Yoshi's New Island, Impresiones Finales

Parece ser que Nintendo 3DS no va a bajar su ritmo de lanzamientos de primera línea en 2014. Junto a Professor Layton vs. Phenix Wright, el próximo marzo la portátil recibe Yoshi's New Island, una nueva ronda de niveles e ideas para la mecánica tradicional de la subserie que ya ha caído en nuestras manos para demostrarnos por qué Bebé Mario y Yoshi aún funcionan de maravilla, casi 20 años después. Fue en 1995 cuando Super Nintendo acogía una nueva gran idea de Miyamoto, con música de Koji Kondo y todo el equipo habitual de Nintendo EAD dando vía libre a la originalidad y la diversión más variada y directa por encima de todo. Así nacía Super Mario World 2: Yoshi's Island, una vuelta de tuerca jugable a las plataformas laterales que todavía hoy es reconocido como uno de los grandes e inolvidables de la Historia del género.

El dinosaurio Yoshi, que conocimos en el primer Super Mario World, encaraba aquí todo el protagonismo ante un pequeño e indefenso Mario caído en su isla salvaje desde la cesta de la cigüeña, personaje que mantener con vida y a salvo que lo acompañaría en su viaje por la jungla, templos subterráneos, montes nevados y reinos de nubes en busca de su hermano Bebé Luigi. Los Shuy Guy amenazantes, el brujo Magikoopa de traje celeste Kamek y todos los peligros de la naturaleza virgen darían pie a un largo recorrido de saltos, puzles, recolección y puntería en un mundo de flores y frutos exóticos. Yoshi tenía la capacidad de comerse estos frutos y a enemigos para generar huevos que disparar con su puntero circular en cualquier dirección, abriendo un gameplay absolutamente rompedor para la iconografía y el estilo Mario.

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Pura magia jugable que regresa con New Island, una puesta al día absoluta que va desde lo gráfico a lo adictivo, pasando por la nueva filosofía de diseñar juegos en Nintendo basada en la imperativa variedad de niveles, transformaciones y situaciones en busca de la sorpresa constante del jugador. Hemos recorrido los dos primeros mundos de este clásico pero actualizado plataformas y confirmado lo que esperábamos, parece que estamos ante una reinterpretación del mítico casi al nivel de New Super Mario Bros sobre Super Mario Bros. El término "New" aquí funciona parecido y esto deja a sus programadores dibujar unos gráficos preciosos y redondeados en la portátil, jugar con el efecto 3D y los fondos o sacar total partido al giroscopio en algunas de las transformaciones de Yoshi. Todo ello con una constante apelación a la nostalgia, en menús, música, ciertos rincones de los niveles, efectos, movimientos, jefes...

Yoshi's New Island es tradicional como el que más pero encuentra sus propios aspectos a evolucionar. Lo decíamos antes. Que cada nivel intente una jugabilidad identificativa, que los diferentes dinosaurios como el Yoshi globo o el Yoshi martillo hagan acto de aparición a lo largo de los niveles, que haya un montón de secretos que coleccionar escondidos en puzles y minijuegos, etc. le aporta una variedad como solo sus creadores con una marca ya establecida puden conseguir. El sistema de mundos con seis niveles y dos especiales de jefe, la importancia de la recogida y disparo de huevos, los recuentos finales de margaritas, estrellas de tiempo y monedas rojas para marcar las casillas de recolección en la pizarra de cada nivel, los compañeros Yoshi de colores, etc. no son más que algunos de los aspectos recuperados del original que encantarán a los que lo disfrutamos entonces.

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Luego están las novedades, integradas con ingenio para que no despunten ni cambien la jugabilidad esencial. Algunas puertas especiales y tramos de las independientes fases esconden minijuegos de ascenso a través de un tubo que mover girando la propia consola, laberínticos recorridos con un Yoshi duplicado -como la nueva cereza de Super Mario 3D World- que se mueve como el que dejamos fuera, estrellas que lo propulsan a toda velocidad y ponen a prueba nuestros reflejos, o, lo más llamativo, los nuevos huevos gigantes, metálicos... Yoshi ahora puede tirar con fuerza de enemigos de gran tamaño y dejar en su cola huevos colosales que sirven para abrir camino en los niveles o recoger todo tipo de objetos inalcanzables. Y éstos tienen su versión de acero, lo que los convierte ya en verdaderas apisonadoras que harán temer a todas las criaturas y estructuras de los intrincados niveles.

Y todo esto con el siempre amenazante contador de tiempo restante para salvar a Bebé Mario como elemento clave de la partida. Como siempre, aquí Yoshi no muere si es alcanzado por un enemigo pero el Bebé queda expuesto en su burbuja y que vuelva a cabalgar sobre el dinosaurio es una urgencia plena cuando se oye el estridente llanto. Los movimientos clásicos de nuestro prehistórico personaje regresan, como el pequeño impulso para mantenerse en el aire dos segundos más o el salto con culetazo. Lo cierto es que todo el estilo visual, de controles y físicas es absolutamente fiel al original. New Island es una secuela con todas las letras y pese a sus 20 años de historia sigue funcionando como el primer día gracias a las evoluciones y novedades. Es divertidísimo.

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Eso sí, nos ha parecido un poco más fácil que antaño, se pierden menos vidas. Pero desde luego completarlo al cien por cien no va a ser una tarea rápida ni sencilla. Muy en la actual línea de Nintendo con sus marcas estrella: fácil de terminar, arduo de completar del todo. Especial mención también al sonido, impresionante gracias a la nueva remasterización y reformulación de piezas clásicas e introducción de inéditas al mismo memorable nivel. Los gemidos de Yoshi, la risa malvada de Kamek, el llanto de Bebé Mario... Todo está como en SNES y DS, pero se oye mucho más limpio y alto, perfectamente impuesto sobre la de nuevo inolvidable banda sonora. El suave pero eficiente efecto 3D y la definición nítida de todos los trazos en primer plano y entornos difuminados al fondo hace el resto de la magia para que la esencia retro no desaparezca por la imposición de gráficos actualizados. En algunos niveles hasta se utiliza el fondo como elemento participante de la jugabilidad de esa fase concreta, como la de un volcán en erupción en el segundo mundo.

Yoshi's New Island como juego de plataformas no es ninguna sorpresa, desde luego. La sorpresa al quedar enganchado a él es que siga funcionando como hace dos décadas. Nintendo 3DS no recibe ningún benchmark con este cartucho pero los nostálgicos no van a dejarlo pasar. Tampoco los jugadores noveles, pues la efectiva fórmula que rompió esquemas en Super Nintendo sigue tan viva hoy como la de Super Mario Bros en New Super Mario Bros, lo que sirve de acercamiento a nuevos públicos. Puesta al día, perfeccionamiento y total sabor añejo, todo en un mismo gameplay y colorido estilo gráfico bidimensional que se mueve de maravilla en 3DS y que tiene guardada otra poderosa novedad que dará que hablar y aún no podemos desvelar...

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