2015: El año victoriano

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La conocemos, es rápidamente identificable, suele gustar y ha marcado un montón de juegos de estética y atmósfera inolvidables, inconfundibles. La era victoriana ayudó a Ken Levine y su gente a crear los mundos de Rapture y Columbia de Bioshock, a Arkane Studios a dar forma a la Dunwall donde discurre el tétrico Dishonored o al maestro ladrón Garret a moverse entre balcones y esquinas puntiagudas en la saga Thief. Son bastantes los videojuegos que recurren a este prolífero movimiento cultural centroeuropeo del s. XIX para ambientar sus aventuras de acción, y este año 2015 vienen, como poco, otras cuatro grandes obras más de estética victoriana. The Order: 1886 y Assassin's Creed Victory son los más obvios en esta calificación por su enmarcación en plena Londres decimonónica, en la cuna de la Revolución Industrial con su siglo de máximo apogeo en curso y la larga era de reinado de la Reina Victoria dando sus frutos y, al mismo tiempo, incontables cadáveres. Pero, junto a estos dos juegos, están los bastante más macabros Bloodborne y Hunt: Horrors of the Gilded Age (lo nuevo de Crytek, de momento solo para PC), que también van a abusar del torrente artístico que marcó los siempre trágicos planteamientos de la literatura de Charles Dickens, los asesinatos de Jack el Destripador en 1888, la inspirada Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll o inventos siempre rodeados de misterio como la fotografía, el metro y la luz eléctrica. El universo que inspira juegazos Electricidad que llegó para iluminar una época tan opulenta y brillante como oscura y depravada; una época con dos caras totalmente opuestas y que no siempre eran tan limpias y optimistas como sus dirigentes hacían creer. Lo hemos visto en los videojuegos que abusan de este contexto cultural cargado de desigualdad y lo seguiremos viendo en estos cuatro grandes exponentes fechados para este 2015. Lo macabro y lo tétrico se dan la mano del lujo más ostentoso, lujo nacido de una diferencia abismal entre estratos sociales que se puede percibir en los primeros paseos por lo más oscuro de Bloodborne entre catacumbas y callejones, o en los tiroteos palaciegos frente a los del castigado Whitechapel en The Order: 1886. Eran tiempos de progreso e inventos, tiempos de Revolución Industrial y explosión creativa, pero tiempos difíciles donde incluso los niños trabajaban esclavizados o un buen número de mujeres casadas se dedicaban a la prostitución en secreto para llenar de algo sus vacías vidas. Fue la época de los siempre enfrentados Nikola Tesla y Thomas Alva Edison, de la Primera Exposición Mundial (1851) en el monumental Crystal Palace londinense... Todo esto en lo más alto del progreso científico, mientras en las abarrotadas barriadas más pobres la peste y las plagas sacudían una de las peores etapas de la Historia en cuanto a enfermedades pandémicas. Se recuperaba el gusto por lo gótico en arquitecturamientras los planos de calles y avenidas apostaban más bien por unesquema clasicista de cuadrícula y grandes fincas señoriales. Todos los contrastes de la era victoriana estarán y han estado en gran medida en los juegos que la usan como marco. Así, cementerios repletos de mausoleos y panteones familiares ornamentados con gárgolas y esculturas religiosas, catedrales de arbotantes y altos pináculos o túneles de metro súper oscuros donde convivían viajeros, ratas y vagabundos se mantienen junto a las más concurridas y luminosas estaciones ferroviarias o los palacios de bóvedas y cúpulas de cristal o linterna recuperados directamente del Renacimiento. El miedo extendido y la corrupción política convivían con la arrolladora curiosidad y el buen sentir científico. La medicina avanzó a tal escala que empezaron a desmontarse teorías teológicas y mágicas, algo que en juegos como Bloodborne y The Order llegará a imponer la propia historia que viviremos y los peligros a los que tendremos que hacer frente, siempre caracterizados por un poder dictatorial que oprime con mano dura a las clases más populares para su propio bienestar exagerado y ostentación. También el XIX es el siglo de máxima proliferación de las leyendas negras y los rumores macabros, el siglo del espionaje y el cotilleo discriminatorio, el siglo donde la noche guarda más secretos que la mismísima y viciada alta sociedad. Y esto Assassin's Creed Victory y Hunt van a aprovecharlo bien. La Londres de época, en The Order y AC Victory Quedan pocos días para que el primer gran victoriano del año aterrice su zepelín de disparos en tercera persona y experiencias muy cinematográficas en PlayStation 4. The Order: 1886 es un ejercicio ante todo de narrativa y atmósfera, un shooter lineal e intenso con toques de sigilo y misterios que nos llevará a la capital del movimiento decimonónico en una era de confusión y revuelo, en un prometedor paseo repleto de acción por los puntos emblemáticos de la Londres de entonces reimaginados, como el agitado barrio de Whitechapel tomado por una guerra civil, la Abadía de Westminster en sus peores horas, las esquinas circulares de Mayfair en peligro o las húmedas y nebulosas riberas del Támesis abarrotadas de licántropos. Todo desde la perspectiva de cuatro de los miembros de una Orden secreta que trabaja oficialmente para mantener