Diablo III: Ultimate Evil Edition, Impresiones

Diablo III sigue siendo un tótem dento de los hack and slash de vista isométrica. Blizzard estrenaba su serie en consolas el año pasado y este 19 de agosto va a redefinir toda la experiencia visual y jugable con la Ultimate Evil Edition, la única forma -por el momento- de hacerse con la expansión Reaper of Souls en PlayStation 3, Xbox 360 y las recién llegadas PlayStation 4 y Xbox One, donde también se estrena el juego a 1080p de definición (900p en Xbox One) y una fluidez totalmente estable de tasa frames por segundo, a 60. Esta mañana hemos podido jugarlo en una presentación privada en Madrid, contemplar todas las novedades jugables que añade a estas mejoras gráficas y entender por qué este paquete puede considerarse el definitivo en consolas, a 39,90 euros.

Sus creadores están absolutamente volcados con la comunidad jugona de Diablo III, escuchan sus peticiones, sus sugerencias, sus quejas... y quieren con todo lo recopilado llevar el juego a un nivel mucho más equitativo, libre, con posibilidades y, en definitiva, divertido. La Ultimate Evil Edition cambiará para siempre el sistema de luteo y objetos compartidos con amigos, ahora con la posibilidad de regalar a cualquiera todo lo que encontremos entre sus mazmorras, incluidos objetos de equipo legendarios. Además, el juego con conocidos nos equiparará en nivel de experiencia de forma eventual para poder jugar con quien queramos sin estar excesivamente por encima o por debajo en potencial, algo que vuelve a ajustarse en cuanto salgamos de esa partida. La casa de subastas ya se cerró pero ahora esta edición facilita el intercambio de items, lo que favorece que los jugadores se relacionen y busquen objetos mejores.

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Hemos jugado en PlayStation 4, versión que añadirá un nivel basado en The Last of Us y sus infectados y escenarios derruidos post-pandémicos. También la de PS4 El DualShock 4 se aprovecha para alojar en el touchpad navegación más ágil por el menú y HUD de personaje, y el LED luminoso indicando el color del círculo representativo de nuestro héroe. Por supuesto, habrá opción de juego desde PSVita como si ésta fuera un segundo mando y con la partida streameada directamente en la portátil, lo que facilita las partidas en un mismo televisor para dos, tres o cuatro jugadores, también con cualquier combinación de jugadores en la misma pantalla y amigos unidos online. Se agilizan los menús y las configuraciones. Y un aspecto importante más, no requiere estar online para el juego local, ideal para llevarse la consola de vacaciones sin conexión a internet.

Diversos extras incentivan esta Ultimate Evil Edition, que se compora a modo de GOTY Edition o Definitiva. El Yelmo Infernal del primer juego y otros objetos especiales se suman al enorme incentivo que supone la expansión Reaper of Souls con la mismísima Muerte, su túnica y su guadaña como jefe final. Y sobre jefes, ahora podremos enviar a nuestros enemigos Némesis a otros, es decir, los jefes que no logremos superar. Esto hará que esos Némesis se refuercen y que supongan aún más reto para grupos de jugadores avanzados, incluso. Horas y horas de contenido llegan con esta edición, muy volcada también con las funciones sociales entre jugadores como las partidas streameadas y los inventarios compartidos, la cesión de objetos como regalo, etc.

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Adaptado a los controles desde mando en vez de con teclado y ratón Diablo III ya nos enseñó que era una auténtica maravilla. Sencillo, cómodo, preciso y efectivo. Pasa a ser casi más un hack and slash con componentes de RPG que un RPG clásico. En el stick derecho se aloja la voltereta de esquiva de todos los personajes, un comando muy útil y quizá hasta algo excesivo, pues abusaremos de él para los enfrentamientos más exigentes. Los gráficos 1080p son un regalo en una jugabilidad como ésta, de perspectiva alejada y donde todo detalle es importante puesto que es un transcurso repleto de secretos. También los 60 frames por segundo de las versiones PS4 y One, imbatibles haya los enemigos que haya en pantalla, explosiones de rayos y magia, etc. Ahora el juego es más espectacular y agilizará factores como los tiempos de carga, las conexiones, etc.

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En definitiva, esta Ultimate Evil Edition es lo que todo fan de Diablo III podría esperar. Una edición que, por el precio de Reaper of Souls en PC, lleva al juego en consolas al mismo nivel que en ordenadores o casi mejor, puesto que da muchísimas más posibilidades al usuario que prefiere jugar acompañado físicamente por alguien y compartir pantalla. Todos los ajustes que ha implementado Blizzard para esta edición definitiva parecen sentarle más que bien, y el revisado gráfico en consolas de nueva generación es todo un acierto que, ahora que es posible, mejora enormemente la experiencia. El 19 de agosto, los fans de Diablo tienen otra cita obligatoria.