Los Mejores Juegos de Batman
Con el lanzamiento de Arkham Origins, nos hemos vuelto a adentrar en la rica historia de Batman en el videojuego, esta vez para encontrar nuestros favoritos fuera de la saga de Rocksteady.
Hoy en día preguntar ¿cuál es el mejor juego de Batman de la historia? es una pregunta fácil de responder: Arkham City o Arkham Asylum serían nombrados por una amplia mayoría, con muy buen motivo. No sólo son juegos de una calidad extraordinaria a todos los niveles, también son los juegos que mejor han reproducido la idea de "ser Batman", con unos subsistemas hechos a medida para ponernos en la piel de Bruce Wayne y con una enorme capacidad para recrear Gotham y a los mismos villanos que atormentan la ciudad. Dicho eso, hemos querido consultar entre la redacción cuáles serían los mejores juegos del caballero oscuro fuera de la saga Arkham, echando un vistazo al rico y profundo pasado del personaje en el videojuego. El resultado es este top 10 con los mejores títulos -a nuestro parecer- además de los 4 peores que hemos tenido la desgracia de jugar, formando una lista bastante interesante que muestra lo bien tratado que ha estado "el mejor detective del mundo" en comparación con otras licencias.
Muchas, demasiadas cosas cambiaron cuando el señor Joel Schumacher cogió las riendas fílmicas de Batman y contribuyó con dos entregas que no han aguantado bien el paso del tiempo –Batman y Robin directamente es que aguanta nada. Batman Forever fue una especie de reboot, pasando de la oscuridad freak de Returns a una Gotham City plagada de colores chillones, de villanos pasados de rosca y de lo que muchos fans NO queríamos ver: Un espíritu que se alejaba del tono Miller/Morrison y abrazaba la estética 60s. Batman Forever fue un título muy ambicioso en Mega Drive y Super Nintendo, verdaderamente publicitado en los magazines de la época durante los meses anteriores y el verano de 1995. Pionera en el uso de un croma verde que la propia Warner utilizó para los efectos del film, el título era como coger a un personaje de Mortal Kombat tal cual digitalizado y con el mismo abanico de golpes, quitarle las magias y cargarlo de gadgets, y ponerlo en un ambiente de plataformas y combates. Personajes ‘desangelados’ en Super Nes –el efecto Mortal Kombat le llamaban- y oscurísimos en Mega Drive debido a la menor potencia gráfica, el problema del juego estribaba en un control de juego de lucha 2D para un título que debía moverse como una aventura de acción con plataformas, por lo que costaba cogerle el truco a una jugabilidad que exigía verdadera paciencia –que levanten la mano los que justo en la primera fase dieron cientos de vueltas hasta que aprendieron la forma de bajar a una plataforma inferior. Visualmente atractivo por lo que la digitalización lograba en cuanto a los escenarios en SNES –plagados de pantallas de carga estilo Resident Evil, solo que sin puertas, con un letrero Hold On sin más-, la jugabilidad y el pobre diseño de niveles constreñidos además por las mecánicas no dejaron espacio para más. PlayStation en cambio recibió una conversión de la máquina recreativa, que a día de hoy os aseguramos que es un absoluto y gargantuesco orgasmo de colores, golpetazos de scroll y pixeles gigantescos hacia la pantalla y tal caos visual, narrativo y jugable que hay que probar una vez en la vida por lo menos. Porque el condenado engancha en coop siquiera para echarnos unas risas.
Batman & Robin (PSX)
La época de Playstation no fue precisamente la mejor para Batman tal y como puede comprobarse, más bien lo contrario. La irrupción masiva del 3D pilló a muchos estudios con el pie cambiado y sin referentes sólidos de cómo tenían que hacerse las cosas, así que muchos juegos presentaban taras terribles en aspectos como cámara y control que convertía a juegos que hubieran pasado por decentes y con buenas ideas en auténticas pruebas de paciencia. Pero cuando además el juego era directamente malo, un proyecto sin dirección, sin ideas y sin pasión, el resultado podía ser terrorífico. Batman of the Future es esa clase de juego, un intento de brawler tridimensional realizado de la peor forma posible. Animaciones terribles, enemigos carentes de una IA funcional, gráficos en general pobres, cargas constantes. Un auténtico suplicio en líneas generales.
