Castlevania: Lords of Shadow 2

Pocos juegos españoles pueden permitirse entrar en el club de proyectos ambiciosos, de gran presupuesto, que se codean con los grandes de la industria. El caso de Mercury Steam con Castlevania: Lords of Shadow 2 no destaca sólo por ser un producto patrio, que también, sino por haber conseguido conquistar a la mayoría de la prensa internacional gracias a su primera parte. Lo que el estudio madrileño ha conseguido de la mano de Konami no es baladí: un videojuego capaz de renovar las bases de una saga que sufría la fatiga del tiempo y que se veía sometida al cansancio de un equipo creativo dirigido por Koji Igarashi, padre del mítico Symphony of the Night. Su rol ahora lo desempeñan a pachas Dave Cox, productor, y Enric Álvarez, director del estudio español.

A poco más de un mes de su lanzamiento, Konami abre la puerta a los medios españoles -unos días más tarde que a los extranjeros, hay que señalar- para conocer en primera persona el pecado cometido por Gabriel Belmont, protagonista indiscutible de la saga Lords of Shadow que busca su redención en esta segunda parte tras aquel epílogo demoledor del primer juego. Porque es imposible escribir una sola línea sobre Castlevania: Lords of Shadow sin incurrir en un spoiler mayúsculo, que Drácula es el Belmont condenado por su propia desdicha.  Pasamos cuatro horas recorriendo el Castillo de Drácula, un personaje más en el juego, y paseando por las oscuras calles de la ciudad contemporánea donde concluirá la trama, para contaros nuestras impresiones con uno de los más esperados.

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Quizás lo más peligroso que se podía llegar a plantear, al menos argumentalmente hablando, es el cruce entre épocas, el paso del tiempo pasado, justo tras los hechos de Mirror of Fate, al presente, algo con lo que Mercury Steam ha sabido lidiar. La solución para justificar este salto nos la ahorramos para no destripar el argumento, pero se desvela a las pocas horas de comenzar. Y el cambio de épocas no solo es una cuestión meramente estética (lo gótico contra lo moderno), sino interna para el propio personaje de Gabriel, que pasa de ser un ser extremadamente poderoso y temido, a una criatura pordiosera, sin fuerza y derrotada, que recupera la esperanza de acabar con su maldición eterna. Pero Castlevania Lords of Shadow 2 no comienza en el futuro, sino que nos pone ante un Drácula en su máximo apogeo que ve cómo su castillo es asaltado por la Hermandad de la Luz de la que antes formaba parte.

El arranque del juego se inicia justo en lo ofrecido en la demo incluida en el pack de Lords of Shadow y Mirror of Fate HD contándonos un asalto en el que Gabriel tiene todos sus poderes y despacha a las tropas, incluido al titán mecanizado y al paladín, demostrándolo. Nada que no se haya visto en tráilers, pero que gana espectacularidad cuando se vive en persona. La transición nos lleva inmediatamente después al futuro, con un Drácula desmejorado que sigue el camino marcado en el epílogo del primer juego, no sin antes recordarnos los hechos acontecidos en Mirror of Fate para ponernos en situación. A partir de aquí, el protagonista está obligado a recuperar sus poderes con la ayuda de Zobek, quien promete al dragón el sendero correcto para exterminar su inmortalidad a cambio de acabar, de nuevo, con las huestes Satán. Lo que de entrada puede parecer extraño, a la postre termina ligando con mitos actuales (sociedades secretas en la sombra) con un argumento que promete.

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Pocos personajes del videojuego han conseguido crear una particular empatía con el jugador que le hace comprender por qué realiza actos que, en otro contexto, resultan completamente reprobables. En el arranque de esta faceta contemporánea, que se va intercalando en todo momento con el tiempo pasado mediante una suerte de viajes temporales, Drácula tendrá que realizar un hecho deleznable que refuerza más si cabe todavía la empatía con el jugador gracias al enfoque de la situación. Un tanto para Mercury Steam. Seco de sangre, débil y sin poderes, el protagonista se irá creciendo poco a poco hasta recuperar la forma y las armas que le hicieron grande hace un milenio.

El contraste que se produce entre épocas es palpable y está correctamente integrado en la trama. Si bien no es la primera vez que la serie coquetea con el futuro, sí que hacerlo cuando vienes de un sólido mundo gótico no es tarea sencilla. En Mercury Steam han sabido encontrar este equilibrio entre las dos épocas, creando dos escenarios que demuestran pertencer a un mismo mundo a pesar del paso del tiempo. Es esa unidad la que se sirve de licencias estéticas para crear una realidad mágica, oscura y pérfida en la que los luminosos de una gran calle no desentonan con los los ropajes rotos de Drácula. No es, sin simbargo, un mundo abierto; sí un escenario muy bien interconectado y en el que las transiciones son lo suficientemente sutiles como para pasar desapercibidas sin importunar al jugador.

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Visualmente, lo que hemos podido ver corriendo sobre una Playstation 3 multiplica por varios enteros lo visto en la primera parte. Con una calidad de modelados de personajes elevada y una labor de diseño más que notable, este segundo juego gana en dos aspectos fundamentales en cuanto a diseño. Por un lado, la amplitud de los escenarios, que ahora es mayor, permitiendo no solo una mayor capacidad de movimiento a Drácula, sino también más versatilidad a la hora de ocultar secretos jugando con el concepto metroidvania anticipado por Mirror of Fate, todo aderezado con la cámara libre, que permite seguir la acción desde muchos ángulos acabando con uno de los problemas del primer juego. Aquí encontramos un salto cualitativo indudable.

