Affordable Space Adventures

Exploradores Virtuales

Ampliar

De vuelta a 1994, cuando muchos éramos unos colegiales imberbes, la primera vez que exploré el Zebes de Super Metroid con Samus Aran fue una mezcla de curiosidad a la par que tensión pisando un terreno que, tras el impactante prólogo, no tenía idea de por dónde me llevaría. El mismo año, el Sub-Terrania de Mega Drive llevaba también el concepto de exploración a un universo de acción frenética, pero seguía manteniéndose el toque de avanzar por lo desconocido y la sensación de estar atrapados, de no ver la luz del sol. Saltamos dos años en la tecnología, y Lara Croft nos enseña lo que es el sentimiento puro de avanzar por terreno inexplorado en 3.000 años con las cuevas, el coliseo, el valle perdido, la Esfinge o Vilcabamba del primer Tomb Raider, el mismo que Nathan Drake replicó a la perfección en la saga Uncharted.

¿Que a qué viene todo esto? Pues porque el mismo sentimiento, ese que se manifestó cuando jugué con el primer Metroid de 16BIT, es el que impregna Affordable Space Adventures, uno de esos sleepers inesperados, de títulos que a simple vista parecen el enésimo indie 2D bonito para rellenar catálogo digital y acaba convertido en uno de los mejores –sino el que más- ejemplos de cómo se debe aprovechar el mando de Wii U para ayudar a brindar experiencias nuevas. Es un juego de puzles, de temática espacial, es exploración en estado puro e incluso un poquito de simulación dada la cantidad de comandos de la nave que tenemos. Pero, ante todo, es una lección a las editoras grandes del potencial que tiene este sistema de Nintendo para usarse más allá de la mera concesión de un mapita o de equiparse un arma sin tener que recurrir a abrir sub-menús.

Ampliar

Ampliar

Obra de Nicklas "Nifflas" Nygren (Knytt Underground, Nightsky) y KnapNok Games (el divertido Spin the Bottle: Bumpie's Party de Wii U), si somos conocedores de sus obras sabremos de lo que le gusta a Nifflas una Buena atmósfera de exploración con puzles tan imaginativos como lógicos. Eso mezclado con el gusto por las interfaces de usuario originales que KnapNok tiene se mezclan en un título cuyos referentes son obvios, pero que tampoco parece un mero pastiche. Podríamos citar films como The Abyss de James Cameron –las incursiones submarinas-, Matrix de los Wachowsky –la Nabucodonosor en el mundo real-, quizás un conato de Klendathu como destino turístico de Starship Troopers, un toque de Lovecraft y sus ancestrales, y un trozo de la tecnología alien de Desafío Total –el bueno, el de Schwarzenneger. E incluso que recuerda a lo visto del nuevo Xenoblade Chronicles X, por aquello de explorar un planeta alienígena, un terreno inexplorado lleno de tecnología y criaturas hostiles que no reaccionan bien ante los turistas.

Ampliar

Lo primero que vemos es un video comercial que nos ofrece vacaciones turísticas, pero con nuestra propia nave en un planeta desconocido. Nos sueltan de la nave nodriza, nos dan 72 horas y volvemos pensando que somos Han Solo, 'Mal' Reynolds o James T. Kirk. Pero en este caso algo ha salido mal. Estamos solos en mitad de un sector en el que la superficie es una pura tormenta eléctrica cuyos rayos nos paralizan si nos dan –el susto de la primera vez que nos da uno es épico. Aunque el interior no es precisamente más acogedor. La historia de Affordable Space Adventures es una excusa en sí para la experiencia, pero muy bien planteada y mejor ejecutada. No se nos dice nada, apenas lo justo, para que la sensación sea la que quieren sus autores: Hacernos sentir perdidos dentro de una nave rota en un entorno desconocido alienígena.

"¿Nave para uno, o para tres?"

La primera toma de contacto con la nave es sencilla. Stick izquierdo para moverla, stick derecho para el haz de luz. Pero, demostrando una conseguida curva de aprendizaje, a medida que avanzamos más elementos de la nave podremos controlar. Su centro de gravedad para poder movernos por el agua, en la que no tenemos impulso y sólo podemos hacer la nave más pesada para hundirla, o que flote para ascender; el impulso de la nave –cuidado que podemos sobrecargar el reactor-, el nivel de calor, bengalas, sensores, dos tipos de motor –eléctrico o de combustible-, trenes de aterrizaje de tres clases –adherentes, suaves o deslizantes. En no pocas ocasiones se nos obliga a convertirnos en expertos navegantes, y movernos entre peligros solamente operando el nivel de gravedad, de ruido o los trenes de aterrizaje, sin tocar el stick y sin poder impulsarnos ni usar el estabilizador, arrancando el motor y apagándolo de repente.

