World of Tanks Generals

No está todo dicho en los free-to-play de duelos de cartas. A la imperatividad del brillante Hearthstone: Heroes of Warcraft le van saliendo alternativas de peso como Scrolls, la propuesta de Mojang (padres del fenómeno Minecraft) en este terreno, o este nuevo World of Tanks Generals, que parte de una marca de tantísimo éxito como es WoT y con el buen hacer de Wargaming en todo lo que produce. De momento en fase beta y con acceso limitado mediante petición, esta mezcla de juego de tablero por casillas en cuadrícula tipo Stratego y juego de cartas coleccionables tipo Magic The Gathering o Yu-Gi-Oh! está funcionando francamente bien entre los amantes de uno y otro entretenimientos de mesa.

Su gran baza, la polivalencia ya que funciona en cualquier dispositivo, lo hace fácilmente accesible desde ordenador, tableta, smartphone, consola o incluso televisor con navegador de internet. Basta con tener conexión online para entrar en la página web del gran proyecto y empezar a disfrutar en tiempo real de las partidas, para nada simplificadas visualmente por tratarse de un juego de navegador. Éste es el principal acierto técnico de World of Tanks Generals, su total ausencia de sacrificios siendo un software no instalable, parece un perfecto y completo juego del género. Pero para llamar la atención de forma masiva, esta buena idea necesita mucho más que una apariencia bonita y una marca fuerte detrás como es World of Tanks. Y lo consigue.

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WoT Generals responde al principio básico que tiene que mostrar todo juego de cartas coleccionables que quiera ser un éxito: es muy profundo y repleto de posibilidades pero no por ello difícil de entender. Lo que solemos calificar como "fácil de aprender, difícil de dominar" está aquí, además con diversos tutoriales y partidas contra bots de distinta dificultad para saber bien cómo jugar nuestras cartas y movimientos antes de lanzarnos al PvP (jugador contra jugador) online. A través de sencillos pasos y secuencias de turno, WoT Generals nos explica cómo se almacenan los recursos, cómo se ataca, cómo protegemos nuestra base (llamada CG) o cómo podemos potenciar nuestro despliegue de carros y unidades para hacerlo más arrollador.

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Como no podía ser de otro modo, el combate de tierra entre carros blindados de la Segunda Guerra Mundial marca todo el desarrollo de las partidas. De momento, podemos elegir entre ejército alemán, soviético o estadounidense, funcionando cada uno con un estilo propio de batalla y sus cartas únicas que son los tanques, potenciadores, acciones, refuerzos... Los americanos tienen mucha flota de tanques mientras que los alemanes, por ejemplo, comparten una autoestima sensacional que los hace más dañinos. Hay un cierto respeto histórico por el inmortal conflicto bélico y cómo se nos suele contar lo ocurrido. Pero éste no es un juego que pretendda recrear grandes contiendas, sino más bien disponer todo tipo de encuentros donde dos ejércitos -que pueden ser de la misma nacionalidad- se enfrentan tácticamente, moviéndose y encarando cartas adversarias.

En un tablero de 5 x 3 casillas cuadriculadas, nuestro ejército se enfrenta al del oponente en una lucha por acabar antes con la base rival. No necesariamente un número alto de tanques y otras unidades desplegadas nos aeguran la victoria, ni tampoco jugar con velocidad y yendo únicamente a por el núcleo del adversario. Aquí lo importante es el equilibrio entre fuego en el campo de batalla, entre las unidades, y fuego directo a la CG rival. Y eso crea una experiencia de partida muy profunda y repleta de opciones para el jugador, que puede plantear tácticas complejas ideadas para ejecutarse en dos o tres turnos. Generals no es un juego que nos obligue a mirar solo el turno en curso y el siguiente, sino que presenta estrategias a largo plazo, lo que lo hace súper abierto y avanzado una vez profundizamos en su fórmula.

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Todo apunta a que con esto se consigue que no haya sensación de repetitividad, es decir, que cada partida sea diferente. Y ése es otro de los problemas habituales del género de los juegos de cartas, aquí también solventado con mazos grandes de 40 cartas. Eso sí, en la escena competitiva vemos que puede encontrarse con un primer handicap: las cartas Premium desmedidas. Está claro que Wargaming va a atender a la comunidad de jugadores en cuanto empiecen las quejas por determinado desequilibrio de una carta o táctica concretas. Ya hay foro oficial del juego con responsables del mismo participando activamente. Ocurre en todos los títulos de este tipo, que se nerfean cartas o se cortan las alas a estrategias demasiado poderosas. Y aquí con las llamadas cartas Premium (que se compran con Fichas del juego) hemos empezado a percibir desajustes.

