Lightning Returns: Final Fantasy XIII, Impresiones
Lightning ante la cuenta atrás de 13 días y el final de su mundo, Nova Chrysalia. La historia de la heroína pelirroja, Serah, Snow, Hope y compañía llega a su fin este 14 de febrero con Lightning Returns: Final Fantasy XIII, una esforzadísima suma de ideas para actualizar el J-RPG clásico que deleitará al fan del relato que empezó en El Nido y el Gran Paals, pero que a su vez está repleto de iconos Final Fantasy.
Final Fantasy XIII, su universo, sus personajes, sus armas, criaturas, leyendas, melodías... tienen los días contados. Concretamente 13 si partimos de la idea que tiene Square Enix y Tetsuya Nomura para su nuevo juego. Muchos se alegrarán por el fin de una trilogía que no ha terminado de calar como las entregas de la saga antaño por la calidad irregular de su primer episodio y no total imposición del segundo. Pero otros jugadores, seguidores de Lightning y su tajante personalidad, verán con mayor pesar este punto y final que llegará a las tiendas el 14 de febrero, para Xbox 360 y PlayStation 3. Lightning Returns: Final Fantasy XIII ya nos ha dejado introducirnos de lleno en su oferta, con una preview hands-on de nada menos que cinco horas, empezando la aventura desde el principio.
Vuelta a cambiar el sistema de combate, un universo abierto que explorar con mayor libertad, integración y mayor peso de las misiones secundarias, minijuegos, jefes épicos, regreso a las historias centrales de los personajes y sus relaciones... Lightning Returns se ha gestado con las mismas bases que se concebió Final Fantasy XIII-2, escuchando el feedback, haciendo caso a las sugerencias y peticiones del fan. Sugerencias que van en la línea de llenarlo de momentos inconfundibles, regresar en cierta media a la magia de los diez primeros juegos numerados, agilizar el ritmo de las peleas y esquema por arquetipos, el personaje de Lightning como protagonista controlable, dar un espacio al terreno online, etc. Pero todo esto no hace que deje de ser un episodio de la trilogía FFXIII, no se aleja de sus pilares estéticos y jugables, hasta los menús, las armas, los sonidos o los cuadros de diálogo son pura identidad, señal directa de cohesión de este último capítulo con los dos anteriores. El detractor que no respalda todo esto, no verá este volumen como algo diferente.
La salvación del Nimbo
Tras los acontecimientos de XIII-2, Lightning presenta en este título su estado más irascible y arrepentido, nombrada Redentor de Almas por el Altísimo y única posible salvadora de todo lo que conoce y la sociedad que se ha formado durante su larguísimo último letargo. Su papel es salvar vivos durante los últimos días del preciosista universo Nova Chrysalia, mundo que en cierta medida regresa a los orígenes de la serie en diseños, ambiente y arquitectura. Reaparecen nombres propios que todo el que jugara a FF XIII o XIII-2 recordará. Pero las cosas han cambiado y nada es lo que era, ni siquiera el celoso enfrentamiento entre la pelirroja y Snow, futuro marido de su hermana Serah, que ahora presenta un verdadero quebradero de cabeza para la protagonista. O el joven Hope, ya un chico maduro y crecidito que tendrá un papel esencial en toda esta catastrofista historia. Por supuesto, regresan otros como Chocolina, Cactilo, los Moguri o los Chocobos.
Y a todos ellos se suma un baño de nostalgia y referencias, elementos totalmente fan service como un traje de Aeris (FF VII) o Yuna (FF X) a desbloquear para Lightning, o melodías escondidas que son adaptaciones de temas de FF IX, por ejemplo. En este viaje Nomura y su gente se entregan a la serie en sí, no solo a FF XIII, y de paso recuperan algunos de los elementos que mejor funcionaban, como las ciudades con vida que explorar o la sensación de épica, magia e invocación ancestral para las secuencias cinemáticas, los combates, los jefes finales... Con fragmentos prerrenderizados CGI, Lightning Returns tiene ya un vídeo de arranque espectacular, que recuerda a la Midgar de FF VII y pone frente a frente a dos nombres clave en toda esta enrevesada fábula, Lightning y Snow.
