Need For Speed, Impresiones E3 2015
Los nuevos estudios Ghost exprimen el Frostbite Engine de Electronic Arts tras Rivals para hacer un reboot de la franquicia NFS que ponga las nuevas consolas pisando a fondo.
Cuando Electronic Arts abrió hace un par de años el estudio sueco Ghost, siempre tuvo claro que contar con gente venida de Criterion o de EA DICE era una garantía para procurar juegos muy punteros en su faceta audiovisual al mismo tiempo que muy divertidos y satisfactorios en todo lo jugable. Need for Speed Rivals (Análisis) fue el primer exponente de este nuevo grupo de trabajo cargado de ideas, un título con buenísimas novedades en el género pero lastrado técnicamente por su naturaleza transgeneracional, con versiones para las viejas y nuevas consolas. Este noviembre, ya sin el yugo de tener que salir también en PS3 y 360, EA ha concedido a Ghost el honor de regenerar por completo la franquicia. Need for Speed, a secas, es como se llama el nuevo juego que podemos leer ya como un reboot total.
Estuvo en la conferencia de Electronic Arts del pasado martes, claro, pero también en el stand de la editora en el E3 2015, con demo jugable para que sintiéramos, volante o mando en mano, de qué va todo este reenfoque. Primer cambio radical: será un juego de conexión permanente a internet, pues el planteamiento es totalmente online, en un mundo abierto a todas las carreras y pruebas y donde nos cruzaremos con otros jugadores además de que será un entorno que podrá sufrir cambios en tiempo real y recibirá nuevos desafíos diarios. Y más, un apartado gráfico realista y muy vistoso como éste, sacando partido al Frostbite 3, ha permitido a sus diseñadores intercalar cinemáticas de imagen real -las a menudo llamadas FMV- con secuencias directamente in-game, sin transiciones notables ni tiempos de carga. Lo que en pantalla queda espectacularmente bien en esta ocasión.
El estilo Hot Pursuit se recupera, ahora con doble tipo de frenada, más progresiva -Grift- o más seca -Drip-, lo que afecta por entero al gameplay y dará cabida a jugadores de una y otra vertientes de la saga, recordando también al manejo de Most Wanted. No obstante, hemos visto que Ghost ha estructurado todas las posibilidades de manejo del título en 5 estilos de conducción que casi nos hacen hablar de cinco juegos en uno. Y volviendo a las frenadas, una característica curiosa y que generó dudas cuando se vio en movimiento es que la cámara se acercará a la rueda trasera y el lateral del vehículo cuando pisemos el freno, lo que presenta nuevas sensaciones al descender drásticamente velocidad a cambio de restar algo de visibilidad. Podemos decir que no molesta, solo se aprecia en frenadas muy acusadas o in-extremis, y es un buen "nuevo castigo" para que no abusemos de la pisada a fondo. Nos ha gustado.
Por otra parte, era importante demostrar que un patio de recreo tan grande iba a soportar muchas cosas por hacer, muchos retos y desafíos variados que no nos dejen aburrirnos en mucho tiempo y que además nos supongan prestigio frente al resto del mundo. Ghost recupera ideas de Rivals como las apuestas o las vueltas a un mismo punto para recoger recompensas al perder y las implementa en pruebas mucho más rápidas, vertiginosas y con trazados de todo tipo, ahora con mayor abundancia de los paisajes y circuitos urbanos. La demo del E3, situada en una Los Ángeles ficticia llamada Ventura Bay, solo enseñaba una pequeña área del juego pero ya había bastantes encargos de derrape y carreras a los que entrar pulsando R1 -como últimamente- y muy diversos vehículos para asumirlos, cada uno con su tacto, respuesta y prestaciones.
También hemos podido conocer la Galería online, lugar donde aparecerán las mejores capturas de situaciones límite que el juego toma de forma automática y que verán el resto de jugadores, también nuestros amigos. La vertiente social está clarísima, es clave, y se sigue con el esquema que se inauguró años atrás de mapa repleto de puntos de interacción donde poner en marcha las pruebas, misiones, encuentros y carreras, con amigos, desconocidos o rivales controlados por la CPU. Y sobre éstos, se aprecia un nuevo trabajo en IA, lo que los hace más cautelosos, seguros de sí mismos, y no tan agresivos como en Rivals, salvando a los coches de Policía, que vuelven a ser absolutamente implacables y ofensivos.
Sobre personalización mecánica, otro de los puntos en duda, hemos podido toquetear los atributos de los coches más allá de la frenada Drift o Grip. No es que estemos ante un simulador donde ajustar cada parámetro técnico y notarlo en pista, pero sí habrá campos que potenciar o adaptar ligeramente, también para conseguir resultados estéticos -tunning- y, en definitiva, hacernos con un coche mejor gracias a los puntos XP conseguidos con los que desbloqueamos piezas distintas y mejoras. En carrera, podemos elegir entre 5 ángulos de cámara, casi todos con ligeras modificaciones in-game para las frenadas o las persecuciones, lo que lo hace muy cinematográfico y espectacular pero choca al principio.
Desde luego, regresa el estilo arcade más puro, donde la parte trasera de los automóviles parece colear y donde podremos ejecutar giros de 90º con faclidad una vez dominada la técnica y conseguida la configuración y piezas esenciales para estos movimientos prácticamente imposibles en la realidad. Y ahí es donde estalla la diversión como hacía años que no la percibíamos con Need for Speed. En Ghost han cogido los episodios favoritos de los fans y los han desgranado para sacarles lo que mayoritariamente gustó, con puesta a punto gráfica y esquemática, pero manteniendo el tacto y las sensaciones de conducción extrema.
Los ciclos día-noche cambian las reglas e irrupción de nuevos retos, con carreras que solo se celebran a unas horas concretas o con ventajas y obstáculos según si jugamos con el sol en contra, con lluvia, con poca visibilidad en una cerradísima noche nublada... La velocidad va por encima de la simulación, una vez más en Need for Speed, y eso nos parece fundamental y acertado. Es impresionante lo fluido que se mueve todo y cómo los nuevos efectos de físicas, partículas, clima e iluminación hacen dudar a primera vista de si estamos ante una de las secuencias live action o, en cambio, ya es motor in-game del juego. La factura gráfica es abrumadora, también el sonido capturado de nuevo para cada coche o la fricción de los neumáticos sobre el asfalto (mojado, húmedo, seco, caliente, helado...).
El 5 de noviembre se incendian los tubos de escape y explotan los neumáticos de un Need for Speed que quiere, nada menos, ser el máximo exponente de la franquicia que lleva por nombre. Reboot con aciertos y potencia gráfica, es la primera lectura que podemos hacer en esta toma de contacto inicial. Habrá que conocer más detalles, diversidad de pruebas, ciudades que recoge, opciones sociales, personalización de los coches avanzada, etc. para hacer juicios certeros de si va a lograr o no su ambicioso objetivo. La jugabilidad es controvertida, desafiante, pero al mismo tiempo innegablemente adictiva y súper divertida. Pisará a fondo.
- Conducción
La popular franquicia de conducción de Electronic Arts vuelve con Need for Speed para PC, PlayStation 4 y Xbox One, un reboot de la saga a cargo de Ghost Games ambientado en un mundo abierto y con innumerables opciones de personalización tanto estéticas como mecánicas.