Los pilotos virtuales de EVE Online, inmortalizados en un monumento

Ampliar

La desarrolladora islandesa CCP Games ha dado el pistoletazo de salida a su reunión anual de aficionados, EVE Fanfest, con la presentación de una imponente estatua de piedra situada en el centro de Reikiavik. Ubicada entre las oficinas de CCP y el palacio de congresos Harpa donde se celebra todos los años la concentración, el monumento está formado por tres piedras talladas que se elevan unos tres metros. Representan, según el artista encargado de la obra, la unión entre distintos mundos, el digital y el real y las personas que lo componen.

A la inauguración también ha acudido el alcalde de Reikiavik, Jón Gnarr, haciendo los honores y dedicando un brindis a los miles de aficionados que han hecho posible que EVE Online llegue a donde está ahora. Los aficionados a los MMOs están acostumbrados al cruce que se produce entre mundos virtuales y la realidad. Jugadores que acuden a eventos para ver por primera vez a los compañeros con los que han compartido cientos o miles de horas enuniversos formados por unos y ceros. Pero pocas veces se ve difumina tanto la línea entre mundos como con EVE Online, personas de todo el mundo se desplazan cada año a la capital islandesa para conocer a sus compañeros en persona e informarse sobre las últimas novedades del juego.

Ampliar

Hasta aquí todo parece más o menos normal, pero la compañía islandesa siempre guarda un as en la manga. Ya en 2012 lanzaron a la estratosfera una pequeña cápsula no tripulada que contenía el nombre de todos los jugadores conectados durante un día concreto. En esta ocasión la fecha que se recordará será el 1 de marzo de 2014. Todos los pilotos conectados ese día a Tranquility (el servidor central que da vida a EVE Online) encontrarán su nombre grabado en la piedra de la escultura.

Con miles de personas online en un periodo de 24 horas, poder localizar un nombre concreto de forma rápida es vital para que los jugadores vean que no hay trampa ni cartón. Para ello CCP Games ha desarrollado una aplicación que permite buscar nuestro nombre, mostrando su ubicación en el suelo de la escultura. De esta forma no será necesario desplazarse hasta Reikiavik para comprobar que nuestro piloto ha dejado huella no solo en el mundo virtual, sino también en el que pisan los mortales.