Batman: Dark Tomorrow (GC, XBX)
Una guerra de bandas -con Black Mask como uno de los protagonistas de la misma por cierto- es la excusa para este Dark Tomorrow, aparecido en Xbox y Gamecube. El ejemplo más cercano que tenemos de juego Batman antes de entrar en esta generación y la revolución de Rocksteady, es en buena parte responsable de que se perdiera completamente la fé en que veríamos un buen juego de Batman alguna vez. Después de encadenar fallo tras fallo durante la época de PSX, Dark Tomorrow parecía confirmar que no había ningún interés por parte de DC de conseguir un juego de calidad basado en su licencia. El propio sistema de combate del juego, una aventuras de acción 3D, ya mostraba lo que se nos venía encima: no sólo era sumamente simple -por no tener, no tenía ni posibilidad de bloquear golpes- sino que además te obligaba a acabar a puñetazos con los criminales y a atarlos -con una escena cinemática de por medio- so pena de que se volvieran a levantar -lo que en un combate contra cuatro o cinco enemigos, era un auténtico engorro-. También contaba con elementos de infiltración abundantes, pero realmente no acaban de funcionar, haciéndose tediosos, incapaz de sorprendernos o de crear tensión alguna. Pero, como en anteriores Batman 3D, el principal problema seguía siendo el control y la cámara, que lo condicionaban todo con su horrible ejecución. Parece mentira que unos años más tarde se encontrara una forma tan natural y soberbia de crear un juego de Batman como los que nos encontramos en los Arkham.
9. Batman: The Animated Series (Game Boy)
El mismo año que Batman Returns llegó a los cines, en la pequeña pantalla se estreno una de las consideradas mejores obras basadas en el personaje de Bob Kane. The Animated Series era una serie de dibujos animados, sí, pero que clavaba el tono oscuro, la psicología de los personajes y enemigos –el largo La Máscara del Fantasma, soberbio-, y todo ello en un ambiente Noir que jugaba a futurizar los años 20. Consagrando nombres como Paul Dini en los guiones y las voces de Kevin Conroy y Mark Hamill –un trio que repitió en Arkham Asylum y City y al que se les echa de menos en el nuevo Origins- la serie debutó en los juegos primero en Game Boy, usando un esquema similar al anterior Return of the Joker. Plataformas y combates se dieron la mano en escenarios que variaban de un nivel a otro, y en los que Batman y Robin podían usar no solo armas como los Batarangs, sino también el garfio para colgarse de las superficies. En lo visual, Konami supo clavar toda la ambientación de la serie, comenzando por una recreación incluso de la cabecera original. Un juego estupendo y ejemplo de cómo aprovechar bien una licencia que muchos nos pasamos una y otra y otra vez. Y siempre teniendo que comenzar desde el inicio cada vez, como mandaban los cánones jugables.
8. LEGO Batman 2: DC Superheroes (360, PC, PS3, Wii)
Konami fue una de las compañías que más y mejor utilizó el hardware de las 16 bits de Nintendo, algo que demostró una y otra vez tanto realizando nuevas entregas de sus propias sagas -como Castlevania o Contra- como demostrando su pericia a la hora de trabajar con productos licenciados. The Adventures of Batman & Robin, basados en la licencia de dibujos animados, es un ejemplo fantástico de esta habilidad. Ya no es sólo el hecho de que fuera un juego técnicamente brillante, con grandes sprites excelentemente animados, lleno de color y variedad, sino que además el juego tenía la virtud de presentar siempre algo nuevo. Por ejemplo, en la primera fase primero avanzamos combatiendo criminales de poca monta, luego acabamos en un parque de atracciones y el enfrentamiento final era en una montaña rusa en movimiento, tratando de atrapar al Joker y enfrentándonos a él. Cada fase tenía una temática bien definida y siempre cambiante, lo que daba para un juego del que era difícil cansarse. Muy recomendable.
4. Batman: Return of the Joker NES (Sunsoft)
El primer juego de Sunsoft en NES era bueno, pero Return of the Joker es además destacado por ser uno de los títulos que más y mejor aprovecha el hardware, hasta el punto de que algunas veces incluso se le quedaba un poco grande. Pero era un auténtico espectáculo para los habituados a lo que podía hacer la consola de Nintendo. Sólo hay que comparar el anterior con este y vemos que la diferencia es masiva. Sprites enormes y mucho más detallados, escenarios con fondos más trabajados y en general un aspecto muy superior para uno de los juegos más avanzados de la máquina. Por lo demás, acción y plataformas de calidad, con una banda sonora de auténtico lujo y una estética más basada en el cómic, con Joker de gran maestro de ceremonias.