Pese a que en las tomas de contacto previo no se había definido con exactitud cómo iban a funcionar las posibles microtransacciones, finalmente existen tres tipos de puntos para adquisición de items: los Créditos, las Fichas de Juego y los Puntos de desarrollo. Los primeros son los más importantes y los que dan acceso tanto a casi todo. Las Fichas sirven precisamente para las cartas Premium o para bonificadores temporales, como puede ser un día completo de experiencia doble o eventos organizados por Wargaming. Existen Desafíos diarios con los que conseguir estas fichas, de momento no hay acceso a ellas mediante pago con dinero real. Por último, los Puntos de Experiencia nos sirven para desarrollar nuevas cartas en el árbol de progreso de cada ejército, cartas que después tendrá que comprar -o alguilar por horas- con Créditos y hasta 3 copias.

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Como decíamos. hay cartas y ejércitos que a priori parecen superiores a los demás, con mejores estadísticas por un mismo coste de juego en recursos o con habilidades desestabilizadoras. Por ejemplo, por lo visto hasta el momento con las CG de la U.R.S.S., Alemania y Estados Unidos, la alemana parece salir perdiendo. Y eso que es la que más daño autónomo puede hacer, con dos puntos de ataque, pero tiene desventajas que le pasan bastante factura y tendrán que revisar en el juego final. También, cuesta ver que dos cartas con la misma fuerza y puntos de vida cuesten diferentes cantidades de recursos de jugar, o que una tenga una habilidad favorable y la otra no tenga nada. No hay muchos casos de este tipo, pero en niveles avanzados se pueden encontrar algunos que entendemos intervendrán pronto sus creadores.

El movimiento por el casillero crea un juego dinámico donde es tan importante elegir qué tanque desplegar como cuál ataca a cuál y cómo se mueve cada unidad que pueda hacerlo. Estar en diferentes posiciones respecto a los objetivos enemigos nos deja funcionar de otra forma, contraatacar mejor, beneficiarnos de potenciadores, etc. Sin lugar a dudas, estamos ante uno de los juegos de cartas online más sofisticados que hemos visto. Y al mismo tiempo uno de los mejor explicados y fáciles de controlar en su formato básico, pues las reglas en realidad no son demasiadas y queda claro que Wargaming va a ampliar paulatinamente la propuesta. Justo lo que debe hacer si quiere que siga dando que hablar.

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Decíamos al principio que uno de los valores que debe perseguir toda producción de este tipo con aspiraciones de alta popularidad es disponer unos visuales atractivos. Una interfaz limpia y ordenada donde todo esté en su sitio es tan importante como un juego ágil y fluido o unos efectos gráficos que escenifiquen bien lo que está ocurriendo en combate. Explosiones, disparos con proyectiles que impactan en otras cartas, efectos de audio que acompañan estos fundamentos y músiica militar que aporta la épica necesaria para que la partida resulte tan emocionante... En World of Tanks Generals encontramos el acabado audiovisual de los grandes referentes de las cartas en pantalla. De momento no al nivel de Hearthstone pero sí a muy buen resultado y ritmo para ser un juego de navegador, también con los clics de ratón o toques en pantalla táctil simplificados para hacerlo intuitivo. Fantástico en esto. También merecen especial mención los artes de las cartas, con dibujos hechos a mano que trasladan hasta la época.

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Lo que hemos visto en esta beta de World of Tanks Generals nos ha gustado mucho, pero no deja de ser una beta con trabajo, mediciones y reajustes por delante. Hay parámetros que habrá que ver cómo acaban funcionando, como el equilibrio entre los jugadores que paguen -aún sin detallar del todo- y los que no, el balanceo de algunas cartas Premium o la importancia exacta de la adquisición de cartas OP y potenciadores. De momento, para ser un free-to-play de verdad y digno, nos da la sensación de que necesita limar un poco más estos factores. Pero, desde luego, es un juego con un planteamiento pensado por auténticos genios y que engancha a cualquiera con su accesible a la par que compleja mecánica tanto en partidas como en crafteo progresivo.

Ha sabido llevar perfectamente la esencia World of Tanks a las cartas, y cada encuentro y campo de batalla generan situaciones tan distintas que no podemos hablar de repetitividad temprana. Al contrario, es un juego muy variado y repleto de vías hacia la victoria. Si todo lo que Wargaming toca se convierte en oro, nos da que WoT Generals no va a ser menos, genera esa confianza, especialmente si encuentra el perfecto equilibrio gracias al feedback que resulte de esta beta, que no está siendo poco. Lo seguimos de cerca.