Need for Speed: Rivals, Impresiones

Electronic Arts no va a frenar una de sus series más antiguas a la par que exitosas, hoy ya de entrega anual. Ha llegado a conceder un nuevo desarrollo en sede recién inaugurada a Need for Speed: Rivals, a cargo del joven equipo EA Ghost con casa en Suecia y un montón de miembros de Criterion Games, que ya no volverá a tocar la marca. Sus versiones pre-alpha de PlayStation 4 y PC cayeron en nuestras manos anteayer, señalando las poquísimas diferencias gráficas y nulas de contenido que habrá entre ordenador y next-gen. Rivals se sostiene sobre Frostbite 2 en todas sus ediciones, aunque obviamente en PC, Xbox One y PS4 logra un juego de luces y reflejos, sombreado dinámico, mantenimiento de partículas en pantalla o efectos meteorológicos en la distancia más esmerados que en PS3 y Xbox 360, donde llega primero, el 21 de noviembre. Rivals es completamente transgeneracional en el sentido de que coquetea con dinámicas que van a implantarse robustament en la nex-gen, como la unión de singleplayer y online, o la multiplicidad de soportes móviles para llevar la experiencia multijugador fuera de la consola u ordenador.

La propuesta es revolucionaria y bebe de todo el feedback recogido de jugadores habituales de Need for Speed. Cómo no, se venían pidiendo editores de coches para el tuneo como en otros NFS anteriores, de manera que cada piloto pueda personalizar carrocería, llantas, alerón, matrícula, bajos o parabrisas a su gusto y diseños. Esto vuelve, aunque con un esquema de desbloqueo según progresión que sorprenderá a muchos ya que es bastante evolutivo y no deja hacer demasiado al principio mientras que más adelante muestra un garaje repleto de opciones, pegatinas, colores... También se retoman los coches reales o el esquema de mundo abierto donde ir aceptando carreras, persecuciones, circuitos de derrape, saltos y en definitiva una cantidad y variedad de objetivos que prometen que será rompedora, como nunca antes: "Nunca jugarás el mismo evento dos veces, y eso que jugarás cientos de horas", nos explicaba James Nohan, el productor del nuevo título. Desde luego, explorando un poco el mapa uno se da cuenta de que está repleto de tareas y objetivos activables distintos, muchos y muy diferentes entre sí.

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Y cada uno de esos objetivos o eventos podrá ser jugado en solitario o en compañía, pidiendo la ayuda a un amigo o cualquier desconocido si activamos en unos instantes el online. La progresión del jugador tanto en solitario como en red con otros es la misma, también las partidas que juguemos entrando en la de otros, de manera que empieza a difuminarse bastante la tradicional línea divisoria entre los dos formatos de juego, single y multi, pues a lo que nos enfrentamos y cómo sigue su curso y va cambiando juguemos como juguemos. Nohan lo exponía: "Queremos romper por completo la línea que separa el singleplayer del multiplayer, tu experiencia de juego irá aumentando y avanzando a menudo que resuelvas eventos o los repitas para lograr mejores puntuaciones, pero tú decides con quién los juegas o si prefieres hacerlo en solitario. Además, la IA que maneja la CPU es tan avanzada que las sensaciones offline y online serán bastante parecidas. Quizá te costaría reconocer qué coche es manejado por un jugador humano y cuál por CPU, un indicador encima de éstos te lo detalla".

Se ve que están orgullosos en EA Ghost, desde luego el resultado técnico en materia de IA, físicas o gráficos no es para menos. Visualmente hablamos de la entrega más sólida jamás lanzada, claro, especialmente sorprendente en PC donde los juegos de luces, las texturas y las partículas son un nuevo referente de este engine, el Frostbite 2, que logra aspectos que no podríamos contemplar en 360 y PS3. Al ser un código pre-alpha, los frames por segundo eran inestables o incluso aparecían algunos bugs y pesos extraños para cuerpos enormes como furgonetas volátiles. Pero sus creadores aseguran que precisamente la fluidez de imagen y las físicas son los aspectos que más se están tratando en esta etapa final del desarrollo para poner en pie un producto tecnológicamente muy avanzado, que al mismo tiempo sea innovador en aspectos como la comunidad, unida y conectada en la nueva Need for Speed Network que recoge todo lo aprendido con el sistema Autolog.

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El concepto es básico, AllDrive, conducción total en un mismo término y sentido. Un mapa, un bando -Policías o Corredores-, un coche personalizado y dentro, con diversos puntos marcados y seleccionables en el GPS como eventos de interés, cambiantes según lo que ocurra en nuestro entorno de juego (amigos, torneos, estadísticas, progreso individual...). En cualquier momento y desde el menú de Start, se puede activar la partida compartida y dejar entrar a otros jugadores a nuestro universo, compartiendo un mismo servidor donde nuestro juego, nivel, avance, eventos completados, etc. se guardan y se pueden seguir resolviendo con ayuda u obstáculos de los demás jugadores. Empezando por el mapa, sorprende el tamaño de toda la región que EA Ghost ha cogido para el juego, una sucesión de entornos perfectamente unidos y repeletos de caminos secundarios, senderos de campo, autopistas y altos puentes que cruzan en todas direcciones, carreteras secundarias serpenteantes... La climatología y los ciclos diurnos van girando, con una desde ya mención especial a los momentos de lluvia o nubes bajas, impresionantes a nivel visual, al menos en next-gen.

Elegir un bando u otro nos da acceso a unas misiones u otras, también a diversas clases de piloto como Policías patrulleros o especializados en una persecución concreta. Se ha recogido el esquema abierto de Most Wanted donde los eventos se activan al pulsar el gatillo izquierdo secundario al pasar bajo su cartel indicador de arranque. Siendo corredores tendremos a nuestra disposición un montón de carreras contra otros pilotos expertos mientras no seamos perseguidos por la Policía, aunque ésta puede entrar en juego en plena carrera y molestar muchísimo. Descubrir el mapa tras unos tutoriales rápidos iniciales va desvelando nuevos puntos de salto, de radares de velocidad que registran nuestra mejor marca, cámaras fotográficas para inmortalizar derrapes, puntos de colisión espectacular, de inicio de carrera, de persecución, de huida... Parece que será un juego doble dado que la perspectiva que elijamos en cada momento nos hará vivirlo de una forma. Eso pretendían sus responsables, reconocen.

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El manejo vuelve a ser tan arcade como sensacional y satisfactorio, marca de la casa Need for Speed y con una nueva sensación de velocidad que llega a generar vértigo y adrenalina,  hace apretar los dientes en los accidentes. Y sobre éstos, nos ha llamado la atención cómo las colisiones están algo suavizadas, no causan tantos daños como deberían pero sí que están perfectamente expresadas al producirse, haciendo saltar por los aires piezas internas de los coches y trozos de carrocería, ruedas, alerón... La riqueza del entorno y su posibilidad de destrucción hace más creíbles las salidas de carretera o los choques. Nohan habla de un "beautiful chaos", un caos bonito donde en realidad nos sentimos dentro de un entorno vivo de competiciones y persecuciones, también si jugamos en solitario. Por último está el sonido, rompedor como siempre en Frostbite y que hace rugir a los motores o expresar los impactos de forma hiperrealista. Técnicamente es potente como el mejor deportivo y en materia jugable recoge todo lo destacable de la serie en sus últimas entregas además de introducir un buen puñado de cambios de ésos que augura la next-gen. Esperemos que la característica transgeneracional no le pase factura y sepa enganchar durante tantas decenas de horas como se viene prometiendo. En un mes lo arrancaremos.