3. Batman Returns – Super Nintendo, 1993
Tras el clamoroso éxito de su oscura y gótica –como debe ser, como demanda el personaje- versión de Batman que Tim Burton pergeñó en 1989, el director tuvo absoluta libertad creativa para una secuela que llevó a su terreno y cubrió de un enorme halo de oscuridad –no era raro ver a niños pequeños llorando en el cine ante la siniestrez de El Pingüino y padres sin saber qué hacer. Siendo de los mayores blockbusters del año, todas las consolas del momento portátiles y de sobremesa tuvieron su versión jugable, siendo las mejores la enriquecida del Mega CD –de las mejores BSO de la historia del videojuego- y la de Super Nintendo, la cual fue obra de Konami. Decantándose por reflejar la acción más pura, Batman Vuelve en SNES fue un espectacular Beat ‘Em Up que siguió los cánones que el Final Fight de Capcom estandarizó. Con un Batman que más parecía el acorazado de Nolan que el encuerado de Burton, el caballero oscuro repartió justicia a guantazo limpio en un título antaño difícil, ahora muy difícil en el que los continues volaban como las vidas. Con una jugabilidad directa y contundente, Returns fue mucho más fiel a la cinta que la versión de Mega Drive, ya que literalmente digitalizó fotogramas y hasta eventos scriptados como el primer Final Boss, al que podíamos arrearle con un trozo de pared igual que en la cinta de Burton. A recordar la inesperada fase del Batmovil, de esas que de peques nos dejaban alucinando pad en mano.
2. The Adventures of Batman & Robin (Mega-Drive)
The Adventures of Batman & Robin no sólo era un gran juego de Super Nintendo, sino también un fantástico título en Mega Drive, completamente diferente al realizado por Konami más allá del uso de la licencia. El planteamiento aquí fue enfocarlo como un auténtico Run’n Gun, con diferentes tipos de proyectiles y golpes cuerpo a cuerpo, dejando un resultado francamente bueno. Gráficamente utilizaba muy bien el material en el que estaba basado, con unos gráficos coloridos y fieles. En cuanto a audio, Jesper Kid se encargó de componer una banda sonora potente que acompañaba la acción sin descanso del juego. Bastante difícil eso sí, pero una auténtica joya arcade que todavía hoy mantiene el tipo a todos los niveles, siendo uno de los grandes tapados del catálogo de Mega Drive.
Corría el año 1993 cuando los chicos de Malibu Interactive, desarrolladores de un Batman Returns para Mega Drive que había salido bastante discreto, decidieron ponerse las pilas para idear una adaptación de dicho título a Mega CD que acabaría pasando a la historia tanto de la plataforma como de los juegos inspirados en el batuniverso. Las irregulares fases de acción y plataformas ya vistas en Mega Drive estaban ahí, pero los dos nuevos paquetes de contenido creados para la ocasión resultaron ser una auténtica maravilla. Primero, el juego dobló su longitud gracias al añadido de unas fases de conducción que recordaban a las mejores recreativas que Sega solía desarrollar por aquella época mediante la técnica de reescalado. Así, al volante del batmóvil o la batlancha, el caballero oscuro se lanzaba a las carreteras de una Gotham impecablemente recreada para impartir justicia mientras el Mega CD dejaba bien a las claras que su capacidad para reescalar sprites era digna de elogio. Segundo, a pesar de que el audio CD brindaba la posibilidad de ofrecer la excelente BSO original del film tal cual, Sega decidió encargar a Spencer Nielsen (compositor que debe ser por siempre recordado a pesar de su corta trayectoria en el mundo del videojuego) la creación de una nueva y maravillosa banda sonora que se cuenta entre lo mejor que se ha escuchado en lo que a música inspirada en el universo Batman se refiere, incluidas películas y series de televisión. Con dichas melodías, incluso las pasables fases de acción y plataformas tomadas directamente de Mega Drive parecen mejores de lo que fueron en su día, redondeando la experiencia ofrecida por lo que ha acabado siendo un clásico inolvidable.