Condenan a Bungie a pagar más de 140.000 dólares al compositor de Halo y Destiny

La batalla legal entre el compositor de las bandas sonoras de Halo y Destiny, Marty O'Donell, y Bungie ha llegado a su fin. Tras meses de contienda entre el músico y la compañía, en un litigio que empezó el pasado mes de mayo, un tribunal de Estados Unidos ha dictaminado que Bungie violó su contrato con O'Donell al despedirle injustificadamente, además de hacerle renunciar a su sociedad por acciones en la compañía y su plan de reparto de beneficios.

"Estoy feliz de que esto termine, y estoy listo para seguir adelante", declaró O'Donell al conocer la decisión del tribunal. Bungie deberá entregar al compositor 142.500 dólares por el primer pago del programa de participación en los beneficios. Además, un acuerdo previo entre el presidente de Bungie, Harold Ryan, y O'Donnell le otorgó 95.000 dólares por trabajo no remunerado, tiempo de vacaciones, y los honorarios legales. El compositor, por otro lado, también tendrá derecho a recuperar casi 200.000 acciones de la compañía, cuyo valor es desconocido al ser Bungie una compañía que no cotiza en bolsa. A cambio de todo esto, O'Donell deberá entregar a Bungie cualquier material relacionado con la compañía, como es el caso de un CD con música original de Destiny y que el artista ya ha devuelto.

El conflicto tiene su origen en el año 2010, cuando Bungie y Activision firman un acuerdo para la creación de la saga 'Destiny' y a O'Donell se le encarga la composición de la música del juego. El compositor, que debía crear junto a Paul McCarthy la banda sonora de toda la saga a la vez, presentó una suite sinfónica de ocho movimientos a principios de 2013. La sentencia especifica que Activision no estaba interesada en lanzar ese material como una obra independiente, cosa que sí deseaba O'Donell, por lo que el compositor consideró que Bungie no estaba "haciendo los esfuerzos suficientes para lanzar la música".

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El momento clave de la disputa viene cuando, durante el E3 del año 2013, Activision decidió reemplazar la música original de O'Donell, y que iba a escucharse en el tráiler de Destiny, por una pieza propia. El compositor reaccionó negativamente ante este hecho e incluso intentó sabotear en repetidas ocasiones el visionado del tráiler, argumentando que "así protegía el proceso creativo, la integridad artística y la reputación de Bungie" y que "Activision se había entrometido en las decisiones creativas del juego".

Finalmente, la directiva de Bungie recomendó el despido del compositor debido a que las acciones de éste habían "afectado negativamente a la imagen de la compañía y a las relaciones entre Bungie y Activision". De este modo, aunque O'Donell no fue despedido en un principio al no encontrar los estudios evidencias de las afirmaciones anteriores y estar el juego aún en desarrollo, en abril de 2014 se volvió a poner sobre la mesa la opción de su despido, que esta vez sí se hizo efectivo.

Ante esta situación, Bungie decidió no pagar a O'Donell sus vacaciones y algunos de los trabajos realizados si éste no renunciaba a las participaciones de la compañía, pero el compositor consiguió que le pagaran ese dinero mediante otro proceso judicial contra la compañía. En una reunión de los accionistas de la compañía en julio, se recomendó restituir los derechos sobre las participaciones a O'Donell, pero Bungie se negó a ello, lo cual condujo al primer proceso de aribitraje. En el mismo, Bungie argumentaba que la presencia del compositor en las reuniones de accionistas de la compañía sería "perturbadora", pero su argumento fue rechazado.

El estudio recurrió entonces ese primer arbitraje, que ahora ha sido también desestimado, siendo la empresa condenada a pagar 142.000 dólares como anticipo de los beneficios de la compañía.

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