Uno de los anuncios de Sony durante esta Gamescom ha sido The Tomorrow Children, una nueva licencia creada entre los estudios Q-Games (PixelJunk) y Sony Studios Japan con PlayStation 4 como plataforma de destino y la ambición de encontrar su lugar en la nueva oleada de juegos de construcción y comunitarios que, si bien ya existian, explotó de forma definitiva con el éxito de Minecraft. De hecho, tras la presentación a puerta cerrada hubo hasta tres preguntas sobre los parecidos entre éste y el juego de Mojang; aquí no obstante hay cosas que aquel no tiene. Y viceversa. Por lo pronto, The Tomorrow Children plantea un futuro alternativo inspirado a nivel estético en la publicidad y propagana de la Guerra Fría de los años 60 en Rusia. Sus creadores no quieren lanzar un mensaje político ni una parábola sobre aquella situación, en sus propias palabras, sino que simplemente decidieron elegir este marco como una elección estética, que se explotará a través del diseño de los personajes (inspirados, también, por las figuras y maniquís de Checoslovaquia) o pantallas de televisión en las que se emite publicidad irónica al estilo Starship Troopers, por dejar claro el tono con el que se abordarán estos añadidos. Para zanjar el tema de Minecraft, explicaron cómo sólo se parecen realmente en las opciones de utilizar elementos (un pico, una pala) para recuperar recursos y en su enfoque de mundo abierto con posibilidades de construcción bastante locas. Por ejemplo, podremos poner unas escaleras que conduzcan a ninguna parte, hacia el cielo, para subir y verlo todo desde arriba. No obstante, en The Tomorrow Children no podremos crear casas personalizada, sino que habrá una serie de presets, edificaciones predeterminadas que utilizaremos para repoblar nuestra ciudad. De esto va el juego, en realidad: no hay un objetivo como salvar al mundo, pero sí una finalidad consistente en -su nombre ya lo indica- cimentar el futuro con 'los hijos del mañana'. The Tomorrow Children incluirá un modo para un jugador pero encontrará su verdadero potencial jugando online, con hasta un máximo de 50 o 100 personas, el equipo aún lo está decidiendo. Cuando creemos a nuestro personaje (sólo podrá ser una niña, aunque hay opciones de personalizarla con ropa y accesorios) haremos acto de aparición en una ciudad y ahí se inicia todo: el sentido de comunidad se impone sobre el propio y con nuestroa avatar virtual hay que ir haciendo cosas no sólo por nuestro propio bien sino también por el de todos los que nos rodean: recolectar materiales, por ejemplo, es el más evidente. Diariamente, deberemos acceder a una especie de edificio de trabajo en el que recibiremos misiones a completar. Por ejemplo, una consiste en salir de la ciudad (utilizando un tren, pues el exterior de nuestro hogar será peligroso, al estar compuesto por 'vacío' y no un aire respirable) y ponernos a picar cristal, roca u otros materiales. A medida que lo hacemos podemos encontrar zonas ocultas, como subterráneos o cuevas, en las que eventualmente toparemos también con cofres de tesoros. La idea es pues el recolectar todo esto, pero la cosa va más allá. Cada persona de la ciudad debe elegir qué rol asumir: unos, crearán túneles u obtendrán recursos, otros, quedarán en la base para protegerla de ataques externos. También, por supuesto -como todo juego online- nos arriesgamos a que llegue algún 'troll' y destroce las cosas. En la demo que pudimos ver, que era una versión pre-alpha (es decir, está muy, muy verde; les queda mucho trabajo por hacer), tras recolectar materiales el personaje principal volvía a su base y estaba siendo atacada por varios monstruos, entre los que se incluía una especie de Godzilla que lanzaba rayos por la boca y daba manotazos, y varias arañas que se colocan sobre los edificios y van alimentándose de las zonas superiores de los mismos. Con nuestro avatar, podiamos coger un lanzacohetes y dispararles para acabar por matarlos. Unavez hecho esto, las criaturas se convertían en un mineral y podían recolectarse. No se pudo ver mucho más en este primer acercamiento, aunque se ofreció información general sobre el proyecto en términos de historia, de objetivos y contexto. Por ejemplo, que se quiere abordar un concepto totalmente nuevo de experiencia comunitaria en el sentido de que todo pasa por la acción del jugador e incluso existe un mundo persistente: estemos o no conectados, la ciudad progresará. Si dejamos de jugar un mes, al volver -a menos que el resto de habitantes lo hayan impedido- puede que nuestra ciudad no exista; o en caso contrario, que sea mucho más grande. The Tomorrow Children es pues un juego colaborativo en el que todo el mundo aporta, una especie de 'simulador de hormiguero' en el que cada personaje debe sumar recursos, construir y evitar que lleguen monstruos a acabar con nosotros. El concepto no es malo pero habra que ver como evoluciona. Su equipo tiene pensado darle apoyo continuo post-lanzamiento, con lo que la cosa no se quedará en lo que se ponga a la venta el día de su salida: habrá nuevos retos, quizá DLCs (no nos lo confirmaron)y otra serie de acciones para mantener la comunidad viva. Veremos en qué queda la idea: tiene potencial pero lo que hemos visto, de momento, no nos lo ha terminado de vender.