Y junto a ellos Lumina, un extraño personaje que se parece a alguien y que aparece en los momentos más inoportunos con su magia y dominio telequinético. En este FF XIII-3 parece que nos aguarda una historia inolvidable que va a quedar por encima de las dos anteriores, al menos las primeras cinco horas de juego así lo sugieren, repletas de giros, reapariciones, explicaciones lógicas de arcos abiertos hasta ahora y mucho ritmo narrativo. La cuenta atrás permanente y el paso de las horas obligan a Lightning -y con ello al jugador- a enfrentarse a este viaje a través de diversos parajes de Nova Chrysalia de forma acelerada y distinta a lo que dispondría cualquier otro juego del género, teniendo en cuenta si es de día o de noche, qué horario tienen las tiendas o los trenes para viajar entre zonas, etc. El Nimbo es su única herramienta de prolongación del tiempo restante a nuestro alcance, y solo con personas felices -ayudadas- y almas salvadas podremos ampliar hasta 13 sus 7 días iniciales hasta que todo caiga en la nada.
Lightning Returns presenta un esquema de juego abierto, más de lo que creíamos y que los dos anteriores capítulos. Cinco zonas y todas ellas conectadas los monorraíl o teletransportes que permiten al personaje pasar por El Arca, el lugar de descanso y control de Bhunivelze. La exploración de tiendas, rincones, NPCs con misiones secundarias, cofres con objetos, etc. queda así en manos del jugador y del horario, determinante ya que no todo está siempre abierto y cada final del día obliga a Lightning a subir a El Arca. El juego está repleto de secretos, es lo primero que se nota cuando uno se para a analizar los escenarios y algunas cosas que parecen muy raras, señal de que el último día se acerca y que los habitantes de zonas como la Capital de la Luz, Luxerion, o las colinas áridas, Marcas Salvajes, parecen haber perdido la cabeza. Solo Lightning como Redentor bajo las órdenes de Bhunivelze puede salvar esas almas y llevarlas hasta un nuevo lugar que dice custodiar la divinidad.
Así se presentan las primeras horas de juego, pero muy pronto todo esto se complica y desconfigura con la aparición de diversos monstruos y enemigos que pretenden encontrar a la protagonista en su papel de Redentor de almas y acelerar el proceso de fin del mundo. Es quizá uno de los aspectos más interesantes del transcurso de este FF XIII-3, la imprevisibilidad y flujo desordenado o con altibajos de los acontecimientos. No hay una estructura esquemática de compartimentos estáticos similares que hagan de capítulos, aunque a priori pueda parecerlo. Y claro, todo esto se respalda además del nuevo sistema de combate, mapa, consumibles para mejorar los atributos o estados de Lightning y, cómo no, los arquetipos y atuendos, una mirada directa a los roles y vestimentas de las yuripas (Yona, Rikku, Paine) en FF X-2.
Ritmo combativo
Es la gran novedad de esta entrega y lo que supondrá la razón de su éxito o fracaso. Desde luego, estamos ante un sistema tan ágil como profundo, función que evoluciona poco a poco y se va haciendo más y más compleja y con posibilidades. Todo se basa en los arquetipos, los distintos roles con que podemos equipar a Lightning, y en la barra de combate y cuánto de ésta consume cada comando. Así, la Lightning Redentor de Almas basa su potencial en la fuerza y la resistencia, también en golpes que enfurezcan al rival hasta ponerlo en estado de Aturdido. Luego está el arquetipo de Hechicera, más eficaz y respaldo de comandos mágicos como Piro, Hielo o Electro. Los cuatro comandos de cada arquetipo los elige libremente el jugador, aunque hay recomendaciones y ayudas para no dar lugar a un editor de arquetipos y equipo complejo.
Importante también es que uno de esos comandos sea Guardia, que consume barra de combate pero que protege a Lightning y pulsado en el momento exacto la dota de la capacidad de contraatacar, con grandes daños. Y el movimiento libre por el terreno de batalla, vital para esquivar ciertos ataques cargados o de corto alcance. Con todo esto, las barras de combate de cada arquetipo se rellenan velozmente mientras no están en uso, de manera que la mecánica de pelea consiste en cambiar constantemente de un rol a otro, sin parar, para que no paren de rellenarse. La sensación a los mandos es casi de juego de acción, aunque se puede dejar pulsado un botón concreto para que Lightning siga ejecutando esa acción asignada al botón sin descanso. Para enredar un poco más el mecanismo, luego están la espada, escudo y atuendo, equipables desde el menú de pausa y fuera de combate y con sus propias características.