Ampliar

Ampliar

¿Por qué? Pues porque hay determinadas ‘cosas’ ahí fuera que reaccionan al nivel de ruido, de calor, o de electricidad que usamos. Tres indicadores en el mando nos avisarán, y creednos al deciros que pasar al lado de un enemigo simplemente usando la gravedad y un pequeño impulso inicial, flotando ante él sin hacer más que aguantar la respiración para que funcione y sin poder tocar la palanca porque nos descubrirían en cuanto nos impulsásemos, es toda una experiencia. Affordable es de esos juegos que tiene manual y te dice cada control de la nave, pero en la práctica es de los que te obliga a experimentar para ver cómo se debe usar, y no te da nada hecho. Es por ello que cada escenario se convierte en una prueba de habilidad y/o de puzles que resolver, como abrirnos paso abriendo compuertas, o ascendiendo con el mínimo de impulso maniobrando con mucha suavidad.

Todo esto viene integrado en la pantalla táctil del GamePad, que además usa los botones físicos para darnos accesos directos y el giróscopo para controlar el balanceo de la nave. En un par de horas y una decena de mapas ya tendremos casi todos los elementos disponibles y la complejidad de cada escenario aumentará, siempre siguiendo patrones lógicos para mantener la progresión, aunque a veces es normal que nos atasquemos hasta dar con la forma de superar la prueba. Nos ha encantado el estupendo diseño de niveles y retos, que se extiende por 38 fases en una duración total de unas 5-6 horas sin atascarse en demasía. Pero aviso a navegantes: Este es uno de esos títulos pensados para jugar con mucha tranquilidad, en un entorno relajado, y con o sin cascos –los ruidos del GamePad los oiréis igualmente subiendo el volumen de este-, ya que la experiencia merece mucho la pena, perdiendo gracia si vamos a saco a terminárnoslo y punto, ya que la rejugabilidad una vez superamos cada desafío no invita a repetirlo.

Ampliar

Pero si hay algo que ayuda a esto, a que volvamos a revisitar niveles, es el multijugador que posee, original, divertidísimo y complementario. Jugando solos debemos controlar todo nosotros mismos, pero junto a uno o dos amigos más en Coop Local –usando estos el Mando Pro de Wii U y/o el Wiimote de Wii-, las tareas se reparten. Así que imaginad lo que decíamos de pasar flotando al lado de un enemigo mientras uno controla el cabeceo, otro manipula la gravedad y otro activa/desactiva el motor o los trenes de aterrizaje. Sobre el papel suena muy bien, pero o estamos coordinados o cada vez que nos destruyan la nave las risas se alternarán con el intercambio de acusaciones de quién se encargaba de tal tarea o quién de tal otra.

Ampliar

Ampliar

A nivel visual se nota que es un juego cuidado, aunque tampoco con el presupuesto de un Triple A. El uso del engine Unity es notable, particularmente en el juego de luces con la iluminación y el diseño artístico de los escenarios, algunos impresionantes –ese exterior tormentoso, cuando te hundes en una zona de agua- y otros demasiado cubiertos por la oscuridad. Lo mejor es como la narrativa está integrada en su diseño, dejando un poco a la imaginación el discernir quien o quienes hicieron la arquitectura y tecnología de fondo que estamos viendo. Las pegas vienen en forma de tiempos de carga demasiado largos entre los escenarios, no siendo una transición fluida, aunque pantallas estáticas de un falso manual de la nave ayudan a  disimularlo.

Sonoramente tenemos algunas partes dobladas en inglés con una voz femenina en plan promocional que nos avisa con temas de la empresa que regula el viaje que pagamos y que supuestamente debía haber salido bien, y todos los textos localizados al castellano. La BSO acierta al imitar en ocasiones los temas ambientales al estilo del Alan Silvestri de The Abyss, mezclándose con unos efectos de sonido muy sutiles pero muy bien mezclados, algunos de los cuales sonarán en el GamePad como los de Helldivers sonaban a través del altavoz del pad de PS4. Su función es la de ayudar a la inmersión en la experiencia, y como tales no podían estar mejor implementados.