La exploración de los escenarios está a un nuevo nivel y apuesta por libertad de movimiento para que retornemos a ciertas zonas inaccesibles en nuestra primera pasada, entornos que localizaremos mediante un minimapa en la zona superior derecha que nos mostrará nuestra posición y la del objetivo. También se ha incluido cierta ayuda para destacar sobre los escenarios aquellos picos sobre los que podemos trepar (muy al estilo de Assassin's Creed o el último Tomb Raider), y que de inicio van marcados por murciélagos, pero que se pueden resaltar en rojo pulsando uno de los gatillos.

Por otra parte, se ha ganado, y mucho, en estabilidad técnica. El motor de Mercury Steam es absolutamente sólido en lo que respecta a la tasa de imágenes por segundo, uno de los pecados capitales del primer juego en sus versiones para consolas. Todo es más estable, más fluido, más grande y más abierto. Es la evolución lógica del paso del tiempo. Lo que en 2010 fue un juego de acción con algo de exploración, ahora se ha convertido en mucho más. Los escenarios presentan cantidad de elementos ocultos (ítems, secretos, potenciadores, documentos, etc.) que quedan ocultos en zonas aisladas de manera natural y a las que accederemos en ocasiones por mera inercia mientras exploramos.

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Otro punto fuerte de Castlevania: Lords of Shadow 2 es la evolución del sistema de combate. Prácticamente tienes que olvidarte de todo lo visto en el primer juego, porque ahora las opciones son mucho más numerosas. Como se ha comentado anteriormente, las armas de Drácula son fundamentalmente tres: el Látigo de Sangre, la Espada del Vacío y las Garras del Caos, un trío de elementos que aporta toques únicos a las batallas. En Lords of Shadow 2 de nada sirve mamporrear botones; el juego alcanza un nivel estratégico superior al primero en el que esquivar, cambiar de arma (las Garras, por ejemplo, rompen defensas) y utilizar habilidades especiales, además de objetos, para acabar con los enemigos en sus cuatro niveles de dificultad. 

Cada uno de estos elementos va evolucionando poco a partir de la experiencia que adquiere Drácula combatiendo. En este sentido, el sistema de mejoras también se ha vuelto mucho más complejo que en la primera parte. Ahora podemos aprender nuevos golpes y mejorar los movimientos de cada arma con una cuadrícula de habilidades. De inicio, contar con tantas opciones puede llegar a abrumarnos, pero suponemos que con más horas de juego llegaremos a dominar la técnica. Y no podemos dejar pasar que estas armas también son necesarias a la hora de profundizar en la exploración, que se sirve de la Espada del Vacío para congelar cataratas y trepar, de las Garras del Caos para achicharrar, etc.

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De las secciones jugadas, la acción se ha concentrado fundamentalmente en el tiempo pasado, mientras que en el presente, donde también se ha combatido, aunque en menor número, nos hemos topado con escenarios más enfocados al sigilo y a la infiltración. En el caso particular del laboratorio, la debilidad de Drácula nos llevaba a evitar enfrentamientos con unos enemigos cibernéticos que bien recordaban a Quake a los esquivamos usando las sombras para transformarnos en rata y avanzar por conductos de ventilación. También es posible usar la habilidad de posesión de enemigos para desbloquear escáneres de retina. Una fórmula de juego un poco más pausada, pero bien ejecutada.

No han faltado los combates contra los jefes. A lo largo de estas cuatro horas hemos despachado varios enemigos de gran calibre, tamaño y agresividad, con mecánicas de juego propias (vuelve la escalada de titanes), y necesidad de agudizar estrategias. El cierre de la demo estuvo protagonizado por un boss tricéfalo al que para asaltar cada cabeza debíamos golpear y aturdir sus garras usando los poderes especiales para trepar y asestarle golpes en el ojo. Como ya sucedía en el primer juego, las QTE's vuelven a tener presencia en los combates para asestar ataques especiales. Se ha confirmado también que podremos convertirnos en dragón, pero en esta sesión no pudimos ver la transformación.

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Es la primera vez que dedicamos tantas horas en profundidad a poner las manos sobre el mando con Castlevania: Lords of Shadow 2 y las sensaciones están muy claras: Mercury Steam madura la fórmula del original, demostrando que tiene potencial para destacar en esto de hacer videojuegos, puliendo los frentes críticos, arriesgando lo suyo y alcanzando, con aparente solvencia -a falta de ver todo lo que ofrece- un título que encandila a sus seguidores y a los aficionados al género de la acción directa. Estas cuatro horas jugadas suponen en torno al 20 por ciento de la aventura principal (solo trama de Drácula). Sobre lo que prepara Mercury Steam tras Castlevania (sabemos que estará destinado a PS4, Xbox One y PC), ya hablaremos cuando toque. Ahora debemos esperar a que Castlevania: Lords of Shadow 2 llegue a nuestras manos. La redención de Drácula está en juego.