Batman: Arkham Knight, Impresiones Gamescom

La última vez que Rocksteady tocó la franquicia Batman regaló unas de las experiencias más notables en lo que respecta a sandbox de la pasada generación. Con Batman Arkham City sublimaron no sólo el título anterior (Arkham Asylum) sino que ampliaron la escala de la ciudad, la variedad de misiones, cantidad de enemigos y todo lo relativo a las mecánicas de juego. El estudio ahora busca algo más y es crear la experiencia definitiva basada en el personaje de DC en el sector de los videojuegos y su llave lleva por nombre Arkham Knight. El Caballero Oscuro se enfunda el traje para una última misión tras descubrir sus orígenes en Origins.

Arkham Knight plantea un escenario en el que el enemigo principal es el Espantapájaro. En la demo que hemos visto, que era principalmente la del E3 ampliada, descubríamos el control del Batmovil al tiempo que aprendíamos las bases del combate con nuestro protagonista. A este último respecto, si habéis jugado a los anteriores sabréis lo que podéis encontrar aquí: combos simples al principio, más complejos según la cadena se amplía, contraataques con el botón triángulo/Y, movimientos avanzados con pulsación múltiple, etcétera. Se han visto nuevos combos y funciones de ataque, ofensivas, y se promete que habrá cosas que evolucionen también en lo que respecta al árbol de habilidades, aunque no se entró en detalle.





La demo arrancaba con Batman en un puente, tras hablar con Jim Gordon, siendo el objetivo rescatar a varios rehenes de una especie de zona nuclear situada en medio del oceano. Tras usar un radar para detectar sus localizaciones debíamos introducirnos allí a pie, para luego coger el Batmovil y limpiar el escenario de enemigos a toda costa. El control del bólido varía dependiendo de la función que prefiramos, de forma que con un gatillo entramos en el 'modo batalla' y con otro, disparamos a enemigos u otros vehículos acorazados. Hay varios tipos de proyectiles: misiles, disparos básicos; también varios movimientos evasivos (laterales, hacia atrás, ec.)

Además de estas funciones, tiene otras tales como lanzar un gancho y agarrar partes del escenario para tirar de ellas y así abrir rampas o caminos sobre los cuáles pasar, impulsándonos a modo de rampas, por ejemplo. El control del Batmovil funciona en esta demo con bastante soltura, sin ralentizaciones ni problemas de ningún tipo, de hecho sorprende la cantidad de animaciones que tiene el vehículo en lo relativo a abrirse por zonas, partes que se resquebrajan, etcétera. Da la impresión de ser algo orgánico y no tanto un bloque de metal con ruedas. El control de Batman, por lo demás, se mantiene exacto, con sus desplazamientos con gancho, planeos y todo lo demás.





Sería mentir decir que Arkham Knight es revolucionario, pero como se suele decir, cuando algo no está roto no hay razón alguna para arreglarlo. Las mecánicas funcionan con soltura, como ocurría con Arkham Origins, por lo que verdaderamente importa aquí es ver cómo Rocksteady plantea las misiones y desarrolla los elementos que tiene sobre la mesa. Por ejemplo, una novedad es el panel de elección de arma o gadget, ahora presentado con una ruleta que permite, entre otras cosas, controlar el Batmovil de forma remota para atacar a enemgos o desplazarnos, pero también, tirar el Batarang, una bomba de humo, etcétera.

En la demo no había una gran variedad de enemigos (soldados con armas, ninjas con katanas), tampoco en lo que respeta al entorno (a efectos absolutos, la localización era casi idéntica) pero tiene algo muy bueno a su favor y es venir de un estudio en el que las cosas rara vez han funcionado mal en esta franquicia. Rocksteady tiene una tarea muy, muy complicada por delante, que es superar a Arkham City y además sentar una nueva base para las aventuras del murciélago en la nueva generación de consolas. Si lo conseguiá o no lo sabremos en 2015, cuando el juego llegue a Xbox One, PlayStation 4 y PC.