Mad Max, Impresiones E3
La franquicia Mad Max ha reverdecido laureles recientemente gracias a la gloriosa película Fury Road. Avalanche Studios, responsables de la saga Just Cause, nos ofrecen ahora un videojuego que promete hacernos pasar un gran día. Sed testigos de él.
Actualización 07/07/2015
Con la demo del pasado E3 (descrita abajo) ya bien digerida y preparando todo para el lanzamiento el próximo 4 de septiembre, Warner Bros Españanos ha invitado a probar un código algo más avanzado que el que estuvoen la feria angelina y, lo más importante, más abierto y prácticamentefinal para poder poner a prueba con total libertad lo que nos tienenpreparados los chicos de Avalanche con este Mad Max, título que no secorresponde esencialmente con la nueva película y que aspira más bien aser un homenaje a la serie completa. Hora de recorrer de punta a puntaEl Páramo, de probar todo tipo de combinaciones extrañas para lapersonalización de nuestro siempre protagonista vehículo Magnum Opus ode ver cómose desenvuelven las situaciones más avanzadas de la aventura con varioscaminos en manos del jugador.
Mad Max representa como pocos lo han conseguido un apocalipsisbizarro y rudo, manteniendo el espíritu de la licencia pero recargándolade violencia y explosiones motorizadas como desde MotorStorm nohabíamos visto. La pugna entre nuestro héroe, al que en los primeroscompases del juego le roban todo y va a tener que empezar desde elprincipio a labrarse un recorrido nada fácil contra el tirano Scrotus yconquistando cada una de las cientos de esquinas del enorme mapeado, seune dramáticamente a un argumento que poco a poco va dejando claro suinterés narrativo y repleto de giros y personajes redondos que puedenresultar imprevisibles. En este Infierno no es bueno fiarse de nadie,solo de uno mismo y la búsqueda constante de piezas y más piezas paramejorar nuestro tanque, o agua y comida para mantenernos con vida.
La conducción, otro de los puntos que queríamos poner al límite paracomprobar cuánto de Burnout o Destruction Derby hay aquí, nos ha dejadoclaro que hablamos de una experiencias más divertidas y salvajes del añoen cuanto a carreras y guerras disparatadas sobre ruedas. Son tantaslas posibilidades de arsenal sobre nuestro bólido y tantas lasfacilidades para hacerle desprender chorros de fuego, ráfagas letales,palés de pinchos o hasta un más que útil gancho a mucha distancia, quela destrucción de las unidades rivales va a ser pura adrenalina ylibertad de decisión en el desempeño de cada objetivo. El garaje nosdeja toquetear lo que queramos, desde ruedas y alerones hasta las másretorcidas trampas mortales o los diseños del interior. Está claro queel automóvil es la pieza central de toda esta aventura de acciónsandbox.
Se maneja de lujo, sin complicaciones pero con respuesta rápida acualquier cambio de dirección o reajuste de ofensiva. El gas para losturbos o la estabilidad y armadura para aguantar las embestidas rivalesdesde todas direcciones son otros factores clave a la hora de montarnosel coche y conducirlo. En partida, el espectáculo pirotécnico deja enpañales hasta a la última grandísima película, con despieces yexplosiones que no dejan dudas de si este título podría moverse enmáquinas de la pasada generación, que está claro que no. Pasa lo mismocon las distancias de dibujado y cómo se comporta el motor gráfico paramover sin ralentización alguna este machaque de mastodontes metálicos atoda velocidad en un entorno tan árido como sugerente y con una iluminación muy estética. Es curioso cómoAvalanche ha conseguido hacer del desierto más absoluto algo estético ycon variedad de localizaciones.
Los combates a pie, con preponderancia del cuerpo a cuerpo sobrearmas de fuego, son otro fenómeno cinematográfico sin salpicaduras.Bueno sí, las de la sangre que mancha la pantalla para indicarnos quehemos recibido algún golpe consistente que nos pondrá a buscar agua ocomida para nuestros suministros. La IA no perdona, dejando muy atrás lade otros sandbox como Assassin's Creed, y la fiereza de todo el entornoestá perfectamente integrada en los ataques y formas de agrupación delos rivales, a menudo en grupos grandes. Algunas ideas rescatadas delcombate de Batman o Sleeping Dogs denotan la intención de susprogramadores por conseguir una acción satisfactoria y que dé totalcontrol al jugador e incluso aproveche elementos del escenario, como unprecipio o una rampa por la que derribar a los adversarios.
