Assassin's Creed: Unity, Impresiones E3

Assassin's Creed: Unity supone el primer capítulo de la serie exclusivamente pensado y lanzado para máquinas de nueva generación, es decir, PlayStation 4, Xbox One y PC. Su presencia en la conferencia de Microsoft con una prolongada demo jugada nos enseñaba por fin cómo de bien se vería la capital francesa de época y algunas de las novedades que incluye esta entrega, especialmente el multijugador cooperativo a cuatro para las misiones de la campaña principal. Si el hype ya era alto antes del E3 2014, al verlo directamente en movimiento las esperanzas con este episodio suben un nuevo peldaño, parece cumplir todo lo que prometía y ser un paso adelante real en la quizá algo agotada franquicia de Ubisoft. La tecnología puntera de los nuevos sistemas dibujan el escenario ideal para mover una París más viva, detallada y llena de muchedumbres con muchas decenas de personajes en movimiento y, al fin, más inteligentes.

Pero además aspectos como la IA de los soldados enemigos y nuestros objetivos, no especialmente potente en anteriores, se ha evolucionado bastante para hacer de cada encargo algo mucho más desafiante y que realmente nos invite a querer llevarlo a cabo en compañía, con la ayuda de otros jugadores. Se podrá recorrer totalmente en singleplayer como siempre, claro, con la dificultad adaptada al número de asesinos que entren en cada misión, pero todos los diseños de tareas, de la propia ciudad y sus cientos de interiores que poder recorrer, y el planteamiento mismo para cumplir los encargos están pensados para la coordinación de varios Assassins.

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La Revolución Francesa se está produciendo en la era más conocida del s. XVIII y cada esquina, plaza y callejón son baños de sangre donde el pueblo, dividido, lucha por implantar un nuevo orden mundial que acabe de una vez por todas con el Antiguo Régimen y las desigualdades sociales según estratos. Un espíritu de fraternindad y humanidad inunda a la burguesía Parisina, pero entendido desde distintos prismas lo que genera un ambiente incómodo y hostil de constante guerra civil, espías, líderes y secretismo. Justo donde los Templarios parecen moverse a sus anchas y La Hermandad volverá a tener que darles caza. Toda esta atmósfera histórica va a verse trasladada al gameplay de una forma u otra, por ejemplo con nuevas vías de resolución de las misiones que ahora son menos bruscas e inverosímiles.

Asesinar a un objetivo ya no es tan sencillo y básico como llegar hasta él y asaltarlo con nuestra hoja-daga escondida en la muñeca. Ahora además de trazar una estrategia para el camino hasta la víctima habrá que trazar una ejecución, y ésta siempre teniendo en cuenta al resto de compañeros. Esto es, trucos como aprovechar una plaza abarrotada por la plebe para arrojar desde un balcón a algún alto cargo poco querido por el pueblo, o encierros con un falso verdugo en una sala para hacerle culpable de un crimen múltiple que no ha cometido y cometeremos por él, de manera que cuando la agitada muchedumbre dé con su posición se le eche encima creyéndolo sanguinario y castigador. Son muchas las formas de llevar a cabo nuestros objetivos aprovechando el clima caótico, confuso y agresivo de la época, donde nos moveremos.

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Era de guillotinas y panfletos, la crueldad de las calles se traduce en las nuevas misiones y descubrimientos a través del mapa de la ciudad que tendremos que hacer. Vuelve el Animus y su sincronización para señalarnos -ahora totalmente in-game y sobre el plano real que tenemos delante- los puntos de interés e interacción, como tabernas, atalayas a tomar para tener mejor vista, tiendas, encargos secundarios, inocentes que rescatar, escuchas que hacer para obtener información y mejor sincronización... y demás típicos elementos de la saga Assassin's Creed que en Unity regresarán pero se han perfilado y actualizado para introducir bastantes novedades y mejoras lógicas. Por ejemplo, las misiones opcionales ahora pasan a alistarse en una columna de tareas pendientes, lo que nos deja mejor y más ágil organización y ejecución de todos los trabajitos en busca de una mejor sincronización con la realidad en Abstergo.

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Por otro lado, evoluciona el combate y el sistema de cobertura o escondite. El primero gana en movimientos, bloqueos y esquivos para hacerse más profundo y no solo basado en machacar dos botones en el timing exacto como funcionaba hasta ahora. Respecto a posiciones de sigilo o a cubierto, los nuevos Assassin franceses consiguen un comando de cobertura como el de los third person shooters como Uncharted, Gears of War o Tomb Radier, alojado en el botón L1 y que nos deja movernos con soltura y precisión del costado de un obstáculo a otro sin que nos vean ni dar pistas. Se perfecciona con esto el factor de infiltración de la serie, lo que abrirá una nueva forma de proceder en la misiones más arduas y una necesaria sincronía con nuestros aliados o las multitudes entre las que perdernos.

París no será el más grande de los mapas en la serie, pero sí el más detallado rincón a rincón, plaza a plaza, fachada a fachada de cada momumento. Sus creadores han buscado una recreación centrada en el detalle más que en el tamaño. Aún así, la ciudad volverá a ser vasta y con algunos alrededores importantes, como las tierras de Versalles y el enorme palacio con sus jardines. Gráficos 1080p en las tres versiones y un tratamiento lumínico y de elementos volátiles y partículas como nunca antes hemos visto en otro título de Ubisoft, salvando el portentoso The Division. La expresividad de personajes principales y secundarios, la nueva gama de animaciones de los Assassin que se trasladan a trucos de parkour y combate, y los comportamientos ciudadanos muy marcados por las actuaciones y reputación de los protagonistas vuelven a llevarse más lejos, por fin en una entrega solo para máquinas de nueva generación.

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Y todo esto partiendo de una serie de incentivos que hacen a Unity uno de los Assassin's Creed más fiables a priori de todos en lo que respecta a innovaciones. Ubisoft Montreal dice haber aprendido mucho con Watch_Dogs e incluso de AC IV: Black Flag, título que aunque coqueteaba con algunas mecánicas inéditas en definitiva mantenía bastante todas las bases de la marca, bases que aquí se van a redefinir y perfeccionar según nuestras primeras impresiones al poderlo ver en el E3. Las misiones mostradas en la conferencia de Microsoft y posteriormente la de la propia Ubisoft enseñan muy bien cómo se percibe y respira esta París de época y con una visión de juego sandbox rehecha para ser recorrida en cooperativo. Nos gusta y bastante este primer AC de verdadera newgen y sin la lacra de tener versiones para PS3-360. Seguiremos muy pendientes sus saltos.