Hyrule Warriors, Impresiones
La franquicia The Legend of Zelda recibe Hyrule Warriors, título que forma parte de los spin-offs de la también popular saga Dynasty Warriors. Combates masivos, un Link más guerrero que nunca y los poderes de la Trifuerza desatados.
Aquellos usuarios occidentales que llevan años disfrutando de los distintos y numerosos títulos que forman parte de la franquicia Dynasty Warriors (conocidos como Shin Sangoku Musou en su país de origen) como una suerte de vicio privado e inconfesable de cara a las tertulias videojueguiles, asisten desde hace unos meses extrañados a un hecho sin precedente conocido: uno de los juegos que forman parte de los también numerosos derivados de la serie está haciendo correr ríos de tinta impresa y virtual a lo largo y ancho de Europa y Estados Unidos, encontrándose en boca de cada vez más aficionados y miembros de la prensa especializada. Hay que tener en cuenta que los títulos que forman parte de la familia Musou, aunque siempre han gozado de un gran éxito en Japón (todos y cada uno de los juegos lanzados se aúpan a los primeros puestos de la lista de ventas nada más aparecer), no han tenido ni mucho menos una vida fácil en occidente. Cuando llegan, lo hacen en pocas unidades, por la puerta de atrás y sin hacer el menor ruido. Y es que el público que los compra, aunque fiel, es bastante reducido.
Pero eso parece que va a cambiar con el título que nos ocupa, Hyrule Warriors, juego que ya podemos asegurar sin temor a equivocarnos que ha batido con holgura el record de noticias, avances, reseñas y trailers que cualquier otro Musou ha cosechado hasta la fecha, tanto en occidente como en el país del sol naciente. Y es que, aunque Omega Force, desarrolladores de los Musou, ya llevan tiempo trasladando la jugabilidad y mecánicas de la serie a franquicias alejadas del Romance de los Tres Reinos y la época del Japón feudal, ahora tienen entre manos algo que, en el mundo de los videojuegos, va mucho más allá de ser considerado una simple franquicia. No en vano, hay que tener en cuenta que aunque Gundam, One Piece o El Puño de la Estrella del Norte son series con un largo historial de éxitos a sus espaldas, no han nacido en el ámbito del videojuego ni producen la misma reacción al ser nombradas dentro de la industria que la surgida cuando la palabra Zelda hace acto de aparición.
Si hay algo de lo que Nintendo puede enorgullecerse, es de poseer franquicias legendarias, únicas e imbatibles en lo referente a popularidad y calidad. The Legend of Zelda es una de las primeras espadas nintenderas, la cual seguramente solo puede ser superada en cuanto a éxito de público y crítica por los infinitos títulos que tienen como cabeza visible a cierto fontanero saltarín y bonachón. Link de Hyrule ha protagonizado numerosas obras maestras que han dejado huella en el subconsciente colectivo, inventando sobre la marcha géneros y mecánicas que han sido copiadas hasta la saciedad por otros títulos. Con un currículum a sus espaldas que incluye maravillas como A Link to the Past, Ocarina of Time o Skyward Sword, no es de extrañar que Zelda sea una de las niñas mimadas de Nintendo, y lo que uno menos puede esperar es que la gran N ponga dicha niña mimada al cuidado de un tercero, sobre todo recordando dolorosos y aberrantes precedentes como los Zelda lanzados en la malograda CD-i de Philips.
Pero también han existido casos en los que la marca ha salido bien parada de la experiencia (los Zelda de Capcom lanzados en Game Boy Color y GB Advance), y además Nintendo sabe lo que le conviene. Actualmente tiene en las tiendas una gran consola como es Wii U, la cual no está vendiendo ni mucho menos lo que se esperaba. La inmensa mayoría de third parties ya le han dado la espalda, y aunque la gran N no está dispuesta a dar su brazo a torcer y trabaja a destajo para nutrirla de grandes títulos, también se esfuerza por lograr que, aunque pocos y espaciados en el tiempo, los third parties sigan llegando con cierta regularidad.
Ello implica que se lleven a cabo decisiones que en circunstancias normales igual no habrían tenido lugar, como es el dar luz verde a una tercera compañía para que use una de sus legendarias licencias como trasfondo de su nuevo juego. Así, cuando surgió la oportunidad de llevar a cabo una nueva colaboración entre Koei Tecmo (o Tecmo Koei, o como quiera que se llame ahora) y Nintendo tras Metroid: Other M, y se puso el nombre de Zelda encima de la mesa, la gran N no pudo decir que no, sobre todo al saber que dicho spin-off sería parte de la franquicia Musou, lo que permitiría que no pocas Wii U saltaran de las estanterías de las tiendas niponas a los hogares japoneses, al tiempo que Koei Tecmo lograría que la en occidente malograda serie Warriors acaparara una atención sin precedentes. En definitiva, un acuerdo que ya desde el principio quedaba claro que beneficiaría a ambas partes.
