Wild, Primer contacto Gamescom

En un escenario ideal, casi utópico, decir Michel Ancel deberí­a equivaler a hablar de Steven Spieberg -en el cine- o a Haruki Murakami -en la literatura. No en cuanto a presupuestos, tematicas o metodologí­a de trabajo; pero sí­ en cuanto a impacto, a verdadero talento y entrega a su medio. Ancel no sólo creó a Rayman, y por consiguiente a uno de los iconos de nuestra industria, sino que también dirigió Beyond Good & Evil (de su secuela, confirmada por Ubisoft, no han dicho en la Gamescom ni una palabra), la adaptación al videojuego de la pelí­cula King Kong o el reboot de Rayman con Legends. Casi nada. Su nombre está ligado a un estilo de juego, a un ritmo determinado. Es francés y, como otros de la industria (guste más o menos, como David Cage) tiene una visión personal de lo que hace. Como decimos, en un mundo ideal estaría haciendo videojuegos sin restricciones.

En el que tenemos, hay que celebrar que le dejen retomar proyectos de cierta embergadura. O habría que haberlo hecho si no hubiera salido de Ubisoft (aunque colabora con la compañía en ciertas funciones) para fundar su propio estudio, Wild Sheep Studio, para el cual ya tiene un nuevo juego. Anunciado ayer mismo en la Gamescom de Colonia, fue la sorpresa de la conferencia de Sony, el juego que cerró el evento y que dejó un sabor de boca inmejorable. Sabemos muy, muy poco del proyecto, pero ojeando el tráiler con cautela se pueden adivinar por dónde van a ir los tiros. Si le sumamos que Ancel participó a posteriori en una mesa redonda sobre al estado actual del mundo del videojuego y la generación de jugadores contemporánea, la cosa se pone más seria: estamos ante algo con una ambición enorme, y eso que es un proyecto puramente independiente desarrollado por unas 13-14 personas, según sus propias palabras.



¿El hombre del juego? WiLD, un proyecto exclusivo de PlayStation 4 que podría resumirse como Black & White de Molineux ampliado a la configuración visual de la película de Dreamworks "Los Croods". No es que estemos ante un 'god game', o al menos no se sabe de forma explícita, pero el elemento naturalista inherente al clásico de Peter Molineux está presente en cada uno de los fotogramas del tráiler de dos minutos que podáis ver sobre estas líneas; del mismo modo, aunque la ambientación no apunta a la prehistoria, si que vemos cómo algunas características puramente estéticas remiten al film de los creadores de Shrek; quizá algo cogido por los pelos pero ese colorismo, esas hierbas verdosas y los amaneceres y juegos de luz son bastante familiares para quienes hemos visto la película.

En WiLD, podremos asumir el control no sólo de seres humanos sino también de otro tipo de criaturas. En el tráiler, podíamos ver esqueletos vivientes, una especie de orco o goblin arrastrándose por el suelo, y monstruos de varias formsa y tamaños. Con tan poca información es fácil divagar pero quizá, por lo visto, el jugador pueda elegir su propio avatar -humano, etc.-. y dar rienda suelta a su imaginación en un mundo abierto, en el que todo coexiste con naturalidad. No será un juego persistente online pero si que hemos visto cómo por ejemplo algunos personajes parecen tener una especie de mascota animal (un jabalí, un águila, etc.) que parecen representar a un modelo de personaje muy determinado.



¿Habrá una campaña como tal? Todo apunta a que los mundos serán procedurales, es decir, que al igual que en Minecraft se generarán partiendo de una semilla generada por programación. Hay dos pistas para motivar este pensamiento: el primero, que Ancel explicó como Dwarf Fortress había marcado para él un punto y a parte al ofrecer al jugador una experiencia sin reglas marcadas, permitiéndole crear algo nuevo en cada partida, cuando fue preguntado por el juego que más 'avanzado' le parece en la actualidad. La segunda, en relación a los logros y trofeos, explicó cómo para él lo verdaderamente interesante era no tanto el objetivo final como la forma de llegar a él, es decir: ver un vídeo de alguien tratando de cumplir una tarea podía equipararse a una película si cada experiencia es diferente, hasta el punto de jugar a tu propio juego y sorprenderte con las posiblidades que abre.

En su discurso, Ancel apuntaba a la libertad con tanto ahinco que casi parece imposible pensar que su nuevo proyecto vaya a ser lineal, o guiado. La cosa parece extremendamene abierta, con ese enfoque -insistimos- naturalista. En un momento del tráiler, un hombre con un arco lanza varias flechas hacia lo que parece ser una manada de lobos. De entre ellos surgía una mujer, haciendo que el anterior se detuviera, sorprendido. Este momento, además de ser un guiño claro a La Princesa Mononoke de Hayao Miyazaki (esto no lo dijo Ancel, es cosecha propia), representaba en sus palabras una declaración clara sobre su posición sobre la violencia y la forma en que los jugadores, en su juego, no podrán ser ni bueno ni malos. Habrá un sistema de moralidad pero matar no siempre es la opción; tampoco huir. Hay que buscar un equilibrio.



WiLD es un mar de incógnitas. Su espectacular tráiler nos dejó con ganas de más y parece que la Gamescom no va a ser el lugar elegido para enseñarlo, a pesar de la presencia en la feria de Michel Ancel. Viniendo del responsable del reinicio de Rayman y del esencial Beyond Good & Evil no deberíamos tener dudas, en absoluto, sobre el rumbo que este proyecto tomará en el futuro. Su estudio es joven, tiene apenas una docena de persons y parece un título muy ambicioso, pero también es cierto que luce un aspecto bastante más maduro de lo esperado (en términos de programación; esto no está tan verde como podría, considerando las circunstancias). Nuestra sospecha es que lo veremos con total seguridad en 2015 corriendo sobre PlayStation 4. ¿Qué os ha parecido el tráiler?