Age of Wonders III: Eternal Lords
Age of Wonders III: Eternal Lords es el segundo de los paquetes de expansión lanzado para el juego de estrategia de Triumph Studios. La compañía que se ha alejado de la moda de los contenidos descargables para regresar a la época en la que las ampliaciones se distribuían acompañadas de muchos más contenidos. Echemos un vistazo a las novedades incluidas con esta nueva publicación.
Triumph Studios podría haber explotado Age of Wonders III de mil maneras diversas. Por ejemplo, con contenidos descargables que añadiesen una nueva raza, una nueva campaña, unos pocos hechizos, objetos únicos o clases de personaje. Aunque esta dinámica puede parecer ahora la más común, hace años no era más una fantasía en la mente de algunos pocos locos. Y, sin embargo, en lugar de recurrir a la táctica de despiezar los contenidos en decenas de mini-ampliaciones -pues el precio final habría sido menor a la suma de sus partes- los holandeses han optado por unir lo que otras compañías habrían explotado hasta la saciedad en un único producto.... Y solamente podemos aplaudir la decisión del estudio. Antes de que lleguen las protestas, es cierto que Age of Wonders III cuenta con un DLC, conformado por un nuevo escenario y las más de 2 horas de BSO que acompañan al juego. Luego más bien, se podría decir que compras la banda sonora, y de paso te regalan un nuevo escenario.
Age of Wonders III llegó hace poco más de un año, sorprendiendo en la difícil tarea de destacar entre la gran cantidad de juegos de corte similar... Un terreno de batalla dominado por grandes campeones como Heroes of Might & Magic, Civilization, o el clásico Master of Magic. En unas condiciones poco favorables -la añoranza es un durísimo adversario- el juego se demostró como un sólido 4X de fantasía, con amplias posibilidades y una genial ambientación. Golden Realms, su primera expansión, llegó medio año después. Incluía una nueva raza (los Halflings), una campaña adicional, unidades, objetosm hechizos y habilidades... amén de algún escenario para acompañar los ya existentes. En otras palabras: Una buena dosis de contenido adicional, por un precio ligeramente superior al que se suelen vender contenidos descargables con mucha menos materia de por medio. Y, lo más importante, más longevidad para el juego aunque solamente habían pasado 6 meses desde su lanzamiento.
Ha pasado otro medio año, y Triumph Studios publica Eternal Lords. Un nuevo paquete de ampliación que trae, a primera vista, algo más de contenido que su predecesor. En primer lugar, contaremos con dos nuevas razas: Frostlings y Tigrans. Aunque tengan nombre de cereales para el desayuno y bollito para la merienda, respectivamente, estas dos nuevas culturas se integran a la perfección con las etnias existentes en Age of Wonders III. Los primeros, Frostlings, son una raza humanoide que procede del norte helado, a mitad de camino entre entre Vikingos y Caminantes Blancos de Juego de Tronos... Esta última similitud se basa, sobre todo, en su aspecto físico. Gracias a sus fantásticas dotes para la navegación, los Frostlings suelen realizar frecuentes asaltos a ciudades costeras, ampliando su poder y sus dominios. Por desgracia, en alguna partida aleatoria los hemos visto comenzar en zonas bastante templadas, lo que no parece que tenga mucho sentido dado que suelen construir sus ciudades en glaciares.
Los Tigrans, por otro lado, podrían ser una versión de los Thundercats ambientada en el Antiguo Egipto... Aunque seguro que su aspecto tiene mucho más que ver con la veneración hacia los felinos que profesaba dicha cultura. Hay más similitudes con esta civilización, como los grandes conocimientos sobre la muerte -y la nigromancia, por extensión- y su adoración a los ciclos solares y lunares. Muchos de ellos son "transformistas", puesto que mediante sus poderes mágicos son capaces de convertirse en fieras criaturas, como panteras. Como anécdota, es curioso ver cómo eligen tigres y otros felinos como monturas... Bajo la misma lógica, los seres humanos deberían cabalgar a lomos de gorilas u otros simios. Reflexiones aparte, los Tigrans son oponentes veloces y peligrosos... En oposición a la potencia de combate que presentan la mayoría de Frostlings. Por lo tanto, dos nuevas culturas bastante diferenciadas entre sí, y que tampoco se solapan con las existentes hasta la fecha.