a raya a los rebeldes pero que poco a poco descubrirá una oscuridad inesperada en su mundo de doble rasero social e ideológico. El mimo hacia la ciudad del Big Ben está en cada detalle del esperado título de Ready at Dawn, también en los diálogos, ropas y artilugios de época, y trabajadas secuencias cinemáticas que pondrán la nueva consola de Sony a trabajar técnicamente como nunca hasta ahora. Nombres propios de entonces, leyendas que sonaban y rincones donde todo está ahí colocado por alguna razón dibujan una de las mejores ambientaciones británicas que hayamos visto nunca en una pantalla. Justo en esto, en ambientación, el otro gran victoriano que acude a Londres para su nueva propuesta de aventuras de acción aún no tiene cerrada su fecha de lanzamiento, pero no nos cabe duda de que otoño de este año será la elegida, por mera trayectoria de su editora con la saga. Ubisoft quizá anunció demasiado pronto Assassin's Creed: Victory. Una filtración internacional obligó al publisher a confirmar, en plena etapa de promoción y arreglos de Unity, que su próximo gran juego de los Assassins estaría ambientado en la Londres de época, en el esplendor británico del s. XIX con los nuevos Templarios haciendo otra vez de las suyas en Europa. Victory, como todos los anteriores Assassin's, a buen seguro nos regalará desde muy pronto total libertad para movernos por todos los distritos de la capital inglesa, será un sandbox que nos lleve desde las sedes del conocimiento hasta los lujos palaciegos alejados de la realidad de las masas obreras en las calles. Sus creadores suelen prestar especial atención a la recreación de cada calle, de cada plaza, de cada iglesia, de cada puente... y desde luego de este capítulo -que tiene que recuperar todo el terreno perdido con el algo decepcionante Unity- no esperamos menos. La era del terror, en Bloodborne y HUNT Además de la era de los descubrimientos científicos, industriales y el poderío británico, la era victoriana también supuso una recesión artística hacia las fórmulas clasicistas y góticas, en un nuevo manto de gusto por lo vertical, lo luminoso, lo puntiagudo, lo espeluznante y lo, al final, impresionante. Tanto Bloodborne como Hunt: Horros of the Gilded Age se alejan del realismo de la agitada Londres de entonces para hacer una interpretación más libre -y quizá más interesante, sugerente o creativa- de la era victoriana. Por supuesto, ambos títulos aprovechan el talante oscuro, enfermo y castigado de la etapa para crear mundos imaginarios de muerte, violencia, monstruos de pesadilla y desgarradora cotidianidad.   Las cavernas y catacumbas, las fortalezas y salas de tortura, los cementerios, las criptas y húmerdas basílicas... todo cabe en los artworks impetuosos de Bloodborne, al cargo visualmente de Hidetaka Miyazaki y con lanzamiento muy próximo el 25 de marzo. A cada nuevo entorno que enseña más nos cautiva. El exclusivo de PlayStation 4 y heredero directo de Dark Souls va a jugar con lo tétrico y lo legendario a partes iguales, en una interpretación oscura de los universos de brutalidad y guerras sangrientas que tanto gustan a sus creadores, los japoneses estudios From Software. Acción visceral a raudales en una arquitectura de época tan recargada como angosta, escenario que juega con los claroscuros y las formas sinuosas típicas del XIX consiguiendo un toque mágico. Yharnam, el precioso y sobrecogedor mundo del juego, promete mezclar elementos victorianos, góticos y fantásticos como nunca antes habíamos visto, en una arquitectura que invite a la exploración y contemplación pausada. Más o menos en estas lindes juega también Hunt: Horrors of the Gilded Age, éste más centrado el los artilugios y el fogueo dentro de una atmósfera de muertos vivientes y monstruos arquetípicos. El nuevo shooter de Crytek no ha dado muchos detalles de su planteamiento y entornos y lleva silenciado muchos meses, pero ya nos dejó claro que sí estarán iconos de la época como el enterrador con sombrero de copa y farol, las sofisticadas primeras armas de fuego de entonces, o los licántropos que aterrorizaban a las clases populares en las habladurías. El vídeo de presentación nos mostró un cementerio abarrotado de lápidas que sucumbían ante el despertar de los desagradables caminantes. Sin embargo, información posterior ha desvelado que habrá muchos espacios más no necesariamente ligados a la muerte, escenarios como ciudades de arquitectura victoriana, estaciones portuarias y ferroviarias o cavernas, granjas y otras tierras rurales. Sigue sin fecha de lanzamiento marcada, llegó a estar previsto para finales del 2014 pero sus creadores no han dado ningún dato más desde el vídeo del anuncio y pequeñas confirmaciones iniciales. Cacería sanguinaria en un mundo de decadencia y horrores en lo que podríamos llamar la segunda era dorada de la cultura gótica. Junto a Bloodborne, Assassin's Creed Victory y The Order: 1886, este nuevo Hunt es otra producción de estética victoriana que llama en seguida la atención por su apariencia y recursos artísticos. El cuarto gran juego de un 2015 que va a estar marcado por una de las mejores etapas literarias, arquitectónicas y pictóricas del último milenio que hemos dejado atrás. Sin duda juegos prometedores, juegos identificables y juegos espectaculares.

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