Little Big Adventure

La semana pasada llegaba por sorpresa a iOS y Android una de las aventuras más queridas y recordadas de mediados de los noventa; tanto es así que no dudamos en incluirla en nuestra selección trimestral de lo mejor del juego táctil. Little Big Adventure aparecía en 1994 para PC de la mano de Adeline Software, obra del diseñador francés Frédérick Raynal ‒autor del también exitoso Alone in the Dark de 1992‒, convirtiéndose rápidamente en un gran exponente de la aventura y la acción en compatibles. Poco después llegaría su secuela ‒Little Big Adventure 2: Twinsen's Odyssey‒ y la adaptación a PlayStation; pero lo que recibimos estos días en la AppStore y Google Play es un port directo del primer título, del original de MS-DOS, a cargo de DotEmu, compañía especializada en la adaptación de grandes clásicos al formato táctil. Veamos en nuestro análisis si mantiene las bondades del Little Big Adventure que tantos fans cosechó veinte años atrás.

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Así, estamos ante un port directo del original, con lo que no debe extrañaros ni su apariencia retro, ni su vista isométrica, ni sus mecánicas de juego que, todo hay que decirlo, han sido adaptadas al nuevo interfaz de una manera algo particular. Además, sigue manteniendo la apariencia poligonal de antaño ‒con alguna ligera mejora a nivel visual‒, unas escenas cinemáticas algo borrosas y pixeladas y, eso sí, melodías, voces y efectos remasterizados para la ocasión. Por otro lado, los textos llegan traducidos al castellano aunque las voces están en inglés. Donde sí encontramos importantes novedades es en los controles y su interfaz, adaptados todos ellos a las pantallas táctiles de smartphones y tablets.

Y es que DotEmu se ha tomado bastantes molestias en lograr un nivel de comodidad suficiente a los mandos táctiles, aunque el resultado se muestra algo irregular, simplificado y algo engorroso en algunas secciones. Así, para mover a Twinsen tan sólo debemos tocar el lugar de destino en la pantalla y nuestro protagonista se desplazará de forma automática; ello implica que si Twinsen se encuentra con algún obstáculo se detendrá, obligándonos a corregir el camino. Para correr debemos hacer lo mismo pero tocando la pantalla dos veces seguidas; ya que dicho esquema de control no resulta tan preciso como el original ‒basado en las teclas direccionales del teclado‒, Twinsen no resultará herido al chocar con algo. Con el objetivo de simplificar dichas opciones, si mantenemos la presión en el lugar de destino mientras caminamos o corremos, podremos dirigirnos allí sin más, logrando algo más de comodidad y precisión.

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Para saltar deberemos arrastrar el dedo en la dirección deseada, con lo que aparecerá un arco azul que delimitará la trayectoria de Twinsen. Una vez nos hayamos acostumbrado a los movimientos básicos, deberemos aprender a enfrentarnos a todo tipo de enemigos. La simplificación en la jugabilidad es evidente, reduciendo los modos de Twinsen a movimientos automáticos; así, atacaremos a nuestros rivales directamente, pulsando dos veces sobre ellos para así identificarlos con un aura roja y luchando por sí solo hasta que los eliminemos. En cambio, para hablar con cualquier personaje podremos pulsar una vez sobre ellos, aunque en ocasiones el sistema confundirá el single tap con el double tap causando reacciones no deseadas; por suerte, siempre podemos tocar cualquier otra zona de la pantalla para anular cualquier acción.

Cuando logremos tener acceso a la esfera mágica podremos lanzarla contra nuestros enemigos y hacer que rebote por el escenario según la trayectoria que elijamos; para usarla correctamente debemos mantener la presión sobre Twinsen y apuntar con la flecha contextual, de un color diferente a la de salto. Aquí si notamos cierta mejora en la trayectoria de la esfera, logrando una mayor precisión que con las teclas direccionales del teclado; eso sí, en los momentos más frenéticos podremos apuntar desplazando el dedo sobre la pantalla de una forma rápida y directa. Está claro que el gaming táctil requiere de una buena adaptación y que los resultados no son siempre los más idóneos; quizás podamos disfrutar en futuras actualizaciones de un modo clásico basado en iconos contextuales como en otros ports táctiles.

En la parte superior de la pantalla se ubican diferentes marcadores e iconos, como la barra de salud, el inventario, las monedas, las llaves recogidas o el modo de sigilo; y es que podemos acceder al modo sigiloso en cualquier momento para así pasar inadvertidos en muchas zonas donde la discreción será vital para sobrevivir. Y como gran novedad, podemos pellizcar la pantalla para realizar diferentes zooms y tener una visión general de cada escenario, algo que puede no gustar a los más puristas del original. Como decíamos, los diferentes modos de Twinsen dejan paso a acciones automáticas, como interaccionar con palancas o leer anuncios, todos ellos marcados con el sistema de pistas que siempre podemos desactivar desde el menú de opciones.

Algo que no puede gustar a los fans del original es que ahora los enemigos son bastante más débiles, en parte para hacer de esta versión una experiencia más satisfactoria a los mandos táctiles. En este sentido, alguna sección del juego puede convertirse en toda una odisea debido a la imprecisión con los saltos de Twinsen. Aunque si logramos adaptarnos a estas particularidades, podremos disfrutar de todo un LBA en formato portátil. Por suerte contamos con un sistema de checkpoints automáticos entre zonas, con lo que si perdemos a nuestro joven héroe, volveremos rápidamente a la zona anterior. A nivel técnico se mantiene muy fiel al título original, es decir, muestra un apartado gráfico con veinte años a sus espaldas, aunque ha envejecido bastante bien, todo hay que decirlo. A nivel sonoro resulta igualmente encantador, con los mismo efectos y melodías que nos cautivaron a mediados de los noventa.

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