Dying Light, Impresiones E3

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Una vez aprendida la fórmula del éxito, lo mejor es repetirla y mejorarla. Eso es lo que el estudio polaco Techland ha hecho después de haber creado la franquicia Dead Island, aunque su segunda parte no haya recibido críticas del todo positivas. Dying Light es la continuación de un trabajo que trata de mejorar con nuevas mecánicas lo que se había hecho anteriormente en el sobresaturado género zombie.

Aunque el estudio no quiso revelarnos mucho de la historia en la demo que vimos a puerta cerrada en salones de juntas del Centro de Convenciones de Los Ángeles, sí que dejó claro que los personajes disponibles tendrán su apartado para que los evolucionemos a nuestro gusto. En la primera parte pudimos ver como las armas son básicas, de pura supervivencia: un bate de baseball y un tubo de acero eran las únicas disponibles, además de petardos que sirven para desviar la atención de los zombies que deambulan por las calles de una ciudad ficticia al estilo del medio oriente, aunque también con toques tropicales.

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Una epidemia ha convertido a los habitantes en infectados,  y entre ellos unos llamados Volatiles, son más agresivos que otros, y lo mejor para completar los objetivos es siempre ser sigiloso y evitar el combate directo, sobre todo cuando los no-muertos se concentran en altos números y nos obligan a utilizar los petardos como distractor. Otra de las reglas básicas de supervivencia en este juego que será publicado por Warner Bros. Interactive Entertainment, es mantenerse en áreas elevadas y evitar el ras de suelo para llamar lo menos la atención, pero cuando es inevitable una confrontación entonces lo mejor es ser eficientes en combate cuerpo a cuerpo, ya que su ejecución en forma repetida desgastará al personaje dejándolo indefenso por algunos momentos, hasta que recupere la energía necesaria para volver a atacar.

Gracias a un minimapa en la pantalla es posible conocer las ubicaciones de las zonas objetivo para llegar a ellas gracias a un estilo de carrera libre parkour. Afortunadamente esto no llegar a ser una imitación de juegos como Asassin’s Creed  o Mirror’s Edge, aquí la habilidad se gana a través de puntos que sirven para obtener nuevos movimientos, de esta forma cada vez que se ejecutan de forma precisa se generarán dichos puntos que se pueden gastar para desbloquear acciones como “derrape” o “esquivar”, pero también pelear generará puntos para desbloquear remates como “pisotón” y “carga de ataque” los cuales permite eliminar a un enemigo una vez que se encuentre en el piso o acumular potencia para realizar un movimientos ofensivos de mayor potencia.

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Como ya se había dicho, el ambiente jugará parte importante en Dying Light, por el día los zombies serán menos agresivos a causa de su fotosensibilidad, pero otros enemigos humanos también aprovecharán esta situación para ocupar posiciones de interés para nuestro personaje. A esto se le suma el ciclo día/noche, si una zona es ocupada por humanos hostiles entonces la solución es regresar por la noche, momento en que abandonarán la zona para refugiarse, aunque el riesgo es mucho más latente para el jugador. Otros factores ambientales como la lluvia y la neblina también jugarán un papel importante, la lluvia por ejemplo generará ruido lo que causará que para los zombies sea mucho más difícil escuchar los movimientos del jugador, así como la neblina limitará el rango de “visión” de los no-muertos.

Por la noche el cazador se vuelve la presa, pero cuenta con un par de herramientas que pueden facilitar su camino, la primera es la linterna que se activa presionando los dos joysticks de manera simultánea y puede deslumbrar momentáneamente a los enemigos, pero también atraer su atención a larga distancia. La segunda herramienta es el “sentido de supervivencia” el cual funciona a manera de eco localización para ubicar a los enemigos agresivos a la redonda y de esta forma generar una ruta libre de enfrentamientos.

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La segunda parte de la demo sucedió a la mitad del juego, donde el objetivo era alcanzar la parte superior de una torre, pero para eso había que eliminar a varios zombies por el camino. En esta sección las armas dejaron de ser elementales, contábamos con un hacha electrificada que partía en dos a los no-muertos -y que podemos cargarla un poco para ejecutar un giro de 360 grados para eliminar todo lo que se encontrar alrededor- y un bate de aluminio pero aderezado con clavos para causar máximo daño. Con habilidades físicas mejoradas y una mejor condición el avance por cornisas y techos era mucho más fluido. Así también los zombies contaban con mayor agresividad, y en la seccion en la que estabamos,  al generar ruido al disparar con armas de fuego, se logró que atacaran a enemigos humanos, pero también delatar la posición y tener que huir. Para ello nada mejor que uno de los nuevos gadgets, un gancho retráctil, el cual resultó muy útil para escapar de los predadores y llegar a posiciones elevadas de forma rápida.

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Es evidente que Dying Light no es simplemente otro juego de zombies, aunque matarlos ofrece recompensas –todos ellos pueden ser saqueados y ofrecen desde cigarros hasta dinero- el punto principal del juego es usar las habilidades del personaje y el ingenio para sobrevivir para pasar de un punto a otro. Lo mejor es que cada jugador podrá decidir como abordar cada situación. Aunque esta demo fue para un solo jugador, el título ofrecerá opción para cuatro de forma cooperativa en el modo de campaña. Dying Light estará disponible para PS4, PS3, Xbox One, Xbox 360 y PC en febrero de 2015.

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