Más puntos que queríamos conocer a fondo están relacionados con lainterfz en pantalla. Minimapa en la parte inferior izquierda, armas yestados a la derecha e indicadores sobre la imagen del juego como lospuntos de luteo -imprescindible- incluso a través de las paredes, o elarco de vida restante de enemigos y vehículos, lo que a veces delataposiciones demasiado pero que sí que nos servirá para repartir mejor yordenar las estrategias. Especial mención merece el garaje y suclasificación de las mejoras o cambios estéticos par el coche. Todos loscomponentes que podamos meterle a nuestro vehículos se alistan en lasdiversas categorías, bien ordenadas, con un esquema muy visual y claro, ycambios que se aplican en tiempo real y sin tiempos de carga para poderenredar con agilidad todo lo que queramos.
También sorprende la música, que en jaleo del E3 apenas pudimos oírpero que nos ha demostrado que el tono totalmente dramático ymelancólico de este desagradable mundo de arena, muerte y tiranía tienemucho que contar. Tendrá voces en inglés y textos en castellano, ademásde un atronador modelo de vehículo extra para las reservas. Ya quedamenos. esto pinta salvaje...
Texto Original
Desde que en 1998 se puso en marcha, el proyecto para llevar a cabo una cuarta película de la franquicia Mad Max se convirtió en todo un quebradero de cabeza para su director y creador, George Miller. No ha sido hasta este año cuando el film, cromado y resplandeciente, ha podido ver la luz en los cines, y desde luego todos hemos sido testigos de que la espera merecía la pena. Mad Max: Fury Road se ha convertido en una de las sorpresas cinematográficas de la década, lo que hace que aguardemos el videojuego basado en la franquicia, inicialmente anunciado durante la conferencia de Sony del E3 2013, con aún más ganas. La fecha de lanzamiento se ha fijado a primeros de septiembre del presente año para One, PS4 y PC. ¿Nos conducirá este juego al Valhalla o nos dejará tirados en mitad del Páramo? Veamos…
La senda correcta es la que te permite sobrevivir
En un mundo postapocaliptico en el que solo se vislumbra desierto, el ser humano ha vuelto a la ley de la jungla. El territorio, el agua, los víveres y la gasolina son bienes tan preciados que bien valen la vida de cualquier hombre. Pero Mad max no es una persona cualquiera, es alguien a quien le han arrebatado todo y no tiene nada que perder, por lo que se dispone a vengar el asesinato de su familia. Esa es la premisa que nos propone Warner en su nuevo título de acción en tercera persona y conducción.
En la demo que hemos tenido oportunidad de probar, nos podemos mover con total libertad por el vasto desierto pudiendo ir a nuestro antojo, nosotros somos los que decidimos si queremos ir directamente a por nuestros objetivos o por el contrario enredarnos en los cientos de misiones secundarias que hay por completar. Destruir torres enemigas, desvalijar campamentos, robar agua, gasolina... Las posibilidades son bastante grandes. El manejo tanto de Max como de su coche interceptor responde a las mil maravillas. Mad Max bebe directamente de otros juegos de Warner como podria ser la saga Batman Arkham, y su forma de manejo y pelea a través de ataques y contraataques con dos botones es simplemente deliciosa, para qué cambiar algo que funciona realmente bien.
Aunque andar y pegar es divertido, cosa que el juego compensa conforme vamos haciendo combos hasta acabar con espectaculares ejecuciones, el propio desierto es el que invita a montarse en el coche y tirar millas. Nada más ponernos al volante de nuestra bola de demolición con ruedas, nos percatamos que el mundo de Max está plagado de peligros y aleatoriamente nos iremos encontrando con otros supervivientes que lo único que pretenden es quitarnos del medio y quedarse con nuestra gasolina y posesiones al igual que nosotros con las suyas.
El control de los vehículos es claramente arcade, bastante asequible que busca sobre todo la acción, las batallas contra los pandilleros son muy divertidas sobre todo por la cantidad de artefactos que podemos utilizar; escopeta, lanzacohetes y diversas armas harán que nuestros enemigos acaben mordiendo la arena. De entre todas ellas destaca el gancho de Max, un gancho multiusos que bien sirve para arrancarles ruedas a nuestros perseguidores y dejarlos en la cuneta como para directamente enganchar al conductor y arrastrarlo por el suelo con resultados bastante cómicos. Las fases de conducción y disparos recuerdan a las de True Crime: Streets of L.A. de Playstation 2, usando el recurso de tiempo bala donde podremos apuntar a las diferentes partes de los coches enemigos. Con esto no quiero decir que estén anticuadas, sino que el equipo que anteriormente realizó títulos como Just Cause ha sabido tomar lo bueno de diferentes géneros y épocas para implementarlo en el juego.
