Actualidad
Cuidado con el espionaje en juegos como Angry Birds
Ni las apps están a salvo de la NSA. A por los fans de Star Wars Espías en los videojuegos
Los pájaros cabreados de Rovio Entertainment, los populares Angry Birds, siguen batallando contra el ejército de cerditos en sus videojuegos, que han conseguido más de 1.000 millones de descargas en todo el mundo, un éxito abonado por la expansión de los móviles y las tabletas. Pero esta batalla, como sucede en otras muchas guerras, presenta intereses ocultos.
El ex analista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Norteamérica, Edward Snowden, ha vuelto a la carga con sus filtraciones dando a conocer documentos que colocan el objetivo del espionaje en videojuegos y aplicaciones para móviles y tabletas. Según Snowden, el videojuego Angry Birds es uno de esos entornos digutales usados para obtener información privada de los usuarios.
Para ello, y siempre según el ex-analista, la agencia se ha servido de las llamadas "fugas", es decir, vulnerabilidades de la aplicación para acceder "por la puerta de atrás" a los datos de los jugadores, entre ellos las libretas de direcciones, los registros telefónicos, la ubicación del teléfono, los amigos, etc. Basta abrir el juego para poner en riesgo tus datos.
Desde la compañía responsable de la producción de Angry Birds, la finlandesa Rovio, no han respondido todavía a estas acusaciones de espionaje utilizando su popular aplicación. La popularidad de la licencia es tan amplia que se ha expandido más allá de los videojuegos lanzando bebidas refrescantes, colaborando con la serie Star Wars y presentan sus exitosos peluches.
La industria del videojuego parece no librarse de esta polémica que pone en entredicho la seguridad de los datos privados de los usuarios en todo el mundo. La NSA también infiltró espías en World of Warcraft, videojuego de Blizzard que cuenta con casi diez millones de jugadores en todo el mundo, para detectar posibles futuros ataques terroristas.