Estos trajes además son de lo más variado y muchos de ellos graciosos, de época, de otros personajes Final Fantasy, de animales, de ejecutiva, de armadura medieval... Vestir a Lightning tiene algo más que un sentido estético, es funcional para la partida y supone atención a la hora de elegir bien qué atuendos, espadas y escudos ponemos para cada caso y arquetipo, pues es fácil caer en incongruencias o formaciones que no sean adecuadas. De hecho, los consumibles como las Poción o Cola de Fénix también deben tomarse desde el menú de pausa, en un regreso en gran medida a la fórmula original de la saga. Dos modos de dificultad al empezar partida, Normal y Fácil, siendo el segundo el recomendable para quienes no estén familiarizados con el género, puesto que se recuperará vida entre combates y no hay penalización al huir de las batallas.
La Discronía, lo que era el Límite o el Turbo anteriormente, pone a Lightning al máximo y supone las cadenas de ataques más devastadoras. Se obtiene con los Puntos de Gracia, regalos al final de cada batalla que ganemos y sin huir. Además, estos puntos pueden usarse para determinados asuntos, así como los Guiles, que regresan como la moneda principal de Nova Chrysalia. Hay tal variedad de armas, escudos, atuendos, objetos consumibles, desbloqueables, extras, etc. que resulta muy atractivo tener siempre buenas reservas de ambos. Está claro que éste es un videojuego duradero y que invita a recorrerlo una y otra vez para hacerse con todo lo que dispone. Otra faceta fan service.
Lo que fue un espectáculo
Lightning Returns: Final Fantasy XIII mantiene el motor gráfico Emotion creado por Square Enix para el primero de la trilogía en 2008. Está depurado, y por el camino veremos preciosos parajes, ciclos de día-noche, personajes bien animados, etc. Sobre esto último, destacan los principales, pues muchos NPCs no están al nivel de Hope, Lumina o Lightning. El acabado técnico es notable, también muy esmerado en la música que recoge temas de la subsaga FF XIII y revisiones de la pieza central. No faltan, como decíamos, las referencias sonoras a anteriores capítulos fuera del ciclo del XIII. El nivel de detalle y vida de las ciudades y aldeas es magistral. Eso sí, volvemos a encontarnos en entornos poco interactivos, donde casi todos los NPCs tienen algo que decirnos, pero muy poco más. Marca de la casa. El combate siendo lo más espectacular, muy satisfactorio en cuanto a espectáculo y ritmo visual, aquí mantenidos. Tiene una instalación opcional en disco duro completa de 5 GB, 3,1 GB en instalación rápida.
Por último está la vertiente más social del juego, lo que Lightning Returns llama el Plano Exterior. Ciertos personajes con exclamación azul sobre sus cabezas guardan vínculos con este páramo externo al juego donde el jugador puede compartir su experiencia, secretos, puntuaciones, trucos contra jefes, etc. con otros y con las redes sociales Facebook y Twitter. Todo esto sirve para ampliar la experiencia de juego y dar soporte a quienes quieran comunicarse con otros viajeros, ayudar o pedir ayuda, completar al máximo la propuesta, etc. No es en ningún caso un modo multijugador ni nos dejará ver a otras Lightning corriendo por nuestra pantalla, pero hay que agradecer a su equipo programador este microuniverso solo para jugadores del título y buscar cómo sacarle el máximo partido.
El relámpago pelirrojo
En menos de un mes tendremos en las estanterías de las tiendas Lightning Returns: Final Fantasy XIII y con esta generosa toma de contacto ya nos hacemos una buena idea de todas las intenciones y ambición de sus creadores para colocar a la heroína en el lugar enaltecido que quizá merezca. Nada tiene que ver este J-RPG con el primer Final Fantasy XIII pero al mismo tiempo guarda mucho de aquel, sobre todo en sentido estético, audiovisual, de presentación, valores... Lightning como Redentor de Almas y con 13 días como máximo para salvar su mundo es un personaje aún más interesante y redondo, que se enfrenta a su pasado, nunca mejor dicho. Y debe demostrar de qué está hecha a parte de la ilusión.
Lightning Returns: Final Fantasy XIII
- RPG
- Acción
Lightning Returns: Final Fantasy XIII es la tercera parte de la subsaga Final Fantast XIII desarrollada por Square Enix para PlayStation 3, Xbox 360 y PC, que cambiará la jugabilidad de los anteriores introduciendo el mundo abierto, añadiendo combates en tiempo real y manteniendo el protagonismo absoluto en Lightning.