que eliminamos enemigos podemos recoger unas monedas que sirven para invocar minions de todo tipo. Esto nos permite, por ejemplo, lanzar invocaciones en un lugar del mapa para que frenen a los enemigos y nosotros ir a limpiar de monstruos al otro lado. La mecánica en sí es interesante porque hay minions de varios tipos y tienen usos diversos que deberemos aprender para sacarle el máximo partido.
Todos los personajes tienen sus poderes especiales, que varían de unos a otros, y pueden usar lo que se llama “alta tensión”, que vendría a ser una transformación (lo vimos por primera vez en Dragon Quest VIII) donde después de recargar una barra fucsia eliminando enemigos o cargando energía (os diseños son de Toriyama y no cuesta nada tomar prestadas cosas del creador de Dragon Ball ya de paso, pensaron) activamos dicho poder que nos envuelve en un aura de color rojizo, se nos sube el pelo del personaje principal hacia arriba y somos invencibles durante un tiempo concreto. Podemos lanzar ataques mágicos sin gastar puntos de magia y podemos hacer un ataque devastador que, una vez finalizado, acaba con dicha transformación. La alta tensión no se consigue fácilmente, al menos en los primeros combates, pero es muy útil en las áreas que las batallas se alargan más de la cuenta.
Equiparse, mejorar y personalizar
Antes de cada misión podremos preparar a nuestros personajes para las batallas. Estaremos en un barco volador donde tenemos acceso a varias tiendas, por así decirlo, centradas en diversos elementos. Por un lado, la tienda de armas donde compraremos todo tipo de armamento que mejorará nuestro poder de ataque y de defensa a cambio de dinero. Tendremos también una dependienta que nos ofrecerá varios accesorios que podemos usar para potenciar alguna de las particularidades de cada uno de los miembros del equipo, un alquimista que trabajará con materiales que vamos recogiendo, un lugar para acceder a nuevos eventos más allá de la trama principal y, como no, un apartado en el menú para mejorar con puntos de habilidad a nuestros personajes. Los puntos se ganan superando misiones y permiten aprender nuevos ataques especiales, mejorar elementos únicos de cada personaje o mejorar elementos clásicos com otener más magia, más vida, mayor velocidad para generar barra de tensión, etc.
En los primeros compases de aventura no falta el humor y la buena caracterización de los personajes. Nuestro héroes hace largos discursos en los que quiere preparar una gran estrategia a seguir para acabar con los enemigos, cuando su compañera le corta más de una vez diciéndole que mejor ir a machacarlos directamente que será más rápido. La personalidad de cada uno de ellos y los diálogos entre personajes, sin ser nada inolvidable, tiene buenos momentos que nos harán esbozar una sonrisa. Además, el acabado visual convence por el apartado artístico tan característico de la mano de Toriyama, que nos permite ver un elenco de enemigos de lo más variopinto y simpático.
Dragon Quest Heroes engancha en sus primeras partidas por una jugabilidad sencilla pero que añade elementos que en estos primeros compases la hacen interesante. El cambio instantáneo de enemigos, el tema de invocar a monstruos para usarlos según nos convenga, el uso de ciertos elementos que tenemos a mano en el escenario (como torretas) o la preparación de equipo y accesorios antes de cada batalla hacen que, siendo una base musou, tenga personalidad propia destacada en estas primeras horas de juego. Veremos como se desarrolla la trama, la propuesta de las misiones a medida que vamos avanzando y la diferenciación o no entre personajes a medida que vayamos subiendo de nivel. Pero todo esto ya será en el análisis definitivo del juego.
Dragon Quest Heroes: El infortunio del Árbol del Mundo y la Raíz del Mal
- Acción
Dragon Quest Heroes: El infortunio del Árbol del Mundo y la Raíz del Mal, desarrollado por Omega Force y distribuido por Square Enix para PlayStation 3, PlayStation 4 y PC, es un título de acción beat 'em up basado en la popular saga dragon Quest y con ciertos paralelismos con Dynasty Warriors.