Eso sí, Nintendo no estaba ni mucho menos dispuesta a dejar las cosas al libre albedrío, aunque éste tome forma de un spin-off programado por un tercero, y aunque dicho tercero esté compuesto tanto por el equipo de Omega Force (progenitores de los Musou) como por el Team Ninja (desarrolladores de Dead or Alive y Ninja Gaiden). Así que la gran N puso como supervisor del proyecto al Nintendo SDP (siglas de Software Planning & Development), con el mismísimo Eiji Aonuma (encargado de la franquicia Zelda desde que Miyamoto abandonara el barco largo tiempo atrás) a la cabeza. Gracias a ello, este Hyrule Warriors se siente como un Zelda a pesar de que el género en el que se encuadra se aleje del Action-RPG habitual en la franquicia. Dado que ya se encuentra en nuestras manos la versión final que llegará a las tiendas el próximo 19 de septiembre, nos disponemos a exprimir el título en unas primeras e intensas horas de las cuales os dejaremos nuestras impresiones a continuación. El reino de Hyrule se encuentra en guerra, y nos corresponde a nosotros defenderlo a golpe de espada.
Los vengadores de Hyrule
Comenzaremos este avance prestando atención a algo que seguro tiene con la mosca tras la oreja tanto a los aficionados a la saga Zelda como a los seguidores de la franquicia Warriors: las tan traídas y llevadas ralentizaciones que los usuarios nipones (Hyrule Warriors ya está a la venta en Japón) han detectado en el juego. Los precedentes no invitaban al optimismo, ya que Omega Force tiene en su historial varias manchas al respecto que han llegado incluso a arruinar juegos enteros (el Warriors Orochi 2 de Xbox 360 es el más claro ejemplo de ello), generalmente debido a un desconocimiento del hardware bajo el que programan. Históricamente, a los progenitores de la saga Warriors les cuesta exprimir como es debido las diversas plataformas en las que trabajan, consiguiéndolo solo tras el lanzamiento de varios juegos.
En Wii U ya han lanzado un par de títulos que preceden a este Hyrule Warriors: Warriors Orochi 3 y El Puño de la Estrella del Norte 2. En el primero se notaba bastante la inexperiencia de Omega Force con la plataforma de sobremesa de Nintendo, sobre todo si comparábamos el WO3 de Wii U con las versiones lanzadas en 360 y PS3. Aunque Nintendo guarde bajo siete llaves, diez candados y 20 portones de hierro las características técnicas de Wii U, ya está más que comprobado que la consola es perfectamente capaz de igualar, e incluso superar, a 360 y PS3. Pero claro, si no conoces el hardware bajo el que programas… Con El Puño de la Estrella del Norte 2 la cosa ya mejoró al menos lo suficiente como para que la versión Wii U no se sonrojara al ponerla delante de las de 360 y PS3. Y ahora, con este Hyrule Warriors, era de suponer que el juego exprimiría convenientemente las bondades de la consola, sobre todo teniendo en cuenta que la gran N supervisaba el proyecto. Pero las noticias que llegan desde Japón hacen que surjan muchos interrogantes al respecto.
Pues bien, respecto a las ralentizaciones, ya hemos podido comprobar que éstas existen, aunque son muy puntuales (generalmente aparecen cuando el juego tiene que lidiar con un escenario más detallado de lo normal, multitud de enemigos menores y un número significativo de adversarios mayores en pantalla) y ni mucho menos llegan a arruinar la jugabilidad como sí sucedió en el pasado con otros títulos de la franquicia Warriors. Se ha prometido el futuro lanzamiento de un parche que hará que las pocas ralentizaciones que aparecen (insistimos en lo de pocas, ya que al menos en todas las horas que hemos jugado solo han hecho acto de presencia en un escenario cavernoso) se borren de un plumazo. Bien es verdad que en el caso más grave (el ya mencionado Warriors Orochi 2 de 360) también se prometió lo mismo, y por muchos parches que lanzó Omega Force, en ningún momento llegó a arreglar el desaguisado. Pero teniendo en cuenta que la propia Nintendo está pendiente del proyecto, es de suponer que en esta ocasión sí se consiga alcanzar el objetivo. En caso contrario, de nuevo insistimos en que el juego seguiría siendo perfectamente jugable.