Hablábamos del culto a la muerte de los Tigrans, y es que otro de los añadidos del juego es una nueva clase de héroe: Nigromante. Esto añade una nueva serie de habilidades, hechizos y edificios al juego, relacionados con la posibilidad de mejorar las aptitudes de este tipo de personajes. Podremos levantar de sus tumbas distintas criaturas -Almas perdidas, Banshees, Coleccionistas de Huesos, ...- que lucharán en nuestras filas hasta morir de nuevo. Y aunque eso ocurra, podremos ir repoblando nuestro ejército con las unidades caídas durante los combates, gracias a nuestras artes necrománticas. Evidentemente, tendremos que gastar tiempo y maná en formar nuestras tropas de esta manera pero, con el suficiente poder, seremos capaces de mantener un ciclo continuo de nuevas unidades gracias a las que podamos invocar y levantar de sus tumbas. Los Nigromantes son un gran añadido para el juego -tanto para nuestro personaje como para héroes que contratemos- y se integran a la perfección.
Sus habilidades nos proporcionan nuevas formas de enfocar la gestión de nuestro imperio. Podemos, por ejemplo, invocar una Plaga sobre una ciudad enemiga para diezmarla... tanto a nivel de población como de felicidad. Pero además, como beneficio añadido, cualquier ciudad de No-Muertos que tengamos cerca irá creciendo, gracias a las bajas causadas por la enfermedad. Y es que, con la expansión, podemos sacrificar a todos los habitantes de una villa con el objetivo de crear una ciudad poblada por Ghouls... Incluso seremos capaces de conseguir que una urbe destruida resurja de sus cenizas, convirtiéndose en un nuevo dominio de los No-Muertos. Las ciudades de este tipo están especializadas en los contenidos del Nigromante, produciendo unidades y elementos afines a esta clase de personaje. Por supuesto, todas estas posibilidades están abiertas no sólo a los Tigrans, también a cualquiera de las otras razas existentes en Age of Wonders III. Al fin y al cabo, el sobrenombre Eternal Lords se refiere a estos maestros de las artes oscuras.
Se incluyen otras novedades, como los Eventos Cósmicos. Al fin y al cabo, la transgresión de la mortalidad por parte de las artes nigrománticas no podía pasar desapercibida en el Universo. Por este motivo, durante la partida se irán sucediendo eventos como el paso de cometas, lluvias de estrellas, ... Con distintos efectos en la partida. Puede afectar a la visibilidad en el mapa, producir ventajas o penalizaciones en ciertos tipos de unidades o personajes y hasta hacernos objetivos de daños aleatorios. Estos eventos se producen completamente al azar, sin que tengamos la posibilidad de estimar su llegada de antemano. Una jugosa nueva posibilidad, puesto que la ocurrencia de alguno de los mismos puede dar al traste con nuestros planes inmediatos. ¿Qué haremos cuando nuestro poderoso Dreadnougth se vea perjudicado por la humedad provocada por esa espesa y mágica neblina, y tenga que hacer frente a un rival que no se vea afectado por ella? Cómo usarlos proporciona un nuevo e interesante componente táctico.
En conclusión, Age of Wonders III: Eternal Lords es una expansión mucho más completa e interesante que Golden Realms, con una cantidad realmente sorprendente de nuevos contenidos. Las novedades se integran perfectamente con los elementos existentes, y nos ofrecen opciones realmente apasionantes. Más allá de las dos razas adicionales, el verdadero protagonismo recae sobre la Nigromancia: Un arte arcano que tiene un papel fundamental en cualquier juego de fantasía... y que nos extraña no haya llegado antes. Una ampliación casi imprescindible, tanto si ya has agotado el juego como si acabas de descubrirlo, que sabe mantener el alto nivel de esta tercera entrega.
Age of Wonders III: Eternal Lords
- Estrategia
Age of Wonders III: Eternal Lords, desarrollado y distribuido por Triumph Studios para PC, es la segunda expansión del título de estrategia por turnos Age of Wonders III en la que encontramos dos nuevas razas, Tigrans y Frostlings, además de una nueva clase Nigromante.