Nuestro objetivo principal es el de arrebatar piezas para mejorar el motor, las llantas, frontales o armas. De esta manera podremos enfrentarnos a los enemigos más poderosos y destruir los campamentos más poblados. Como hemos mencionado antes, nosotros somos los que decidimos en qué orden y cuándo las podemos realizar. El mapeado es enorme ya no sólo porque en la demo nos ha costado 20 minutos ir de punta a punta, sino porque en el juego completo será unas 5 veces más grande. La personalización del coche y de Max es quizá el mayor aliciente a la hora de avanzar en el juego; la mejora de los coches y su customización serán primordiales contra los enemigos más poderosos o mejor equipados, parece ser que se podrá elegir un traje del mitico Max de Mel Gibson. La única duda que queda es que si los personajes y enemigos tendrán el suficiente carisma y variedad para aguantar las horas de juego que parece que va a tener este Mad Max.
Por ahora sólo hemos podido probar este modo de juego, pero parece bastante claro que van a apostar por la variedad, siendo sinceros este título pide a gritos una modalidad de carreras al estimo Carmageddon, aunque sea simplemente un modo secundario y preparado para echar una partida rápida, no nos lo han confirmado pero todo parece ser que algo así tienen pensado los chicos de Warner. Por ahora las sensaciones de Mad Max son muy buenas, sólo la variedad de las misiones y de personajes confirmarán si el juego es tan bueno como promete; por ahora no le falta de nada para triunfar.
Hasta el Valhalla y más allá
Aunque este Mad Max no adapta a formato interactivo ninguna de las cuatro películas, sí que se inspira notablemente en todas ellas, incluida la última. Así, hemos podido ver jabalinas explosivas, latas de comida para perro que en el páramo saben mejor que el caviar, camiones de guerra, mortíferas tormentas eléctricas e incluso una Cúpula del Trueno, de esas en las que dos hombres entran y uno sale. Resulta obvio que Avalanche ha puesto mucho énfasis en conseguir que el juego sea completamente fiel a la licencia, como si se tratara de un día más en la vida de Max.
Aunque el páramo pueda parecer un lugar desolado, Mad Max es un sandbox consciente de que la diversión reside en explorar y encontrar. Nuestro medio de transporte, el Magnum Opus (de nuevo, el malogrado Interceptor V8 de Max cae a las primeras de cambio), es completamente personalizable, tal y como hemos mencionado más arriba, pero es que Max lo es igualmente. Podremos equiparle con toda suerte de objetos, armas y piezas de armadura. Nuestro guerrero de la carretera también dispone de un buen abanico de habilidades, igualmente personalizables y potenciables, así que la curva de evolución promete ser elevada. Nuestra actitud en el páramo es la de sobrevivir. Max es un antihéroe al que aún le queda un resquicio de conciencia, aún a su pesar, y aunque está convencido de que recorrer el páramo en solitario es la mejor manera de ver un nuevo día, necesitará la ayuda de aliados, también a su pesar.
Nuestro principal aliado será Chumbucket, una criatura retorcida y deforme pero bastante hábil y efectiva. Por supuesto, el bueno de Chumb está como una regadera (si no dejas que el Páramo te vuelva loco, tendrás un final rápido y doloroso), y para él Max es algo así como un guerrero profético enviado por el Ángel de la Combustión; así que al menos sabemos que no nos traicionará, lo que es mucho decir dadas las circunstancias. También podemos aliarnos con los supervivientes de ciertas ciudadelas, y ayudar a sus habitantes a convertirlas en fortalezas, lo que nos brindará no pocos beneficios a largo plazo. Por supuesto, los despiadados señores de la guerra también estarán presentes, con Scrotus a la cabeza, el cual por cierto, cuenta con un diseño genial. En definitiva, tened a mano el spray para cromaros, pues Max saltará de las pantallas de cine a nuestras consolas y ordenadores a finales de verano.
- Acción
- Aventura
Mad Max, desarrollado por Avalanche Studios y distribuido por Warner Bros. Interactive para PlayStation 4, Xbox One y PC es una aventura de acción en un mundo abierto basada en las míticas películas dirigidas por George Miller.