Una vez dicho esto, y ya que estamos con el apartado técnico, comprobamos con agrado que el número de elementos en pantalla (la gran tara del Warriors Orochi 3 de Wii U) es tan elevado como a estas alturas es de esperar en un juego de la franquicia Musou. Gracias a ello, la sensación de encontrarnos en una batalla masiva en la que cientos de soldados y criaturas se ven las caras es plena, y además se consigue disimular con bastante acierto la aparición repentina de enemigos y aliados en pantalla. El modelado de los personajes principales es bastante detallado, aprovechando sabiamente el fenomenal trabajo de arte conceptual que tiene el juego tras de sí, y lo mismo podemos decir de los escenarios y campos de batalla en los que transcurre la acción. En general, este es uno de los mejores Musou aparecidos hasta la fecha visualmente hablando, incluso podríamos decir que el mejor, y destila por todos sus poros el gusto por el diseño, la luminosidad y el colorido que suele acompañar a todo Zelda lanzado al mercado.
Y es que eso también es conveniente dejarlo claro ya desde este Primeras Impresiones del juego: los aficionados a la franquicia Zelda se sentirán en Hyrule Warriors como en casa aunque no hayan jugado a un solo Musou en sus vidas. No es de esperar menos teniendo en cuenta que el mismísimo director de la franquicia nintendera ha supervisado el proyecto. Ya hemos hablado de los gráficos, pero es que en sus menús también se rinde homenaje al legado de la franquicia, sobre todo al Zelda original lanzado en aquel ya más que lejano 1986-87 para la inolvidable NES.
En definitiva, los detalles abundan por doquier. Por ejemplo, todos los personajes hablan excepto el protagonista, Link, siendo el hada que le acompaña la que habla por él; también podemos seleccionar dos métodos de control: uno habitual en los Musou, y otro que se acerca todo lo posible al de los Zelda tridimensionales; además, usaremos un botón para fijar a un determinado enemigo (en su momento, uno de los grandes aportes de Ocarina of Time), con lo que podremos movernos alrededor de él sin dejar de encararlo en ningún momento; por si no fuera suficiente, la banda sonora está compuesta por piezas tomadas de todas las entregas de la saga Zelda, convenientemente remasterizadas para la ocasión.
En lo referente a modos de juego, contamos con un total de tres, que tienen pinta de dar para innumerables horas de diversión: Leyenda es el modo historia tradicional en los Musou, en el que superaremos niveles siguiendo un determinado orden al tiempo que desbloqueamos escenarios y personajes que luego podremos usar en el modo Libre. Por último, el modo Aventura nos ofrece nuevos desafíos y batallas que deberemos superar siguiendo unos determinados parámetros; en él también se desbloquearán personajes y secretos del juego, y además contribuirá significativamente a paliar la sensación de repetición que suele acompañar a los Musou, dado que las misiones que se nos ofrecen son de lo más variadas.
Remata la oferta un modo Galería en el que podremos ver los modelos 3D de los personajes, escuchar la excelente banda sonora del juego, comprobar el número de ilustraciones que hemos desbloqueado (existe un coleccionable compuesto por 100 piezas, las denominadas skulltulas, que deberemos obtener a lo largo y ancho del juego, el cual tiene mucho que ver con dichas ilustraciones y con la apertura de los secretos más recónditos y jugosos de Hyrule Warriors) y consultar las medallas (equivalentes a los logros en las consolas de Microsoft o los trofeos en las de Sony) que se han obtenido.
Bien, para ir cerrando el presente texto (ya habrá tiempo de extenderse en el análisis que publicaremos unos días antes de que el juego llegue a las tiendas), y dado que se trata de un Primeras Impresiones, resumiremos la susodicha impresión que nos ha causado Hyrule Warriors en sus primeras horas con una palabra: prometedor. Queda mucho por decir y por jugar, así que dedicaremos los siguientes días a exprimir el título al 100% para desvelar todos los secretos que oculta. Por cierto, ya hemos podido comprobar que las palabras que Aonuma dejó caer en el pasado E3, en las que comparaba este Hyrule Warriors con la película Los Vengadores en lo referente a “reunión de personajes e historias en una misma aventura”, no fueron ni mucho menos gratuitas. En definitiva, mucho tienen que torcerse las cosas para que este Hyrule Warriors no se convierta en otro de esos juegos que hacen al usuario de Wii U enorgullecerse de la máquina que posee pese a que ésta no cuente con todo el apoyo que sin duda merecería.
- Acción
Hyrule Warriors es un juego de acción hack'n'slash a cargo de Tecmo Koei ambientado en el universo de The Legend of Zelda para Wii U.