Saints Row IV: Re-Elected, análisis

Saints Row IV: Re-elected es el enésimo remaster que recibe la nueva generación de consolas de un título que cosechó muy buena aceptación entre prensa y público en Playstation 3 y Xbox 360. Concebido en un primer momento como una expansión que se hizo grande para acabar siendo un título de la saga sandbox más gamberra que hay hoy en día, el juego nos invitaba a disfrutar del papel de un Saint como nuevo presidente de los Estados Unidos que además de prometer la cura del cáncer, tendría que enfrentarse a la peor de las amenazas que ha visto jamás la humanidad: un ataque alienígena. Diversión de otro planeta para un juego que ahora vuelve “reelegido” con un pack Next Gen que incluye, además de todos los DLC vistos hasta el momento, con un nuevo contenido: Gat Out Hell. Una visita al mismo infierno para arreglar algunos asuntos con Satán. Casi nada.

Para quién desconozca qué son los Saints, podríamos decir que son los reyes del barrio que han llegado a lo más alto del poder. Una franquicia que se estrenó con un sandbox de corte algo más clásico y que se ha ido moldeando como una opción más visceral, rebelda y divertida del género. La cuarta entrega de la saga es capaz de quitarse de encima el concepto de DLC ampliado gracias a una generosa cantidad de contenido: unas quince horas para la trama principal y algunas secundarias, ampliándose bastante más si queremos completarlo al 100%. Armas, vehículos (también las de los DLC) y la presencia de poderes que cambian nuestra perspectiva jugable y posibilidades a lo largo y ancho del mundo en el que nos ha dejado Zinyak, el rey de los alienígenas. Otro punto a favor son los guiños constantes a otros videojuegos en forma de misiones y actividades, en muchos casos, brillantes.

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El tono del juego, a caballo entre el humor y la parodia (para muchos, heredero del tono que impregnaban los Duke Nukem clásicos) la gran cantidad de desafíos y extras que tenemos por disfrutar y el rol que juegan los poderes -ahora el juego mira más hacia Crackdown e Infamous- hacen que tengamos ante nosotros un producto realmente sólido que se apoya en más de cien canciones que llenan la banda sonora, que dan momentos totalmente hilarantes -como ese homenaje a Armageddon al inicio del juego- y son capaces de impregnar ritmos modernos a nuestro avance a base de hip hop, música electrónica y temas de rock. Un título que tiene un objetivo que se mantiene inalterable en re-elected: divertir. Y volver a divertir. Si quieres profundizar en las posibilidades de Saints Row IV, puedes consultar nuestro análisis original.

Consulta todo lo que ofrece Saints Row IV en profundidad en su análisis original 

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El título en la nueva generación trae escasas novedades para los que lo jugaron en su versión inicial. Lo más destacado es el pack con todos los contenidos descargables, ya que el resto acaban siendo detalles: uno son los comandos por voz que no se pueden utilizar en castellano -el juego está en inglés en lo que voces se refiere- y el resto se basa en características de las nuevas plataformas, como la presencia del juego remoto desde Vita en Playstation 4. A nivel visual, Volition prometió un aumento de resolución y mejoras en personajes, entornos y sombras. Pero la realidad es que el juego ya era justito en este apartado en Playstation 3 y Xbox 360 y en la nueva generación acaba siendo más de lo mismo, alejado de los estandartes que se pueden (y deben) esperar de las plataformas actuales. 

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Satán quiere casar a su hija con nuestro Saint secuestrado, algo que intentaremos evitar a toda costa. Una vez llegamos al infierno tendremos que llamar la atención del rey de los demonios para “meterle un balazo en la cara”. Por delante, un escenario amplío con cinco distritos y un acabado artístico y visual que quiere trasladarnos la oscuridad del infierno. Gat out of Hell, eso sí, no funciona como un juego con misiones principales al uso. Tendremos que ayudar a una serie de enemigos del demonio -algunos son personajes históricos como Shakespeare- y posteriormente ganarnos su lealtad para asaltar a Satán. Aunque las escenas de vídeo, los diálogos y el desarrollo del argumento es Saints Row en estado puro (hay momentazos, como cuando los personajes empiezan a cantar como si fuera un musical o una película de Disney) lo cierto es que todo esto sirve para camuflar en forma de historia lo que es en realidad “un banco de desafíos”.

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Hay unas cinco o seis pruebas que son las que iremos haciendo para ayudar a nuestros nuevos aliados. Con el poder de sobrevolar el infierno con unas alas, tendremos que hacer carreras a través de los edificios en un tiempo concreto o recuperar almas que caen del cielo antes de que toquen el suelo. Habrá otras misiones basadas en la acción pura y dura: supervivencia, donde tenemos que aguantar tres oleadas; caos, que es básicamente incendiar la ciudad generando destrucción en las calles; control de ciertas zonas donde tenemos que capturar bases o luchar contra un demonio gigante… Todos estos desafíos se van repartiendo en las tareas que nuestros aliados nos dan y también en las secundarias que tendremos para cumplir cuando queramos, antes o después de terminar al trama principal. No faltan situaciones hilarantes, como una misión en la que tenemos que batear a “demonios estudiantes” u otro en el que controlamos una alma en pena con el objetivo de que nos atropellen y se generen explosiones a nuestro alrededor. Entre los extras, además de las misiones, tendremos coleccionables que buscar, torres de vigilancia que destruir y matar a Dex. Sí, podremos hacerlo. O eso parece…

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Gat out of Hell tiene nuevos súper poderes y armas variadas. En el primer caso, tenemos un súper pisotón para acabar con enemigos a nuestro alrededor, invocar a gnomos que asaltan a los enemigos, un ataque para petrificar demonios y un hielo gélido que hiere a todo el que se acerque a nosotros. También desbloquearemos poderes derivados más poderosos, mejorar las habilidades del personaje (destacan las de vuelo y un sprint que nos hace ir más rápido que los vehículos) y mejorar el arsenal de armas. Por la naturaleza de nuestras características tendremos movimientos casi ilimitados por el escenario, pudiendo escalar enormes rascacielos, volar a toda velocidad por los cinco distritos y correr y escapar en cualquier momento si la cosa se complica.

El resultado final de Gat out of Hell es el de una expansión divertida, muy generosa en contenido pero que tampoco brilla especialmente en cuánto a misiones y desafíos que superar. Algunas de las pruebas son más divertidas que otras, y el hecho de que el esquema de cada pack de misiones que superar sea similar a la anterior le resta algo de atractivo. Invita a terminar la historia principal, pero para buscar el 100% tal vez acabe haciéndose algo repetitivo. Eso sí, si sois amantes de los retos, conseguir la medalla de oro os traerá de cabeza en muchas de las misiones. Buen producto, pero no al nivel de las misiones de Saints Row IV. Destacar, por último, que cuenta con un modo cooperativo para disfrutar vía online con otros jugadores.

A nivel audiovisual, el título ofrece las mismas luces y sombras que Saints Row IV. Tiene detalles divertidos en el diseño de personajes, las secuencias de acción y la construcción de ciertos enemigos, pero es muy justito en muchos momentos. Popping excesivo, jaggie evidente, escenarios con texturas que no son de recibo a día de hoy y la sensación de algo de vacío en la ciudad del infierno. Cuando hay explosiones y momentos de acción con decenas de enemigos en pantalla el título cumple, pero se espera mucho más de la saga para la nueva generación de consolas. La banda sonora cumple con su cometido, y destaca sobre todo la interpretación de los personajes que vamos conociendo. Simplemente brillante.